El Observador
La identificación de la izquierda con la simbología fundacional del país no es originaria del Frente Amplio, sino que la preceden varias experiencias. [...] Cuando el Frente Amplio llega a un primer gobierno con Tabaré Vázquez, el gobierno departamental de Montevideo, ocurre el primer acto a contra corriente de esa identificación con la simbología nacional.
El 25 de agosto es una de las máximas fiestas patrias nacionales, en la casi centenaria polémica sobre cuál es la gran fecha patria, si la Jura de la Constitución de 1830, la Declaratoria parcial de Independencia de 1825 (parcial, porque establece la incorporación a las Provincias Unidas del Sud), el Natalicio de Artigas o como se propuso en la Legislatura pasada, las fechas de apertura o de cierre del Congreso de Tres Cruces (1813). Pero el 25 de agosto es también el Día del Comité de Base del Frente Amplio, instituido en 1971, hecho nada menor en la contradictoria relación entre la izquierda frenteamplista y la simbología nacional.
El Frente Amplio desde su creación apeló a identificarse con los símbolos nacionales fundacionales, ya fuesen los de la Patria Vieja (Ciclo Artiguista) o del periodo que confluye en la creación de un Estado independiente. Fue esencialmente una obra de Seregni, que permitió a este tercer gran partido emergente sin tradición propia, apelar a una tradición existente, en un país de fuertes y pesadas tradiciones, como la blanca y la colorada, también fundacionales del país. Primero fueron dos hechos simultáneos: la elección del 26 de marzo como fecha de lanzamiento público del Frente Amplio, día de 1816 en que el delegado artiguista Fernando Otorgués iza en Montevideo una de las versiones de la bandera de Artigas, la de tres franjas horizontales punzó, azul y blanca; el segundo hecho es la adopción de esa bandera como emblema del naciente Frente Amplio. También a impulsos de Seregni, desde entonces y hasta el golpe de Estado, y desde la apertura política hasta comenzar los años noventa, el Frente Amplio usó todas las fiestas patria para realizar grandes actos de masas, y en los mismos formular definiciones políticas trascendentes. Así hubo actos frenteamplistas los 19 de abril, 18 de mayo, 19 de junio, 18 de julio, 25 de agosto (además del Día del Comité de Base).
La identificación de la izquierda con la simbología fundacional del país no es originaria del Frente Amplio, sino que la preceden varias experiencias. Cabe resaltar tres, por corresponder a tres vertientes diferentes de la izquierda. Una es la de la 1001, con el Partido Comunista como elemento central; al fundarse en 1962 toma el ideario artiguista como referencia, en particular el Reglamento de Tierras de 1815 y adopta como eslogan una frase del prócer uruguayo: que los más infelices sean los más privilegiados. Un segundo hecho es la adopción por el Movimiento de Liberación Nacional de la bandera oficial de Artigas, con un pequeño aditamento: en el cruce de la banda punzó con la franja central blanca se estampa un círculo blanco que contiene una estrella de cinco puntas y, dentro suya, la letra T (de Tupamaros), El tercero es la adopción por la Organización Popular Revolucionaria 33 (OPR 33, brazo armado de la Resistencia Obrera Estudiantil y una de las vertientes que confluyen en el actual Partido por la Victoria del Pueblo) que adopta la bandera de los Treinta y Tres Orientales. Sin contar en el plano intelectual el revisionismo histórico marxista, con particular énfasis en socialistas y tupamaros.
Cuando el Frente Amplio llega a un primer gobierno con Tabaré Vázquez, el gobierno departamental de Montevideo, ocurre el primer acto a contra corriente de esa identificación con la simbología nacional. Elimina de cuajo el escudo de Montevideo, que desaparece de todos los ámbitos departamentales, y lo sustituye por un logotipo publicitario con la frase: Montevideo Tu Casa. El nuevo eslogan aparece desde la matrícula de los autos a toda la papelería oficial, donde antes estaba el escudo con la frase de Artigas: “Con libertad ni ofendo ni temo”. Se hizo sin norma jurídica alguna y sin duda sin tomar dimensión consciente del concepto político que se descartaba. Mariano Arana siguió por el camino de Vázquez y también Ricardo Ehrlich, aunque el Montevideo Tu Casa dio lugar al Montevideo de Todos.
Al llegar el Frente Amplio al gobierno nacional, también sin norma jurídica alguna, hizo desaparecer el escudo nacional de toda la simbología oficial, al punto que no figura en los sitios web de la Presidencia de la República, ni del Ministerio del Interior, ni del Ministerio de Relaciones Exteriores, ni del Ministerio de Defensa Nacional, caso único en el mundo. El escudo cuenta con ocho símbolos. Dos como orla son las ramas de laurel (gloria) y de olivo (paz), y un tercero, la cinta azul celeste que une ambas ramas (patria). Cuatro como cuarteles heráldicos: el Cerro de Montevideo (la fuerza), la balanza (la igualdad y la justicia), el caballo suelto (la libertad) y el buey (la abundancia). Y el octavo símbolo como corona, el Sol de Mayo. Se eliminaron siete símbolos: las ramas de laurel y de olivo, la cinta azul, el Cerro, la balanza, el caballo y el buey. Quedó solo el Sol de Mayo, un poco deformado. Como es obvio y se deduce de su etimología, los símbolos simbolizan algo, y se eliminó la simbología de la libertad, la igualdad, la justicia, la abundancia, la fuerza, la paz, la gloria y la patria. José Mujica siguió el camino de Vázquez.
De un tiempo y del otro, de Montevideo y del gobierno nacional, se ha fundamentado lo hecho, en voz baja, en la necesidad de demostrar el carácter fundacional de los nuevos gobiernos, es decir, rupturistas con el pasado, que es lo opuesto a la búsqueda que la izquierda hizo durante décadas de entronque con las raíces del país. Y en el caso específico de Mujica, contradictorio con su discurso y sus apelaciones a Artigas.
En forma silenciosa, casi imperceptible, sin trompetas ni tambores, Ana Olivera produjo un gran cambio que supone la búsqueda en la izquierda de reconciliación con su propio pasado y con los orígenes nacionales: restituyó en su lugar al escudo oficial de Montevideo, y reapareció la frase de Artigas “Con libertad ni ofendo ni temo”, la corona en forma de muralla, el Cerro de Montevideo, el Río de la Plata, la rama de olivo, la espada y la palma.