05 Nov. 2016

Voto en el exterior ¿para dónde?

Oscar A. Bottinelli1

El Observador

Un punto clave en el debate sobre el voto en el exterior es ¿para dónde se emite el voto? […] la razón de la creación de la circunscripción exterior: impedir que el voto pese políticamente y pudiese decidir una elección. (En Uruguay, a nivel de lemas) no puede haber circunscripción en el exterior sin reforma constitucional y sin romper el criterio de circunscripción úrica.

Aquí, entre partidos la elección es en circunscripción única e indivisible

Un punto clave en el debate sobre el voto en el exterior es ¿para dónde se emite el voto? Dicho de otra manera, cuál es la circunscripción en la cual votan los uruguayos en el exterior2. Cabe tener en cuenta que la circunscripción territorial es “la zona en donde los votos emitidos constituyen la base para la adjudicación de cargos, en principio con independencia de los votos emitidos en otras zonas”3.

Cabe recordar que el voto en el exterior surge en Estados Unidos -y luego en algunos países sajones- como voto a distancia, sin discriminar si esa distancia es dentro o fuera del país; es decir, la posibilidad de emitir el voto desde un lugar diferente al sitio predeterminado al que le correspondiere sufragar. Originariamente el voto a distancia tenía el sentido de permitir el voto en otro punto del mismo Estado, o en otros Estados de la Unión y excepcionalmente fuera del país, para los viajeros y algún raro residente allende los mares. Por tanto, a distancia se vota desde cualquier lugar del mundo -en los casos de marras, por correo- hacia el propio lugar de residencia.

En una etapa posterior muchos países introducen el voto propiamente en el exterior, pensado básicamente como voto de la comunidad nacional residente en otros países. Cuando se instrumenta, se sigue con el criterio de que el ciudadano -tanto en voto postal como en voto presencial- emite el sufragio hacia su lugar de inscripción, tal como si votara de manera presencial en el circuito o mesa que le correspondiere (ejemplo: un gallego vota en la Comunidad de Galicia, en la provincia de Lugo y en el municipio de Villalba)

Más tarde Italia y de inmediato Colombia inventan la “circunscripción exterior”. Los votantes residentes en el exterior votan candidatos residentes en el exterior. En Colombia hay una circunscripción uninominal en el exterior, donde los colombianos de todo el mundo eligen entre candidatos de todo el mundo, y en realidad entre residentes en Miami o residentes en Madrid. En Italia lo hacen en cuatro reparticiones (Europa; América Meridional; América Septentrional y Caribe; Asia, África y Oceanía) con diferente magnitud de bancas tanto de senadores como de diputados; el peso de los números determina que los residentes en Uruguay votan por candidatos uruguayos que van en listas que derivan en la elección de argentinos o brasileños, alguna vez de un venezolano, pero nunca de uruguayos.

Lisa y llanamente, en ambos ejemplos, el votante común nunca oyó hablar de los elegidos, de quienes no conoce ni la cara ni el nombre. Además, la experiencia indica que personas elegidas en tales circunstancias logran escaso o nulo peso político en sus respectivos parlamentos y su función se limita a la de tramitadores de demandas de pequeños colectivos (pago de pensiones, algún que otro subsidio, mejoramiento del funcionamiento de oficinas consulares). Quiérase o no, y no es un tema de gustos, la circunscripción exterior es una capitis diminutio en cuanto al poder político, es un parlamentario de quienes los grandes líderes apenas conocen la cara y cuesta recordarlos. Respecto a la importante del voto -a que pueda influir decisivamente con efectos políticos- la regla es que sea casi igual a cero. La excepción más importante lo fue la italiana para el Senado de 2006, en una situación matemáticamente irrepetible, con dos fenómenos extraños: el centro izquierda -con tres bancas en menos- obtiene en el exterior cuatro bancas contra una del centro derecha y logra el empate; el sexto senador, independiente, un argentino elegido gracias a los votos decisivos de Uruguay, hace el desempate y permite formar gobierno al centro izquierda, que ya contaba con mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Otros dos casos notables, a nivel subnacional son los de Galicia y Esukadi. En 1989 el Partido Popular de Galicia obtiene en principio, con los votos del territorio, 37 bancas en 75; pero al contarse los votos del exterior (fundamentalmente de Argentina y Uruguay) cambia la titularidad de una banca, el PPG logra la mayoría absoluta y es reelegido Manuel Fraga Iribarne. El mes pasado, en las elecciones de Euskadi, el Partido Nacionalista Vasco logra en principio, con los votos del territorio, 38 bancas (mayoría absoluta); pero al contarse los votos del exterior, el PNV pierde esa banca decisiva (y con ello la mayoría), banca que pasa a EH Bildu.

Salvo estas dos únicas excepciones, de difícil repetición, no es previsible que el voto en una circunscripción exterior pese políticamente. Precisamente ello coincide con la razón de la creación de la circunscripción exterior: impedir que el voto pese políticamente y pudiese decidir una elección.

¿Es posible una circunscripción en el exterior en el Uruguay? [análisis referido a exclusivamente elecciones nacionales] Primero que todo, tanto la Presidencia de la República (con el vice incluido) como los senadores son elegidos en circunscripción única, vale decir, con el cómputo de los votos de todo el electorado, en listas válidas en todo el ámbito territorial. De donde, no puede haber circunscripción en el exterior sin reforma constitucional y sin romper el criterio de circunscripción úrica (imposible, además para un órgano unipersonal como Presidencia de la República). Para la Cámara de Diputados hay un doble juego circunscripcional: a nivel de lemas la circunscripción es nacional, vale decir se computan los votos emitidos en favor de los lemas por todo el Cuerpo Electoral; por tanto, tampoco puede haber circunscripción exterior a nivel de lemas. Como el voto es necesariamente conjunto, en una misma hoja de votación se vota para el mismo lema en circunscripción única nacional para presidente de la República, senadores y diputados. El segundo nivel de circunscripción -la elección personalizada- no es nacional y por tanto allí podría haber circunscripción exterior, pero previa reforma constitucional, porque la Constitución exige que los representantes lo sean por departamento.


1 Catedrático de Sistema Electoral de la Universidad de la República (Facultad de Ciencias Sociales, Instituto de Ciencia Política)

2 Ultima de dos notas sobre Voto en el Exterior. Ver Dilemas del voto en el exterior, El Observador. octubre 22 de 2016

3 Definición de Dieter Nohlen, reformulada por el autor