El Observador
En 2016 un “muro invisible” determinaba que las pérdidas del Frente Amplio no fuesen hacia el área tradicional ni a la inversa. […] Hoy ese muro invisible al menos ha sido perforado y en una sola dirección: las pérdidas van desde el Frente Amplio hacia el área tradicional […] La oposición en su conjunto, que totalizó el 48%, hoy suma 54%, seis puntos más que en 2014. De haberse situado en paridad con el Frente Amplio, hoy está 17 puntos por encima.
El área tradicional se sitúa por encima de su votación de 2014
En momentos en que se arriba a la mitad del periodo de gobierno, parece consolidarse un escenario electoral que insinúa significativos cambios cualitativos. El Frente Amplio obtuvo casi el 48% sobre el total de votantes en las pasadas elecciones nacionales de 2014 y una cifra similar, alguna décimas más, en las anteriores de 2009. A lo largo del periodo interelectoral 2005-2009, su intención de voto promedió el 42%. Es decir, alrededor de siete octavos de sus votos aparecieron reflejados en la intención de voto del periodo interelectoral y un octavo de sus votos se deciden, o se asumen de manera firme y consciente, en los ultimo días u horas anteriores al acto electoral. Lo ocurrido es normal: es estadisticamente normal en Uruguay que un partido registre en el periodo interelectoral algo menos -entre un décimo y un octavo- que su votación anterior, medido por métodos demoscópicas.
En este periodo interelectoral las cosas son diferentes, medidas en base a la Encuesta Nacional Factum. Después de una disminución normal en 2015, en el primer trimestre de 2016 se produce una caída real que lo lleva al 35%. Más adelante esa caída se acentúa y en los últimos doce meses (dos últimos trimestre de 2016 y los dos primeros de 2017) oscila entre el 29% y el 31%. La caída registrada ya es de un tercio en relación a las elecciones de 2014 y de un cuarto en relación a la mediana de las encuestas interelectorales 2009-2014. La primera caída real ocurre entre el último trimestre de 2015 y el primero de 2016. La segunda caída real se registra a partir del segundo trimestre del año pasado.
¿Que pasa del otro lado? El Partido Nacional registró en las pasadas elecciones el 31% y el Partido Colorado el 13%. Los partidos tradicionales en conjunto totalizaron el 44%. Para completar el cuadro corresponde agregar el 3% del Partido Independiente, 1% de Unidad Popular y un 4% de voto En Blanco, Anulado y de partidos menores. El total de los partidos opositores suma 48%. Una cifra equivalente a la del Frente Amplio.
Si se contabiliza en el área tradicional también al Partido de la Gente/Partido de Novick, que sociologicamente corresponde a la misma, hasta el cierre de 2016 ese conjunto osciló entre el 38% y el 41%. Es una cifra estadisticamente razonable en tanto se sitúa dentro de la pérdida normal en periodos interelectorales. Lo realmente relevante es que ante una formidable caída del Frente Amplio de entre 17 y 19 puntos respecto a 2014, el área tradicional no captase en términos macro voto alguno de esa caída. Ello llevó en su momento1 a percibir que “estos desafectos del Frente Amplio no cruzan ese ‘muro invisible’, se quedan todos en la izquierda o se van al voto refractario, a la actitud de protesta. Algo más de un tercio se desparrama en la periferia del Frente Amplio: Unidad Popular, Partido Independiente. La mitad se va al voto refractario, al voto en blanco, anulado, a ninguno. Y lo que resta queda indefinido […] Pero todo lo demás que pierden los partidos tradicionales no van a la izquierda, sino que se quedan del mismo lado del “muro invisible” en que estaban y van al voto refractario o a la calidad de indefinido […] Como queda claro, el Partido Independiente, encima del muro, recibe un poco desde la izquierda y otro poco desde el Partido Nacional”.
Bien, eso fue hace un año y medio, y se mantuvo válido a lo largo de 2016. Pero el año 2017 marca un cambio cualitativo. La suma del área tradicional (PN, PC, PdG) arrojó 45% en el primer trimestre y 47% en el segundo. Es decir, primero un punto y ahora tres puntos por encima de la votación de 2014. Ello significa entonces que ese muro invisible al menos ha sido perforado y en una sola dirección: las pérdidas van desde el Frente Amplio hacia el área tradicional.
Lo más relevante es el extraordinario fortalecimiento del Partido Nacional, que se sitúa por encima de su votación de 2014. Obtuvo entonces el 31% y hoy registra como intención de voto el 33%. A su vez la suma del Partido Colorado y del Partido de la Gente se sitúa en 14% y supera a la votación individual del Partido Colorado en las pasadas elecciones nacionales.
Pero además crecen los dos partidos linderos con el oficialismo: el Partido Independiente creció desde el 3% en las pasadas elecciones nacionales hasta el 4% durante 2016 y primer trimestre de 2017, y trepa ahora al 5%. Por su parte, Unidad Popular se mantiene estable desde hace año y medio en el 2%, cuando en las elecciones nacionales obtuvo el 1% . Todo sugiere que esos crecimientos son recolección de frenteamplistas desafectos. La oposición en su conjunto, que totalizó el 48%, hoy suma 54%, seis puntos más que en 2014. De haberse situado en paridad con el Frente Amplio, hoy está 17 puntos por encima.
La última Encuesta Nacional Factum arroja: Partido Nacional 33%, Frente Amplio 31%, Partido de la Gente/Partido de Novick 7%, Partido Colorado 7%, Partido Independiente 5%, Unidad Popular 2% e Indefinidos, refractarios y otros partidos, 15%. Naturalmente que estos números están sujetos a los límites de las técnicas demoscópicas, y destacar además que la intención de voto a los partidos en este período interelectoral debe ser tomado como un insumo, una evaluación del humor de la gente al momento, y no entenderse como una predicción a lo que efectivamente pudiere producirse en 2019. Con esas prevenciones, lo que no cabe duda es que hay una perforación del “muro invisible”, un crecimiento de la oposición y una fuerte caída del Frente Amplio.
1 Ver ¿Qué votarían los uruguayos si hubiera elecciones el próximo domingo?, abril 1° de 2016, Factum Digital