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Al cierre de 2017 el 46% aprueba el desempeño del presidente de la República y el 43% lo desaprueba […] Desde hace casi dos años, unos siete trimestres para ser más exactos, el país queda dividido en dos partes más o menos de similar fuerza, con dos visiones distintas y opuestas: una ve bien al presidente y otra lo ve mal […] Solo dos veces hubo un saldo negativo, en que la desaprobación superó a la aprobación: primer trimestre de 2016 y segundo trimestre de 2017
Aldo Silva: El pasado viernes iniciamos este espacio de análisis y encuestas de Factum, que se emite todos los viernes a las 8:00 aquí en 970 Universal. Hoy el politólogo Oscar Bottinelli analizará los tres años de la segunda presidencia de Tabaré Vázquez y además presentará en primicia la última Encuesta Nacional Factum, de fin del año pasado, sobre el juicio de desempeño del presidente de la República. El título de hoy: Análisis de los tres años de la segunda presidencia de Tabaré Vázquez y encuesta sobre el juicio de desempeño del presidente de la República
OAB: Primero vamos a presentar la encuesta y explicar en qué consiste; después vemos los números. La ficha técnica completa de la encuesta se puede encontrar en el portal Factum Digital, www.factum.uy y en 970universal.com.
Los datos corresponden a la Encuesta Nacional Factum del cuarto trimestre de 2017, realizada entre el 23 de octubre y el 7 diciembre de 2017, en todo el país (urbano y rural); son 1873 casos de los cuales 936 corresponden a telefonía fija y 937, a telefonía celular. El máximo margen de error estadístico para el total de la muestra y para la hipótesis más desfavorable (p.q=0,5) es de ±1,2% en el nivel de confianza de 1 sigma y de ±2.3% en el de dos sigmas.
La pregunta realizada es: “¿Aprueba o desaprueba la actuación de Tabaré Vázquez como presidente de la República?”
AS: Presentada la metodología de la encuesta, pasamos a los números
Aprueba el desempeño de Tabaré Vázquez | 46% |
Ni aprueba ni desaprueba | 10% |
Desaprueba | 43% |
No opina | 1% |
OAB: Bien. Como puede verse hay una importante polarización en los juicios. Casi la mitad del país, el 46%, tiene un juicio positivo de la gestión presidencial. Y una parte algo equivalente, un poquito menos, el 43%, tiene un juicio negativo. Estos datos son claros y fuertes, que también se expresan en los juicios sobre algunos temas importantes: hay dos visiones contrapuestas de la sociedad uruguaya con fuerzas algo equivalentes
AS: ¿Y cómo han evolucionado estos datos desde que asumió Tabaré Vázquez como presidente por segunda vez?
OAB: Vázquez empezó muy alto, con una aprobación del 78% apenas concluido el ciclo electoral 2014-2015, apenas pasadas las elecciones departamentales y municipales. Hay entonces; un 78% de aprobación, como arranque, en el segundo trimestre de 2015.
Pero a poco de andar, en el siguiente trimestre, en el tercer trimestre de 2015 cae al 49%, lo que todavía es alto; pero un trimestre más, al finalizar ese 2015, vuelve a car fuerte al 36%. Ya había estallado el “Caso Ancap”. Y al comenzar el año siguiente, en el primer trimestre de 2016, toca su nivel más bajo, al registrar 33% de aprobación. Allí comenzó el “Caso Sendic” y allí se dio el nivel más bajo de aprobación de todos estos tres años. Entones, vemos en cuatro trimestres consecutivos del primer año: 78-49-36-33
AS: ¿Y lo contrario, la desaprobación, como anduvo en ese primer año?
OAB: Anduvo a la inversa, la desaprobación comenzó muy baja, en un 16% y sube enseguida al 28%. Con el “Caso Ancap” trepa al 33% y en el arranque del caso Sendic la desaprobación crece nuevamente al 38%. La desaprobación todavía registra un escalón más, al llegar a la mitad de ese año 2016 con un 43%.
Es muy fuerte y continuo el aumento de la desaprobación en ese primer año y pico, en esos primeros cinco trimestres: 16-28-33-38-43.
AS: Quedamos en el primer año y algo de la Presidencia ¿cómo sigue?
OAB: Antes que nada conviene remarcar que ese primer trimestre de 2016 marca un hecho significativo: por primera vez la desaprobación presidencial supera a la aprobación. Dura poco. En el siguiente, a mediados de año, si bien siguió aumentando la desaprobación, el presidente corta la racha descendente de aprobación y recupera fuerte: la aprobación aumenta 11 puntos en un solo trimestre, alcanza el 44% y vuelve a estar en saldo positivo: es mayor la aprobación que la desaprobación, aunque apenas, tan solo un punto.
Desde entonces, a partir de la mitad de 2016 se da un juego parejo, oscilante, con la aprobación casi siempre por encima de la desaprobación, aunque en forma leve. Hay otra excepción: en el segundo trimestre de 2017, en el punto más crítico del “Caso Sendic”, cuando el presidente había salido en su defensa, en ese momento la desaprobación vuelve a estar por encima de la aprobación. Allí fue 45 positivo y 46 negativo.
Pero lo concreto es que desde entonces, desde hace casi dos años, unos siete trimestres para ser más exactos, el país queda dividido en dos partes más o menos de similar fuerza, con dos visiones distintas y opuestas: una ve bien al presidente y otra lo ve mal.
AS: Ahora bien. Esto es el escenario actual de la aprobación y desaprobación del presidente de la República por parte de la gente, y cómo ha ido oscilando a lo largo de estos tres años. Pasemos al análisis político, ¿cómo se puede resumir lo más importante de este periodo?
OAB: Lo primero que hay que ver, desde el ángulo de la arquitectura política y los contextos políticos, cuáles son las diferencias más importantes entre la primera y la segunda presidencia de Vázquez. Veamos:
Uno. En la primera presidencia Uruguay venía de una crisis muy profunda y en la segunda viene de una década de crecimiento, de caída fuerte de la desocupación y especialmente de fuerte mejoramiento del ingreso de los hogares, de los sueldos, de las jubilaciones. Pero por otro lado esta segunda presidencia llega en el momento en que el crecimiento se debilita, la desocupación crece y las expectativas parecen ser inciertas.
Dos. Por primera vez en la historia de la democracia uruguaya, se estrenaba un gobierno que no era ni blanco ni colorado. Y esa tercera fuerza que llegaba al gobierno, tenía delante de sí un formidable desafío: no fracasar. El miedo a fracasar, la absoluta necesidad de demostrarse a sí mismos y demostrar al país que la izquierda estaba en condiciones de gobernar, todo ello fue un gran cohesionador del gobierno y del oficialismo.
Tres. En diciembre de 2003, un año antes de las elecciones, todo el Frente Amplio, todas sus fracciones y los líderes sectoriales le dieron un cheque en blanco a Vázquez, para que hiciese por sí los nombramientos del gabinete, cargos de confianza y directores de entes. Se comprometieron a aprobar las leyes que Vázquez le diese su apoyo personal o lo considerase decisivo. Además le dieron potestad de arbitrar las diferencias que hubiese entre las distintas corrientes frenteamplistas y se comprometieron a acatar esos fallos arbitrales. Nada de eso existió en esta segunda presidencia.
Cuatro. En la primera presidencia, en el Consejo de Ministros se sentaron practicamente todos los líderes sectoriales, casi todos ellos con fuerte trayectoria política: Mujica, Astori, Gargano, Arana y luego Rubio por la Vertiente Artiguista. Pero además hay un importante cambio de rol político y representatividad de figuras que estuvieron en el primer gobierno y están en éste: Marina Arismendi era la cabeza del Partido Comunista; hoy ni lo es ni lo representa; Rodolfo Nin Novoa, Víctor Rossi y Héctor Lescano eran las tres cabezas de la Alianza Progresista; hoy no lo son. A diferencia de ese fuerte elenco político de la primera presidencia, en ésta conformó un gabinete esencialmente personal, de su entorno, con escasas figuras políticas representativas de otros sectores. El Consejo de Ministros dejó de ser un lugar de grandes debates políticos. No desaparecieron, pero fueron excepcionales.
AS: ¿Hay algo para resaltar en sentido contrario?
OAB: Sí, y muy importante. En sentido contrario cabe consignar la continuidad de la conducción económica, siempre bajo la batuta de Danilo Astori, pero además continuidad no solo entre la primera y la segunda presidencia de Vázquez, sino también en la de Mujica, es decir, continuidad de la conducción económica en los tres gobiernos frenteamplistas.
Y en particular es necesario resaltar cómo las dos instancias presupuestales difíciles, el presupuesto de 2015 y la Rendición de Cuentas de 2017, se saldaron a partir de acuerdos entre el equipo económico por un lado y el Espacio 609 del otro. Una vez acordado entre ambos, el resto del Frente Amplio quedó sin espacio para la disidencia. Y en ese tejido fue muy importante el papel de dos negociadores: Pablo Ferreri -el subsecretario de Economía- por el equipo económico y Alejandro “Pacha” Sánchez, diputado, ex presidente de la Cámara, por el mujiquismo.
AS: Y de los últimos tempos ¿qué resaltas?
OAB: Yo resalto dos jugadas de ajedrez. Una es la de los cambios en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Por un asunto harto menor -que como mucho podría afectar a uno solo de sus miembros- remueve la cúpula de ASSE y con ello se saca una pesadilla que amenaza al oficialismo. Para completar la jugada, pone al frente del organismo a un político, legislador, gobernante, médico y gremialista médico prestigioso, pero además respetado y querido por todo el sistema político. Traza un borrón y cuenta nueva entre la o las administraciones anteriores y lo que viene por delante. Se saca de encima, evita que salpiquen al gobierno, todas las denuncias que golpean al oficialismo a diestra y siniestra. Porque en la Comisión Investigadora de la Cámara de Representantes el oficialismo está siendo acosado de un lado por parlamentarios del Partido Nacional y del otro lado por Unidad Popular.
Esta jugada de tiro por elevación la hizo en 2016 en relación a Ancap, cuando al remover la mayoría del Directorio influida por Sendic, trazó un antes y un después entre las administraciones anteriores y lo de allí en adelante.
La otra jugada bien hecha para los intereses del oficialismo ha sido la forma inicial de encarar el conflicto con parte del agro. Se distanció de los grandes productores y otorgó su apoyo -que será suficiente o insuficiente, ese es otro cantar- a los pequeños y en parte medianos productores lecheros, arroceros, hortifrutícolas y ganaderos. Más aún, tuvo la picardía de incluir entre las ayudas la rebaja en la contribución inmobiliaria, con lo que logra enfrentar a las Intendencias -mayoritariamente blancas- con la mayoría de los productores rurales. Esa especie de lucha de clases que planteó, guste o no, visto desde el ángulo del juego político, fue un manejo perfecto al desafío de un segmento del agro.
AS: ¿Y cómo valoras lo que pasó el otro lunes a la salida del Ministerio de Ganadería, cuando la confrontación entre Tabaré Vázquez y un grupo de productores?
OAB: Eso fue inexplicable, después de haberse manejado con esa fineza, para los intereses del oficialismo, en dos temas. Primero de todo no hay que olvidar que fue rodeado por un grupo de gente que actuó de manera poco acorde al respeto a la Jefatura de Estado, que representa a todo el país y fue elegido por la mayoría absoluta de los uruguayos. Pero Vázquez reaccionó lejos de lo que aconseja la dignidad presidencial, al protagonizar una pelea, dicho en términos tan antiguos como claros, de tinte arrabalero. Para colmo, la Presidencia de la República institucionalmente recurrió a lo que en términos usuales se denomina “escrache”; además, hacia un desconocido que no representa nada ni a nadie. Sorprendió mucho porque no es acorde a la jerarquía del Poder que ante el mundo simboliza a la Nación. Y puede decirse que es de pésimo mal gusto. Y en esta línea, que es la contracara de la fineza con que manejó el tema de las propuestas del agro, de la crisis del agro y del Directorio de Ancap, aparece el hecho extraño que destina una larguísima cadena presidencial en radio y televisión para enviar un mensaje en off, sin su cara y sin su voz.
Bueno, por aquí anda la gestión presidencial al concluir su tercer año, analizado en algunos trazos gruesos.
AS: La transcripción de este análisis y los datos y gráficos se encuentran en el nuevo portal digital de Factum: www.factum.uy y en 970universal.com.
FICHA TÉCNICA | |
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FECHA DE REALIZACIÓN | 23 de octubre al 7 de diciembre de 2017 |
TAMAÑO MUESTRAL | 1873 casos (936 por telefonía fija y 937 por telefonía celular) |
UNIVERSO REPRESENTADO POR LA MUESTRA | Hombres y Mujeres, residentes en el país, urbano y rural, en condiciones de votar el 27 de octubre de 2019. |
MARCO MUESTRAL | Censo de Personas 2011 – Instituto Nacional de Estadística |
TIPO DE MUESTREO | Aleatorio estratificado en primer lugar a los respectivos departamentos y en segundo lugar a las localidades en interior y a los barrios en Montevideo. Se aplicaron cuotas de Sexo y Edad proporcionales a la distribución poblacional. |
METODO DE SELECCIÓN DE ENTREVISTADOS | Selección inicial de individuo en forma aleatoria hasta completar cada cuota pre-establecida. |
TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE DATOS | Multimétodo: telefonía fija a domicilio y telefonía celular a los titulares de los respectivos servicios |
MARGEN DE ERROR ESTADÍSTICO MÁXIMO DEL TOTAL DE LA MUESTRA Y NIVEL DE CONIFANZA | El máximo margen de error para el total de la muestra y para la hipótesis más desfavorable (p.q=0,5) es de ±1,2% en el nivel de confianza de 1 sigma y de ±2.3% en el de dos sigmas |
PREGUNTAS UTILIZADAS | Cuestionario estructurado con prevalencia de preguntas cerradas (opciones de respuesta preconfiguradas). En algunas preguntas se abre la posibilidad de que el encuestado señale otra categoría no preconfigurada. |
VARIABLES DE PONDERACIÓN UTILIZADAS | En esta encuesta no se consideró necesario la utilización de ponderadores |
FINANCIACIÓN | La Encuesta Nacional Factum es financiada por medios de comunicación, partidos políticos, instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales, fundaciones extranjeras y suscripciones de particulares |