Radiocero y Radio Monte Carlo
Quien siguiera detenidamente las encuestas, leídas con seriedad, como hicimos nosotros, llegamos a la conclusión que presenciábamos una elección muy reñida, con probabilidades más o menos pareja […] En política mundial el fin de esta especie de segunda guerra fría, o de mini guerra fría que surgió en el periodo de Obama y condujo a que Estados Unidos y Europa acorralasen a Rusia, desatasen la guerra en Siria y prácticamente hicieran desaparecer a Libia […] Viene una política proteccionista, como muchos reclaman también en Europa. Es que los países con lo que se llama welfare state, con alta protección social de los trabajadores o con trabajadores con sueldos altos, sufren la desocupación que causa la importación masiva de productos baratos, producido con mano de obra barata y sin beneficios sociales.
OAB: Como se sabe, el martes se realizaron las elecciones presidenciales en los Estados Unidos de América y fue electo presidente el candidato republicano Donald Trump, un hombre multimillonario, transgresor y considerado antisistema o antipolítico. En los mismos Estados Unidos y en Uruguay también, el periodismo en general y la dirigencia política expresó su sorpresa por lo que llamaron la inesperada victoria de Trump sobre su contrincante demócrata Hillary Rodham, conocida por el apellido de su esposo como Hillary Clinton. La pregunta que surge es: ¿esa victoria fue tan inesperada como se dice?
Por orden. El presidente de los Estados Unidos se elige por un complicado mecanismo en dos etapas. La gente vota para elegir lo que se denominan “electores presidenciales”, que se eligen distrito por distrito, en cada uno de los 50 estados de la Unión, más el 51° distrito que lo es la capital federal, la ciudad de Washington, que es el Distrito de Columbia. Cada Estado elige tanto electores presidenciales como miembros tiene en el Parlamento, es decir, como la suma de los senadores y los diputados que representan al Estado. Todos los Estados tienen dos senadores, mientras que los diputados se adjudican en proporción a la población de cada Estado. El total de electores presidenciales elegidos son 538. El que gana en cada Estado, con un par de excepciones, se lleva todos los electores que corresponden al Estado, que pueden ser 3 como en Alaska o 55 como en California. La mayoría se obtiene con 270 electores. El que los logra, es presidente. Por este método, Donald Trump obtuvo 290 electores, 20 más de lo necesario. Y su contrincante Hillary Clinton, 228. Ganó Trump, es el presidente electo.
FV: Las encuestas daban ganadora a Hillary Clinton y ganó Trump. Por eso se dice que otra vez las encuestas se equivocaron.
OAB: Es parte de un encono patológico que provocan las encuestas. Y la afirmación es falsa. Porque las encuestas miden los votos de las personas y los resultados que arrojan son representativos de lo que votarían las personas, con un margen de error que en el caso de las encuestas norteamericanas promedialmente es de alrededor de +/- 2.2%. Y en el voto de las personas, en lo que en Estados Unidos se denomina el voto popular, Clinton le ganó a Trump por una diferencia de 0,4%. Clinton le ganó en votos a Trump. Este fue elegido presidente porque como expliqué antes, tuvo más electores presidenciales. Así es el método de votación desde hace más de 200 años. Por lo tanto, es falso que las encuestas pronosticaron que ganaba Clinton y ganó Trump, referido al voto de la gente. En el voto de la gente Clinton le ganó a Trump.
Lo otro es que la diferencia fue de 0,4%, más el margen de error, toda encuesta que proyectase una diferencia de 2,6% estuvo dentro de lo correcto. Y aquí hay dos observaciones importantes: de las 24 encuestas relevantes de nivel nacional, 10 de ellas estuvieron dentro del margen de error, es decir, en lo correcto. El promedio de las 14 encuestas relevantes fue de una diferencia de 2,8%, tan solo 2 decimales por fuera del margen de error. En resumen, las 10 principales encuestas proyectaron el resultado correcto en votos populares y las otras 14 tuvieron una desviación muy pequeña. Además, los principales analistas de opinión pública advirtieron, y las advertencias hay que oírlas, es que se detectaba una cantidad importante de voto oculto, o voto vergonzante ¿Por qué? Porque fue muy dura la campaña contra Trump de casi todos los medios, de los diarios y las cadenas radiales y televisivas, que presentaron que votar por Trump era confesar ser un antisocial, racista, ignorante, algo así como un sujeto despreciable. Ante ello, mucha gente no se animaba a expresar su voto por Trump.
Pero además, el culpar a las encuestas es la forma elegida por esos mismos medios para lavar su propia culpa, de haber fracaso en su campaña masiva de denostar a Trump y apoyar a Hillary Clinton.
Quien siguiera detenidamente las encuestas, leídas con seriedad, como hicimos nosotros, llegamos a la conclusión que presenciábamos una elección muy reñida, con probabilidades más o menos pareja. Y ese es el comentario que hicimos en todos los corrillos esa noche en la reunión que se hizo en la Embajada de Estados Unidos.
FV: ¿Los medio apoyaron masivamente a Clinton?
OAB: Sí, unos apoyaron directamente a Clinton y otros, sin apoyarla, atacaron ferozmente a Trump. En una tradición norteamericana que los grandes diarios se alineen y recomienden el voto. Esto es normal en Estados Unidos. Pero habitualmente más o menos la mitad apoya a los demócratas y la otra mitad a los republicanos. Lo nuevo es que esta vez todos los que se expresaron apoyaron a Clinton y demonizaron a Trump. Y las grandes cadenas fueron muy parciales en contra de Trump en la presentación de las informaciones. Y en ese juego presentaron el triunfo de Clinton como algo inevitable, y le hicieron decir a las encuestas mucho más de lo que las encuestas decían. Esto no es nuevo ni es solo en Estados Unidos.
Ahora el periodismo, los grandes medios de comunicación quedaron como se dice vulgarmente con las patas para arriba y tienen que salir a buscar chivos expiatorios.
FV: ¿Y qué significa el triunfo de Trump?
OAB: El voto aTrump es un voto contra el establishment, una reacción contra la política y los políticos, que es un estado de ánimo que se está extendiendo por Occidente. Este sentimiento explica el triunfo del Brexit, es decir, el voto de los británicos por salir de la Unión Europea; explica la alta votación de dos formaciones anti políticos en España, como Ciudadanos que es de derecha y Podemos que es de izquierda. Esto explica que una formación nueva, de rechazo a los políticos, ganaron las recientes elecciones de Roma y de Turín, y que muy probablemente el 4 de diciembre el pueblo italiano rechace la reforma constitucional impulsada por el gobierno. Y que en Austria la mitad del país haya votado un candidato antisistema, en este caso de tendencia neo nazi. Son manifestaciones de rechazo a la política. Y en muchos casos -no en todos- también de miedo a los cambios: miedo a las minorías étnicas, miedo a los cambios en la conformación de la familia, miedo a la globalización, miedo a la llegada masiva de inmigrantes de culturas diferentes a la cultura dominante en cada país.
FV: ¿Y qué se puede esperar de la elección de Trump?
OAB: En política mundial el fin de esta especie de segunda guerra fría, o de mini guerra fría que surgió en el periodo de Obama y condujo a que Estados Unidos y Europa acorralasen a Rusia, desatasen la guerra en Siria y prácticamente hicieran desaparecer a Libia. Fue precisamente Hillary Clinton como secretaria de Estado, es decir como canciller, que impulsó el buscar el derrocamiento del gobierno de al-Ássad en Siria. Trump impulsa un acuerdo con Putin, un acuerdo con Rusia, que en el caso de Siria implica un acuerdo demása con Irán y con China.
Este nuevo esquema es muy negativo para la Europa del Este enfrentada a Rusia,y en particular para Ucrania.
Por otro lado es muy peligroso para América Latina, sobre todo México, el Caribe y América Central.
Pero no hay que quedarse solo en su propuesta de levantar un muro para contener la inmigración mexicana. Hay que oír su discurso de que no va a seguir aceptando que los autos de marca y tecnología norteamericana se vendan en Estados Unidos fabricados en México o en Corea. Es que los tratados de libre comercio perjudicaron a muchos sectores industriales y provocaron, entre otras cosas, el llamado “Cinturón de la Herrumbre”, al menos cuatro Estados llenos de fabricas abandonadas y ferrugientas, donde antes se alzaban poderosas industrias como el automóvil. Y los desocupados de estas áreas votaron a Trump.
Viene una política proteccionista, como muchos reclaman también en Europa. Es que los países con lo que se llama welfare state, con alta protección social de los trabajadores o con trabajadores con sueldos altos, sufren la desocupación que causa la importación masiva de productos baratos, producido con mano de obra barata y sin beneficios sociales, como el caso de China.
Por supuesto que Trump significa también una vuelta atrás en políticas sobre la mujer, el aborto, el cambio climático.
Bueno, estas son algunas reflexiones de una elección muy impactante. Curiosamente, alguna de las medidas de Trump van a ser -en países como el nuestro- aplaudidas por la izquierda y otras van a ser aplaudidas por la derecha.