Radiocero y Radio Monte Carlo
Los dos viernes anteriores dedicamos este espacio a analizar las diferencias de estilo entre los dos presidentes [...] y las continuidades y diferencias entre ambos [...]. El domingo se produjo la trasmisión del mando y en pocas horas comenzaron a exhibirse las diferencias en temas de fondo, en temas de impronta.
OAB: Los dos viernes anteriores dedicamos este espacio a analizar las diferencias de estilo entre los dos presidentes [http://factum.uy/analisis/2015/ana150220.php] y las continuidades y diferencias entre ambos [http://factum.uy/analisis/2015/ana150227.php]. El domingo se produjo la trasmisión del mando y en pocas horas comenzaron a exhibirse las diferencias en temas de fondo, en temas de impronta.
FV: ¿Qué es lo más importante a señalar en la trasmisión del mando?
OAB: Hubo señales realmente significativas. En primer lugar, el discurso del presidente entrante en la Asamblea General, muy genérico, sin pronunciamientos importantes, contra la tradición nacional de que es el gran discurso en que se marca la impronta de gobierno.
En el plano internacional, es relevante el hecho de que es la asunción del mando desde la restauración democrática con el menor nivel de representación extranjera. La menor cantidad de jefes de Estado y de gobierno, de vicejefes, cancilleres y enviados especiales. La de 1984 es sin duda la de mayor presencia internacional, aunque queda fuera de concurso por haber sido la restauración democrática y no solo la asunción de un presidente. Allí vinieron 1400 invitados extranjeros y una enorme cantidad de jefes de Estados y de gobierno, no solo de las Américas, como es más común, sino inclusive de Europa. Pero eso fue excepcional. Pero en relación a las seis trasmisiones normales del mando, esta del domingo fue la menor de todas.
En esto hay que resaltar dos cosas. Uno, la actitud sorprendente de Estados Unidos, que no se alcanza a encontrar explicaciones, en un verdadero desaire al presidente saliente y al presidente entrante, al suspender el vicepresidente el viaje a Uruguay pero al día siguiente sí viajar a Guatemala. No viaja en un avión de línea, no hace colas en el aeropuerto, lo hace en el Aire Force N. 2: gran comodidad, pocas horas de vuelo. El hecho es más relevante aún cuando se esperaba un gesto como agradecimiento por el tema de Guantánamo. En las otras trasmisiones del mando vino o el vicepresidente o el Secretario de Estado, caso de Hillary Clinton hace cinco años.
Lo segundo es la actitud de Evo Morales, en un verdadero desaire a Vázquez, que estuvo más de tres días en Montevideo, vino a despedir a su amigo José Mujica y no se queda a la asunción de Vázquez. Sí se queda el vicepresidente García Linares. Pero Morales estaba aquí y se fue.
Lo tercero, esperable, lo de Cristina Fernández. Más allá que el extraño cronograma de la trasmisión del mando ayudó a la no venida de la presidente argentina. Ese día inauguraba el Congreso al mediodía y el compromiso presidencial ocurrió aquí antes de las 10 de la mañana. Pero hace cinco años se tomó el tiempo para venir, estar poco rato y volver a su país.
Si a eso le sumamos que no vino el presidente de Colombia y terrores en la ceremonia,como no dafr el lugar adecuado a enviados de muy alta jerarquía que llegaron desde lejos, la nueva administración empieza en el plano internacional con el pie equivocado, o recibe cosas como si empezase con el pie izquierdo.
FV: ¿Tú señalabas estos días que hubo otro tipo de señales en relación al periodismo?
OAB: Sí, el periodismo internacional le dio a esta trasmisión del mando una gran importancia, como se le dio a la de la restauración democrática, luego a la primera asunción de Vázquez y a la de Mujica. Pero lo que llamó la atención es que la preocupación del periodismo, las notas difundidas en el mundo, las entrevistas a dirigentes políticos y politólogos, tuvieron como centro la figura de Mujica y no la de Vázquez, y sobre Vázquez la preocupación quedaba centrada en cuanto iba a continuar o no la línea de Mujica
FV: ¿Y en el plano nacional?
OAB: Uruguay tiene una tradición que sorprende en el mundo de gran relacionamiento entre todas las fuerzas políticas. Dentro de ese contexto de alto relacionamiento, esta vez fue un poco fría la actitud de la oposición, especialmente en la presencia de figuras releantes de los partidos tradicionales en la ceremonia de la Plaza Independencia
Por otro lado lo sorprendente es que fue de las siete asunciones del mando habidas desde la restauración democrática, en tres décadas, la que tuvo menor marco de público, la de más bajo calor popular. Lo que además contrasta con el acto grande en tamaño y en calor humano de la noche del viernes pasado, el acto también en la Plaza Independencia de despedida de Mujica.
FV: Los últimos dos viernes te dedicaste en este espacio a marcar las diferencias de estilo entre Mujica y Vázquez, pero también las diferencias de contenido, de concepto. Y en el título de hoy ponías “... y empiezan los cambios de contenido”
OAB: Lo más relevante que ocurrió en los primeros tres días de gobierno es el anuncio de la suspensión sine die de la venta de marihuana en las farmacias. Es una señal muy fuerte dentro del país, dentro de la izquierda y hacia el mundo.
Uruguay pasó a ser conocido en los últimos tiempos por un lado por los logros habidos en el fútbol mundial, especialmente a partir de Sudáfrica, después de décadas de opacamiento; y también pasó a ser conocido por Mujica.
Sobre todo se difundió la idea de un país moderado, sobrio, austero y además muy libre, libre en las costumbres, muy libertario. En este imaginario jugaron varias cosas, como el aborto, el matrimonio homosexual o la adopción por parejas homosexuales; pero jugó fundamentalmente la liberalización de la producción y comercialización de marihuana, con el autocultivo por un lado pero con mucha fuerza la producción y venta a través del ojo del Estado. La marihuana es un tema de puño y letra de Mujica, su proyecto por excelencia. Y esto último es lo que Tabaré Vázquez suspendió sin fecha.
Es un gran golpe contra Mujica, un cambio fuerte en el posicionamiento internacional del Uruguay y sin duda un giro de carácter conservador en cuanto a valores y costumbres. El primer giro de carácter conservador pero probablemente no sea el único.