04 Abr. 2014

Los entrecruces de fútbol, política y negocios

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

[...] han aparecido, primero, desde hace 20 años con una fuerza muy grande los negocios en el fútbol, que al principio era un tema solo de negocios y fútbol, con los clubes y con la Asociación Uruguaya de Fútbol y luego se empezaron a entremezclar con la política. Y empezamos a ver como poderosos intereses del fútbol empiezan a tener relaciones fuertes con sectores políticos o con gobiernos o con figuras de gobierno, e intervienen desde los grupos económicos en operativos políticos, a probablemente el gobierno en un operativo futbolístico. 

OAB: Buenos días. Ha sido muy notorio estos días lo que fue un cruce directo entre política y fútbol. La intervención del propio Presidente de la República que desemboca en la renuncia del Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, y las acusaciones del Vicepresidente Danilo Astori contra el Presidente, de haber jugado en favor del Grupo Tenfield que termina además con una réplica de Nelson Gutiérrez contra Danilo Astori.

FV: ¿Cómo ha sido históricamente la relación del fútbol y la política?

OAB: Uno diría que más o menos la política tiene que ver con el fútbol desde que empieza el fútbol en Uruguay. Por lo menos hace 100 años. Es muy claro la relación que ha habido de dirigentes políticos con clubes de fútbol, algunos llevan nombres de estadios. Franzini, un hombre muy vinculado al Diario El Día, a Batlle y Pacheco, a la familia del propio José Batlle y Ordoñez, como un hombre emblemático de Defensor, el Estadio lleva su nombre. Luis Tróccoli, un hombre vinculado a Luis Batlle Berres que fue un hombre puntal en Cerro y el estadio lleva su nombre, un estadio realizado en gran medida con recursos públicos que Tróccoli obtiene del presupuesto nacional. Rampla Juniors tuvo una época con un senador, ex ministro colorado, Justino Carranza Prisa. Que incluso de ahí surge, como hombre vinculado Carranza Prisa pero que después termina en el Frente Amplio, Corbo.

En Danubio Héctor del Campo, un hombre vinculado al Diario El País, a los Beltrán, después diputado, que fue director del Banco Central.

En Nacional muchas figuras, sobre todo del Partido Nacional pero también del Partido Colorado. El actual presidente es un ex político del Partido Colorado, senador Colorado, Eduardo Ache. Fue famosa la figura de Eduardo Ponce Echeverry, que fue ministro de lo que ahora se llama Educación y Cultura, antes se llama Instrucción Pública, fue su momento más culminante de la vida política cuando en 1980 junto al que después fuera vicepresidente Enrique Tarigo, polemizaron con el Coronel Bolentini y el Dr. Viana sobre el proyecto constitucional del gobierno militar, el plebiscito del año 1980. Pons y Tarigo fueron los voceros del “No”. Fue un período muy importante del presidente Club Nacional de Fútbol.

En Peñarol, Washington Cataldi un hombre del fútbol y de la política murió siendo presidente honorario de Peñarol, y hoy nada menos que Julio María Sanguinetti, la única persona en Uruguay que fue elegida dos veces directamente por la ciudadanía como Presidente de la República que es el presidente honorario de Peñarol.

Así que desde ese punto de vista ha sido muy fuerte la relación.

FV: ¿Y en relación a la Asociación Uruguaya de Fútbol?

OAB: Lo que pasa que en cuanto a la Asociación Uruguaya de Fútbol lo que vimos fue por un lado la presencia de políticos al frente de la Asociación, César Batlle Pacheco, hijo de Batlle y Ordoñez que fue diputado, senador, miembro del Consejo Nacional de Gobierno, que era lo que sustituía antes a la Presidencia de la República. En lugar de un presidente había nueve miembros, uno César Batlle Pacheco, presidió lo que vendría a ser la Intendencia Colegiada de Montevideo, fue presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol en momentos de grandes lauros para el fútbol uruguayo.

Wilson Ferreira Aldunate fue vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Hugo Batalla fue presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol cerca de la etapa final de su vida.

Y también ha habido episodios de gobiernos, o por lo menos que se ha acusado a los gobiernos de influir en la designación o no designación en las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Para citar dos episodios: al gobierno anterior, a Vázquez se lo acusa de haber incidido en forzar la salida de Eugenio Figueredo de la AUF, pero hay un episodio que el Frente Amplio ha manejado mucho, que Tabaré Vázquez pudo haber sido en la segunda mitad de los años 1980 presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, y que desde el Partido Colorado se dice que el propio presidente Sanguinetti jugó una movida para impedir que fuera presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol para lo cual jugó Peñarol y algún otro club. Cierta o no esta anécdota el Frente Amplio la toma como real, y de alguna manera fue uno de los elementos que llevó al nacimiento de la figura de Tabaré Vázquez, es decir, como candidato a Intendente en 1989 y considerarlo víctima de una jugada colorada.

FV: ¿Qué es lo nuevo?

OAB: Lo nuevo que hasta ahora los políticos en el fútbol, en los clubes de fútbol, en la Asociación Uruguaya de Fútbol, lo nuevo es que han aparecido, primero desde hace 20 años con una fuerza muy grande los negocios en el fútbol, que al principio era un tema solo de negocios y fútbol, con los clubes y con la Asociación Uruguaya de Fútbol y luego se empezaron a entremezclar con la política. Y empezamos a ver como poderosos intereses del fútbol empiezan a tener relaciones fuertes con sectores políticos o con gobiernos o con figuras de gobierno, e intervienen desde los grupos económicos en operativos políticos, a probablemente el gobierno en un operativo futbolístico. El último es claro las acusaciones públicas que hay. La acusación sale nada menos que del vicepresidente Danilo Astori, de decir que el gobierno, el Presidente de la República, la gente de la presidencia, está operando en favor del Grupo Tenfield, esto fue dicho públicamente, no es un rumor, y hay algunos hechos que fueron bastante concomitantes de juegos que hizo el Presidente de la República que llevan a la renuncia o por lo menos la gota que desborda el vaso de la renuncia del Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, violentamente enfrentado al Grupo Tenfield.

Este es un dato que si no es real tiene que ser discutido nada menos que a nivel de presidente y vicepresidente de la República.

Hay muchos elementos de juicio que llevan a concluir que este grupo económico fue muy importante en terminar haciendo saltar hace dos años del Ministerio de Turismo y Deporte a Héctor Lescano, un hombre vinculado tanto a Tabaré Vázquez como a Danilo Astori, hombre del Frente Liber Seregni, e incluso, hay versiones, uno no tiene ningún elemento de juicio, pero salen del astorismo, que acusan a este grupo económico de promover parte de la campaña comunicacional dura contra Fernando Lorenzo, que bueno, hay hechos de tipo de judicial, hubo además una campaña muy fuerte desde el Partido Nacional, en particular del Senador Carlos Moreira, y todo eso determinó en que saliera Fernando Lorenzo del Ministerio de Economía, pero consideran que hubo una fuerte influencia de este grupo económico.

FV: ¿Qué conclusiones se pueden extraer Oscar?

OAB: Se viene consolidando, más allá de que se pueda discutir cada episodio, cada hecho, se puede decir que se le atribuye a algunos movimientos mayor fuerza de la que tuvieron, o se ven fantasmas donde no hay. Puede ser. Yo no estoy diciendo que los hechos sean así sino lo que dicen los distintos actores políticos de los hechos, pero lo que parece claro es que hay una interacción fuerte entre los negocios del fútbol, el hecho que figura fuerte es que el “Pato Celeste” esté muy vinculado a la Presidencia de la República, se le ve cotidianamente en la Torre Ejecutiva, tuvo despacho allí. Está marcando un cambio de etapa en la relación del fútbol y la política, pero no del fútbol como jugadores o como pelotas sino también como negocios del fútbol. Creo que es un fenómeno nuevo y como todo fenómeno nuevo hay que analizarlo y observarlo.