06 Mar. 2016

FA: Presidencia ¿para qué?

Oscar A. Bottinelli

El Observador

A fin de mayo se realizan las elecciones internas del Frente Amplio para renovar sus estructuras, al elegir un nuevo presidente del Frente Amplio […] aquí se llega a la pregunta medular ¿cuál es el papel del presidente del Frente Amplio cuando hay una figura por encima suya como presidente de la República […] Depende … de los nombres y de los atributos que se otorguen al cargo […] Lo ideal sería que el Frente Amplio definiese con claridad cuál va a ser el papel político y cuáles van a ser los atributos del cargo de presidente. Si no lo hace (que es lo más probable) quizás en la elección de los candidatos aparezcan las reales señales de lo que se quiere. Porque puede ser, también, una apuesta a la renovación generacional de liderazgos.

A fin de mayo se realizan las elecciones internas del Frente Amplio para renovar sus estructuras, al elegir un nuevo presidente del Frente Amplio, más o menos los dos tercios del Plenario Nacional mediante listas cerradas y bloqueadas (“delegados de los sectores”) y el resto mediante voto personalizado de tipo mayoritario relativo (con el peculiar nombre de “delegados de base”, que no son delegados sino representantes y su base electoral es la misma que la de los “delegados de los sectores"; se diferencian tan solo por el método de votación y por el hecho que decide votar por este método poco más de la sexta parte del total de votantes).

El tema clave es el de la Presidencia. En los 45 años de historia del Frente Amplio, la Presidencia ha tenido estas características:

Uno. Presidencia en tanto síntesis: Liber Seregni (1971-1996), Juan José Crottogini (en el interregno de prisión de Seregni, con ejercicio real entre 1973 y 1976, y luego entre 1982 y 1984), Tabaré Vázquez (diciembre 1996-setiembre 1997 y luego diciembre 1998 hasta su elección como presidente de la República (noviembre 2004) y finalmente Jorge Brovetto (noviembre 2004 junio 2012)

Dos. Por elección directa en elecciones competitivas de varios candidatos: Mónica Xavier (julio 2012 hasta ser cesada en enero 2015)

Tres. Triunviratos fijos: uno en el interregno entre Seregni y Vázquez y otro en el interregno entre la primera y la segunda presidencia de Vázquez

Cuatro. Triunviratos rotativos, desde el cese de Mónica Xavier hasta las próximas elecciones.

A su vez, desde el punto de su naturaleza política, cabe distinguir:

Uno. Concentración de papel lideral o referencial: Seregni desde el surgimiento hasta la creación de la Presidencia del Encuentro Progresista (diciembre 1994)

Dos. Juego competitivo entre Presidencia del Frente Amplio y Presidencia del Encuentro Progresista (diciembre 1994 a febrero 1996)

Tres. Juego de correlación entre triunvirato del Frente Amplio y Presidencia del Encuentro Progresista (periodo de los dos triunviratos fijos)

Cuatro. Presidencia del Frente Amplio o triunvirato en correlación con un titular frenteamplista de la Presidencia de la República.

Entre Brovetto y sus antecesores hay una diferencia clara de rol político: Seregni, Crottogini ad interim y Vázquez oficiaron de presidentes y de líderes o referentes. Brovetto, en cambio, cumplió el papel de cabeza de la estructura frenteamplista, pero no de conductor político, ni tampoco de subconductor por debajo de Vázquez. Los triunviratos, por naturaleza, cumplieron tareas de coordinación, política en el caso de los triunviratos fijos, solamente de estructura en el caso de los triunviratos rotativos de hogaño.

Y a aquí se llega a la pregunta medular ¿cuál es el papel del presidente del Frente Amplio cuando hay una figura por encima suya como presidente de la República? ¿Es -como se quejaba el rey de Italia- el único rey subordinado a otro monarca, porque encima suyo estaba el Papa? Depende también de los nombres y de los atributos que se otorguen al cargo.

Un modelo es ser, como en definitiva funcionó Brovetto, el responsable de hacer funcionar y eventualmente impulsara la reforma de la estructura frenteamplista, tanto la actual basada en una concepción de pirámide territorial (comités de base, coordinadoras, departamentales) o mediante su complementación o sustitución por formas virtuales de organización (a través de comités y redes virtuales, en lo que ha sido pionero el Movimento 5 Stelle de Italia).

Otro modelo puede ser el de cabeza de la estructura pero además el punto de coordinación gobierno-bancada-estructura e inclusive la coordinación pura entre gobierno y bancada. Un dato relevante es que en el primer gobierno Vázquez hubo una total falta de correlación política entre la estructura y la bancada u ahora se llega a una correlación bastante perfecta entre estructura y bancada, aunque una total disociación de representación política entre el gabinete de un lado y la estructura más la bancada del otro. Mónica Xavier intentó -y en gran medida lo logró- establecer ese nivel de coordinación de los tres ámbitos, para lo cual jugó y mucho su larga historia de senadora.

Un dato por demás interesante es el papel que en el Frente Amplio se la da a la Presidencia. Fue el cargo primordial desde el punto de vista político con Seregni y Vázquez. Pero luego no, a diferencia del papel que le dieron los partidos tradicionales. Mientras Sanguinetti y Lacalle después de la a Presidencia de la República ocuparon el cargo numero uno de su partido (secretario general en el Partido Colorado, presidente en el Partido Nacional) ni Vázquez luego de dejar la banda presidencial ni Mujica ocuparon la Presidencia del Frente Amplio. Cabe señalar que también en los dos partidos tradicionales se ha consolidado la separación entre liderazgo y autoridad partidaria. La última vez que ello funcionó fue hasta la renuncia de Lacalle a la presidencia nacionalista y de Bordaberry a la secretaría general colorada, ambos en 2011.La pregunta de presidente ¿para qué? (o secretario general ¿para qué?) también es válida para el Partido Nacional y para el Partido Colorado.

En otras democracias de partido de larga data predomina el modelo de coincidencia de la jefatura de gobierno con la jefatura del partido, facilitado por el sistema de gobierno parlamentario. Por ello no hay coincidencia en Francia, y se consideró una patología las veces que en el partido gobernante Social Demócrata no coincidieron presidencia del partido con jefatura del gobierno (Bandt-Schmitt, Lafontaine-Schröder) y en ambos casos las diarquías resultaron conflictivas.

Lo ideal sería que el Frente Amplio definiese con claridad cuál va a ser el papel político y cuáles van a ser los atributos del cargo de presidente. Si no lo hace (que es lo más probable) quizás en la elección de los candidatos aparezcan las reales señales de lo que se quiere. Porque puede ser, también, una apuesta a la renovación generacional de liderazgos.