Radio Uruguay - Puntos de Vista
Las elecciones internas no dejaron grandes sorpresas. Luis Lacalle Pou confirmó la fórmula electoral con Beatriz Argimón, y el Frente Amplio y el Partido Colorado deberán definir quién acompañará a Daniel Martínez y Ernesto Talvi.
L.C.: No tantas sorpresas…
E.B.: Sorpresas grandes, ninguna. Matices sobre cómo terminó sí. Talvi terminó ganando. La línea que veníamos conversando, que venía creciendo a la par de una caída de Sanguinetti siguió la misma tendencia que se venía dando. Incluso estaban dentro del margen de error, habían quedado muy pegados en términos estadísticos.
En el caso del Partido Nacional, la sorpresa quizás sea que Sartori votó por debajo de lo que venía registrando. La hipótesis principal que tenemos es que el sector donde recogía mayoritariamente sus votos, su intención de voto, que es menos proclive de ir a votar, finalmente no fue a votar. Tuvo más de 90.000 votos, no es poca cosa.
Y en el Frente Amplio tampoco hay sorpresas. Ganó el que se preveía, acortándose las distancias entre Andrade y Cosse.
O.B.: Cosse quedó por debajo de lo que era un piso de necesaria integración en la fórmula. Es un tema de debilidad numérica, que hace posible que vaya a la fórmula o no. Y no solo estuvo por debajo del 30%, sino la proximidad con Andrade. Eso hace que la visión de la obligatoriedad de la fórmula sea distinta. También es cierto que, a diferencia de Lacalle Pou o Talvi, no hay en el FA un ganador que haya avasallado dentro del partido. Es la primera vez que el FA elige un candidato bastante por debajo del 50%. Para relevo de liderazgo, no da una señal de fortaleza.
E.B.: Y ahí hay otra lectura. ¿Cuánto de interna tiene esto, y cuánto hay de factores externos que influyen? Manini sacó 47.000 votos. La diferencia entre Talvi y Sanguinetti fue de 40.000 votos. ¿De dónde salen los votos de Manini? Los estudios que hemos hecho muestran que Manini crece al influjo de Sanguinetti; le quitó votos. Ese también es un dato importante, sin quitar mérito a Talvi, que hizo una campaña muy buena.
L.C.: ¿Cómo arranca cada uno el día después?
O.B.: Son tres situaciones completamente distintas. El Partido Colorado es el que tiene el quiebre histórico más importante. Casi tan importante como el fin del tercer batllismo y la aparición de Bordaberry. Había un fin de la etapa Bordaberry, un renacimiento del anterior batllismo, y esto produce un quiebre, porque Talvi no se opone solamente a los batllistas, al aparato de Sanguinetti, sino que la conceptualización ideológica de Talvi es contraria al batllismo. Acá se expresa un cambio ideológico en el predominio en el PC, que le crea una gran afinidad con lo que expresa ideológicamente Lacalle Pou, en lo económico y en lo educativo. El gran desafío que tiene Talvi es entre profundizar esta renovación ideológica, y conservar un partido sin fugas. Que se fortalezca y eventualmente pueda crecer a través de su propuesta. Este resultado favorece mucho a Cabildo Abierto, puede favorecer al Partido de la Gente, y no es mala noticia para el Frente Amplio. Ya Larrañaga, por sí solo, dejó de ser frontera, se corrió lejos del FA, y ahora encuentra que Sanguinetti, que estaba muy lejos del FA en algunas temáticas, por otro lado, en temas como la agenda de género, la laicidad, el aborto, era total la superposición entre ambas posturas. Ahora el FA pierde ese competidor. En la peor votación en la historia del Frente Amplio encuentra un panorama político aireado. Tiene menos competidores de frontera.
E.B.: El resultado va a depender mucho de cómo surzan estas diferencias entre Talvi y Sanguinetti, si es que se surcen.
O.B.: Talvi claramente no quiso la fórmula con Sanguinetti. Que no la haya querido anteriormente es razonable, porque estratégicamente podía verse como que aceptaba salir segundo. Pero ayer no aparecieron unidos, abrazados. Talvi quiso manejar una distancia, como el PN la manejó con Sartori. Lacalle Pou apareció con Sartori en la extrema izquierda del estrado, Larrañaga en la extrema derecha, y él rodeado por su gente y la de Antía. No era la foto de todos los candidatos juntos, que sí hizo el FA. No sé si a Talvi le interesa tener a alguien del sanguinettismo en la fórmula.
L.C.: El Frente tuvo su foto. ¿Cómo sigue?
E.B.: La primera alerta es que el FA votó muy mal. El liderazgo de Martínez no es el que podía haber sido, el segundo lugar quedó bastante cercano. Previamente, Martínez dio señales, más de una vez, de que no estaba resuelto que la fórmula fuera el primero con el segundo o la segunda. El resultado ayuda a esa postura. Si quedaron tan parejos el segundo y el tercer lugar, discutamos. Esto abre el abanico para que el FA empiece una negociación, que puede ser rápida y salir bien, puede demorarse y salir mal, a la inversa, ser corta y mala. Esa imagen de unidad, de todos abrazándose, no se condice con la fórmula. Hay que ver cuánto se aleja y cuánto no de ese símbolo de unidad. Es un desafío que tiene por delante.
O.B.: Todo indicaría que la fórmula presidencial va a tener una mujer como candidata a la vicepresidencia, y que va a corresponder al espacio diferente, que representan Cosse y Andrade, y que tiene como gran referente a Pepe Mujica. Es muy claro que su papel va a ser decisivo en la definición de la fórmula, y ya había la voluntad de definir todo el sábado en el Plenario Nacional. Estos resultados pueden habilitar una de las posibilidades más manejadas, que sea una persona que se vea, más por sus condiciones de candidatura, que pueda cumplir la vicepresidencia en la forma que lo está haciendo Lucía Topolansky. Articuladora con la oposición, conductora de la bancada oficialista. Por ahí puede dar el perfil, y hay una candidata que está “picando” por ahí.
L.C.: Lacalle Pou la encontró pronto. Movió rápido.
E.B.: Sí. No fue una decisión del domingo. Era un nombre que estaba sobre la mesa desde hace mucho tiempo. Parece una decisión no consensuada pero sí aceptada. Lacalle Pou fue leyendo bien previamente, midió mucho sus apariciones y desapariciones públicas y, en función de los resultados que obtuvo, terminó con las manos más o menos libres para tomar la decisión.
O.B.: Era notorio que en el entorno de Larrañaga y Antía, cualquier cosa que evitara que Sartori fuera candidato a la vicepresidencia estaría bien. Y Lacalle Pou duplicó a Sartori, y la suma de Larrañaga y Antía. De alguna manera tuvo el 2 a 1 con cada una de las alas minoritarias. Eso le facilitó el juego.