970 Universal – Fuentes Confiables
El pedido de procesamiento de Sendic no reviste en principio nuevos costos para el Frente Amplio, el Frente Amplio ya pagó los costos y luego de la renuncia de Sendic logró recuperar parte de lo perdido. En el caso de un potencial pedido de desafuero del senador de León, ahí el Frente Amplio se juega mucho en función de cómo actúe.
AS: Como habíamos anunciado, debido al partido de Uruguay en el día de mañana hemos realizado un cambio, el espacio de análisis y encuestas de Factum que tenemos todos los viernes a las 8 lo tendremos hoy jueves. Estamos con el sociólogo Eduardo Bottinelli para analizar el posible impacto que puede tener el pedido de procesamiento de Raúl Sendic. El pedido de procesamiento de Sendic ¿impacta al Frente Amplio?
EB: En distintas instancia hemos realizado análisis político y de la opinión pública sobre los distintos temas que han rodeado el tema Sendic y ANCAP. Algunos elementos clave que hemos estado analizando en este tiempo es como ha impactado el tema ANCAP primero y el tema Sendic después en el Frente Amplio por un lado y por otro en el conjunto de los partidos políticos. El tema ANCAP se inicia con la conformación de la Comisión investigadora en el Parlamento, la aparición de denuncias sobre malos manejos en la gestión, resultados negativos que fueron haciéndose públicos, todo lo cual se materializa en la fiesta de U$S 360.000, es el hecho que permita tangibilizar el manejo de los fondos públicos. Y concluye con tres elementos objetivos: la necesidad de capitalizar ANCAP en unos U$S 750 millones, la remoción del Directorio que respondía o que era afín a Sendic y su sustitución por un Directorio relacionado con la Presidencia de la República, el Ministerio de Economía, el Ministerio de industria y Energía, y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto; y en tercer término las denuncias penales presentadas por los cuatro partidos políticos de oposición: el Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente y Unidad Popular.
Todo eso tuvo un primer impacto en la imagen de Sendic y en la imagen de ANCAP como organismo. Luego salió a luz el tema del título de Sendic. Hasta ahí todo fueron afectaciones personales. Pero luego fueron pasando los meses y el Frente Amplio fue cometiendo errores: primero dando el apoyo a la gestión de ANCAP en el informe en mayoría del Senado y en la declaración del Plenario Nacional, pese a haber votado la recapitalización del organismo y la remoción del Directorio. Sucesivas contradicciones en relación al título universitario que Sendic se atribuyó a sí mismo. Demoras en la adopción de una decisión sobre el tema. También Vázquez colaboró con la incertidumbre, sin apoyarlo explícitamente, sino más bien retirándole el apoyo en forma disimulada, pero al mismo tiempo defendiéndolo ante lo que consideraba ataques de la prensa con la famosa referencia al bullying y a los códigos de barrio.
La suma de estos episodios fue consolidando un escenario donde el Frente Amplio no comprendió que su batalla no era contra los demás partidos, sino una batalla de credibilidad con los suyos, con sus propios votantes. Al terminar el año 2015 se encontraba 13 puntos por debajo del resultado electoral de octubre, y a poco de comenzar el año 2016 volvió a caer hasta quedar oscilando en una anda de los 29 a los 31 puntos porcentuales. Promedialmente 18 puntos por debajo de su votación de octubre de 2014. Dicho de otra manera, se encontró con que 1 de cada 3 votantes del Frente Amplio no ratificaban su voto, ya sea por considerarse desilusionados, o enojados, o descreídos.
Los temas de ANCAP y de Sendic no fueron los únicos, en el contexto de un inicio del gobierno muy endeble y errático, con Tabaré Vázquez buscando frenar iniciativas emblemáticas del gobierno Mujica. Pero en definitiva, lo que fundamentalmente lo afectó fue ANCAP y el episodio Sendic.
AS: ¿Y cómo fue el impacto entonces cuando Sendic renuncia a la vicepresidencia de la República?
EB: El comienzo del final digamos que fue la intervención del Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, que emitió un dictamen contundente, basado precisamente en las concepciones éticas de la propia fuerza política.
En el análisis político se percibió nuevas acumulaciones de errores: la Presidencia del Frente Amplio retuvo en secreto el dictamen desde el 24 de julio hasta el 4 de setiembre, 42 días, es decir, 6 semanas completas. Cuando finalmente se divulgó, se produjo una muy fuerte reacción de las bases frenteamplistas. Sin embargo, el Plenario Nacional no respaldó expresamente el dictamen ni adoptó ninguna medida contra Sendic, aunque fue empujado a renunciar.
Ese dictamen del Tribunal de Conducta Política aparece como decisivo para el desarrollo posterior de los acontecimientos, es visto por los frenteamplistas como que el Frente Amplio al final terminó condenando a Sendic y obligarlo a su renuncia. A un hecho histórico, la primera vez en la historia del Uruguay en que debe renunciar un vicepresidente de la República.
Y ahí se produce una reacción bastante importante en términos de intención de voto. La encuesta que realizamos enseguida de la renuncia de Sendic marca que el Frente Amplio recupera 3 puntos porcentuales. En la siguiente medición, de fin de año (datos que presentamos aquí el 23 de febrero pasado), recupera un punto más. No es mucho para la magnitud de la caída, pero implica el fin de la fase descendente y el comienzo de una fase ascendente, de una fase de recuperación de esos desilusionados, descreídos o enojados.
En términos generales esto muestra que la salida de Sendic del gobierno, su renuncia, fue decodificada por los electores como una señal positiva. Lo curioso de este tema es que la gente entendió como una señal positiva desde el Frente Amplio, cuando en realidad analizando los acontecimientos que se fueron dando durante casi dos años, el Frente Amplio no emitió señales claras en el sentido de lo que los propios votantes del Frente Amplio querían, sino todo lo contrario. Hasta el día mismo de la renuncia de Sendic, el 9 de setiembre de 2017, las señales del Frente Amplio fueron muy débiles y se apeló más fuertemente a discursos de unidad que el pedir la renuncia de Sendic.
Lo concreto es que la salida de Sendic benefició al Frente Amplio, al menos en términos de intención de voto. Pero pagó un gran costo. Todavía sigue pagando el costo de la pérdida de una parte significativa de su electorado.
AS: Bien, pero ahora sumamos un nuevo capítulo en este tema Sendic, ahora aparece el pedido de procesamiento por parte del fiscal ¿eso no tiene impacto directo?
EB: Primero una aclaración importante, Sendic (ni ninguno de los otros directores) fue procesado, lo que hay es un pedido de procesamiento solicitado al juez por parte del fiscal, por lo tanto no hay procesamiento. También conviene aclarar que un procesamiento no implica culpabilidad, ya que predomina el principio de la presunción de inocencia. Lo que implica el procesamiento es que hay elementos suficientes para la formación de causa, para la iniciación de un juicio penal.
Ahora bien, a partir de lo que hemos estado analizando y viendo las perspectivas de reacción desde la opinión pública, podríamos decir que el eventual procesamiento de Sendic en principio no supone un nuevo problema para el Frente Amplio, es decir, en caso que Sendic fuera procesado el Frente Amplio no se vería afectado sustancialmente. No porque a la gente no le importe que Sendic sea procesado, no porque le quite responsabilidades al Frente Amplio, sino porque el Frente Amplio ya pagó por este tema, luego de lo sucedido y de la renuncia, para el Frente Amplio el tema quedó laudado y el costo todavía está ahí.
Otra cosa es lo que un procesamiento pueda significar en cuanto la afectación personal del ex vicepresidente de la República. Y también lo que pueda afectar a su sector político, a la Lista 711, sector que ha comenzado un acelerado proceso de disgregación.
Igualmente y más allá de lo jurídico penal, lo que es histórico es que es la primera vez que se pide el procesamiento por delitos comunes de una persona que ha ocupado la Presidencia de la República de manera plenamente constitucional. Esto nunca había ocurrido en la historia democrática del país.
AS: Decís que al Frente Amplio esto no lo afecta ahora porque los costos ya se dieron desde que se plantearon los temas de ANCAP y de Sendic ¿eso quiere decir que la oposición no gana nada?
EB: Antes que nada debemos recordar algo que venimos explicando en los diversos espacio de este programa: los cambios en el comportamiento electoral son muy lentos. Entre una elección y otra en conjunto se mueve el 4,8% del electorado, eso es lo que cambió de 2009 a 2014. En 60 meses cambia el 4,8%, es decir, en 20 trimestres. Lo que implica que en cada trimestre la flotación neta del electorado promedia un 0,24%. Es decir, el cambio entre una elección y otra registra un promedio de un cuarto de un uno por ciento. Esto obliga a la prudencia en todos los análisis, porque existe una idea primaria de que cada hecho provoca grandes golpes de opinión y eso no es así.
Lo que impacta de cada elemento es que son puntos a favor o puntos en contra. Y la acumulación de esos puntos a favor y de esos puntos en contra llevan al balance de ganancias y pérdidas de voto.
Bien, visto con esa prudencia, lo que se puede esperar es un fortalecimiento si se quiere desde el punto de vista moral de la oposición. Los cuatro partidos opositores que se han movido en el tema pueden decir -y lo han dicho-: tuvimos razón al pedir la investigadora de ANCAP, tuvimos razón al hacer las denuncias penales, provocamos el cambio de autoridades en ANCAP, llevamos a Sendic a tener que renunciar, impulsamos los hechos que llevan al pedido de procesamiento de quien hasta hace pocos meses era el vicepresidente de la República.
AS: Pero también se ha pedido el procesamiento para un dirigente colorado, que integró el directorio de ANCAP en el anterior periodo de gobierno.
EB: Así es. Este es un problema que en principio puede generarle algún conflicto interno al Partido Colorado. Es cuestión de esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos si efectivamente el juez está de acuerdo con el fiscal y dicta el auto de procesamiento.
Algunos partidos políticos han adoptado la decisión que si uno de sus miembros es procesado, automáticamente es suspendido en su condición de miembro del partido. Lo que hay que ver si esto se da en esta oportunidad.
Lo que parece claro es que si un partido suspende a un miembro de su partido, condiciona al otro partido. El tema es ver quién mueve primero y cómo responde el otro. De darse todos los procesamientos, o los dos con mayor implicancia política, se plantea un duelo entre el Partido Colorado y el Frente Amplio, más allá del peso político y de responsabilidad institucional del miembro colorado y del miembro frenteamplista.
AS: ¿Como conclusión?
EB: Hay que ver cómo puede afectar al Frente Amplio esta instancia judicial del caso ANCAP-Sendic, por llamarlo de alguna manera. Lo que parece, desde nuestra perspectiva analítica, es que un eventual procesamiento de Sendic no parece que le genere nuevos costos al Frente Amplio, no porque no importe, sino porque ya lo afectó y lo afectó de manera muy importante: no es poco registrar una caída de un tercio de los votantes, más allá de que empiece a recuperar a unos cuantos. Lo que no parece que vaya a haber costos directos adicionales para el Frente Amplio.
Otra cosa es la afectación personal de Sendic, se vería agravada aún más, ya que un procesamiento sería un nuevo golpe personal. Y además la afectación de su grupo político, la Lista 711, que ha iniciado un proceso de disgregación y que recibiría un golpe muy fuerte.
También hay que ver si se procesa o no al ex director colorado de ANCAP. Si ocurre, hay que ver cómo reacciona el Partido Colorado. Y cómo repercute en el Frente Amplio una reacción colorada.
Más allá de que el Frente Amplio no se vea particularmente afectada en este momento, lo que es claro es que hay un triunfo moral de la oposición: del Partido Nacional, del Partido Colorado, del Partido Independiente y de Unidad Popular.