19 Jun. 2015

Lo que pasó inadvertido del 10 de mayo: la victoria del bloque tradicional sobre el Frente Amplio

Oscar A. Bottinelli – diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

En octubre del año pasado, el Frente Amplio obtuvo el 47,8% del total de votantes. El bloque tradicional, logró el 43,8%. Hubo una ventaja del Frente Amplio sobre el Bloque Tradicional de exactamente el 4%. En mayo, el Frente Amplio obtuvo el 40,5% y el Bloque Tradicional, logró el 44,6%; una diferencia de 4,1 punto porcentual.

OAB: Sobre las elecciones internas se han hecho muchos análisis y nosotros mismos hemos hechos varios análisis. Aquí en Radiocero y Radio Monte Carlo en particular hicimos tres análisis: uno muy extenso con los datos primarios, el martes 12 de mayo (http://www.factum.uy/analisis/2015/ana150512.php), otro el viernes siguiente, 15 de mayo, (http://www.factum.uy/analisis/2015/ana150515.php) y el último con los datos finales sobre todo el país, el 22 de mayo (http://www.factum.uy/analisis/2015/ana150522.php). En este último análisis presentamos detalladamente los porcentajes obtenidos por cada uno de los actores políticos en relación al total del electorado real del Uruguay, que más o menos coincide con el total de votantes el 26 de octubre del año pasado.

También allí llamamos la atención sobre la existencia de casi 77 mil votos faltantes y sobre la no publicación por la Corte Electoral del total de votantes. A casi un mes de ese análisis, la Corte Electoral guarda doble silencio: no explica qué pasó con esos votos faltantes y no publica el total de votantes. Vale la pena dejar claro este hecho, de enorme silencio de la Corte Electoral ante dos omisiones significativas.

Pero lo importante en este análisis es el hecho político, que pasó inadvertido en nuestros análisis -es decir, que no destacamos ese hecho- y diría que pasó inadvertido para todo el mundo. Lo del título: la victoria del bloque tradicional sobre el Frente Amplio

FV: ¿Y cómo fue ese resultado?

OAB: Vayamos primero a octubre. Y aclaremos que los porcentajes de octubre y de mayo los presentamos sobre la misma base, que es el total de votantes a octubre. Por lo tanto, cada uno por ciento en octubre y cada uno por ciento en mayo quieren decir lo mismo, expresan la misma cantidad de votos. Cada uno por ciento tanto en octubre como en mayo representa 23.721 votos y monedas.

En octubre del año pasado, el Frente Amplio obtuvo el 47,8% del total de votantes. El bloque tradicional, es decir, la suma del Partido Nacional y del Partido Colorado, logró el 43,8%. Hubo una ventaja del Frente Amplio sobre el Bloque Tradicional de exactamente el 4%. En votos, el Frente Amplio, 1.110.878; el Bloque Tradicional, 1.038.270. Diferencia en favor del Frente Amplio: 95.917 votos.

Ahora bien, en mayo, el Frente Amplio obtuvo el 40,5%. Cayó del 47,8% al 40,5%, una pérdida de casi 173 mil votos. Por su parte el Bloque Tradicional, considerado aquí como la suma del Partido Nacional, del Partido Colorado y del Partido de la Concertación, logró el 44,6%. Obtuvo un crecimiento del 0,8%, una ganancia de poco más de 19 mil votos.

Entonces, el Bloque Tradicional alcanzo el 44,6% y el Frente Amplio el 40,5%, una diferencia de 4,1 punto porcentual. En votos, el Bloque Tradicional obtuvo 1.057.720 votos y el Frente Amplio, 961.659. La diferencia en favor del Bloque Tradicional fue de 96.061 votos

FV: ¿Qué observas de todo esto?

OAB: Primero que todo, números puros. La diferencia que tuvo en su favor el Frente Amplio en octubre, es exactamente igual a la diferencia que tuvo en su contra en mayo. Hubo exactamente una inversión: 4 puntos a favor del FA en octubre, 4 puntos en su contra en mayo (en realidad, exactamente es 4.1 puntos).

FV: ¿Y qué conclusiones extraes?

OAB: Son unas cuantas.

En primer lugar, que la inversión de roles entre el Frente Amplio y el Bloque Tradicional es más por defecto del Frente Amplio que por virtud del Bloque Tradicional. El Bloque Tradicional crece un poco, menos de 20 mil votos, pero eso solo apenas reduciría un poquito la diferencia que le llevaba el Frente Amplio. El efecto real es la pérdida de casi 173 mil votos por parte del actual partido oficialista. Es una pérdida de votos espectacular.

En segundo lugar, que el mantenimiento del electorado tradicional y su leve crecimiento, obedecen en gran medida al fenómeno creado en Montevideo por el Partido de la Concertación y por la aparición de un candidato convocante, no atado a las viejas estructuras, con una nueva modalidad, que representó una verdadera y profunda renovación y no solamente una renovación generacional.

En tercer lugar que es explicable que el Frente Amplio haya perdido votos en muchos departamentos en que carecía de competitividad para el gobierno departamental, como los casos de Tacuarembó, Durazno, Flores o Lavalleja. Pero pierde votos en departamentos que luego de octubre y de noviembre se consideraban de altísima competitividad, como Maldonado, Cerro Largo, Rivera, Artigas, Colonia, San José y Florida. Y pierde más de 50 mil votos en Montevideo. Entonces, es probable que una parte de la pérdida, una parte menor, inferior a la quinta parte, se explique por la pérdida de competitividad, pero ello no explica el resto. Y aún así la pérdida de competitividad debe ser un llamado de atención para el Frente Amplio. Capta en lo nacional muchísimo más que en lo departamental, lo que quiere decir que su base más sólida está muy lejos de la mitad del país, de ese casi 48%, y se sitúa apenas por encima del 40%.

En cuarto lugar, que los partidos tradicionales, o más exactamente el Bloque Tradicional, logra una mayor estabilidad a nivel nacional, pero más que nada producto de compensar con el alza en algunos departamentos la baja en otros. Es claro que su votación en la elección de octubre marca un piso de casi el 44%. Ello indica que el piso del Bloque Tradicional es mayor, y esto es una gran sorpresa, está por encima del piso del Frente Amplio.

En quinto lugar, mayo fue el mejor escenario para el Bloque Tradicional por los efectos Concertación y Novick en Montevideo, y por la mayor competitividad en los dos tercios de los departamentos. Y en su mejor escenario el techo quedó por debajo del 45%.

Finalmente vemos entonces un Frente Amplio muy elástico, con un piso por debajo del Bloque Tradicional en apenas más que el 40% y un techo por encima del Bloque Tradicional de casi el 48%. Y un Bloque Tradicional poco elástico, que va de apenas por debajo del 44% a apenas por debajo del 45%. Casi nada su elasticidad.

Para el Frente Amplio parece llegada la hora de poner pelota al piso, no negar la realidad y ponerse a estudiar seriamente dónde están sus debilidades. Y para el Bloque Tradicional también analizar cómo hace para salir de esa banda tan firme pero a su vez tan estrecha.