Concierto Urbana FM – Después de Hora
“Hay un crecimiento espectacular del PC. Y el grueso abrumador de este crecimiento fue en torno a la figura de Talvi, y en torno a un electorado de clase media, media alta, y sobre todo joven. Acá viene un dato que no es nada menor, que cambia la ecuación: este electorado era mucha gente que había votado por primera vez al FA en 2014, o votante por primera vez de hogares de viejos votantes frenteamplistas. El FA encuentra, de golpe, en la figura de Ernesto Talvi, un enemigo en cuanto a disputar el mismo nicho electoral, del que carecía”.
B.R.: Desde hace bastante tiempo, las principales empresas consultoras han halado de un posible balotaje en noviembre, entre el Frente Amplio y el Partido Nacional Lo sucedido en las primarias, el resonante triunfo de Ernesto Talvi en las internas coloradas y su importante aumento en la intención de voto de las últimas encuestas, están poniendo al Partido Colorado en condiciones de competir ajustadamente con el PN, para enfrentar en el balotaje al FA. Sobre esto quiero hablar contigo.
O.B.: Conviene hacer un poco de historia de Ernesto Talvi, para ver todo en contexto. Talvi es un hombre que hace 22 años empezó a dirigir el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, CERES, que puede definirse como un think tank, una institución de fabricación o elaboración de pensamiento, muy centrado en lo económico. Habitualmente realizaba exposiciones ante empresarios, dirigentes; diagnósticos, prospectivas económicas. Posteriormente pasa a agregar el componente político, y en los últimos tres años, del think tank dirigido por Talvi sale todo un proyecto de reforma educativa, de cómo encarar la educación en distintos ángulos, y empieza a recorrer el país. Tiene el apoyo, sobre todo logístico, de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, de los centros comerciales e industriales del interior, y recorre el país exponiendo ante públicos calificados ese proyecto educativo.
Recordemos, por otro lado, que el Partido Colorado, desde abril de 2016 queda un poco a la deriva. Bordaberry se retira cuando el PC está en el entorno del 7% al 6%, inmediatamente después de su retiro se registra el 6%. Ahí aparece la figura de Talvi como posible candidato presidencial, cosa que es vista como tal. Actúa como tal desde comienzos de 2018, y de ese 6%, 7% que tiene el PC, aparece, claramente, reteniendo el 4%. En mayo de 2018 es cuando reaparece Sanguinetti, que levanta mucho al PC, y este año, Talvi, ya oficializada su candidatura, hace un giro en su campaña, y empieza a crecer, y llega al triunfo el 30 de junio. En esto hay elementos de contexto que a uno lo ayudan, y lo que uno mismo logra aprovechar de ese contexto. Estar adecuadamente preparado para el momento en que aparece la oportunidad. Cuando no se está preparado, fuera de contexto, cuesta más, más allá de los méritos, y cuando el contexto aparece, y la persona no está preparada, tampoco sirve. Ocurre, con Talvi, que logra el último mes de la campaña, un gran sprint, una velocidad de crecimiento muy fuerte. Su gran competidor, el sector que eran los batllismos, no se juntan y aparecen divididos. Sanguinetti por un lado y Amorín Batlle por otro. Amorín obtiene unos 24.000 votos, Sanguinetti casi 70.000, la suma de los dos es cerca de lo de Talvi, pero por debajo de él. Pero, al estar divididos, el triunfo de Talvi adquiere una magnitud mayor, porque se mira a Talvi frente a Sanguinetti. Esto es importante, porque las imágenes juegan mucho en la generación de efectos políticos.
Otro elemento es la aparición, en el mes de abril, de la candidatura de Guido Manini Ríos, que succiona muchísimo voto colorado. De esos 50.000 que obtiene, probablemente, entre las tres cuartas partes y el 80% son de origen colorado, y se los sustrae directamente a la candidatura de Sanguinetti, lo que ayuda muchísimo al triunfo de Talvi. Y por último hay que señalar dos cosas: un hecho puntual y un hecho genérico. El hecho puntual es el debate Andrade-Talvi, un debate de altísimo nivel que posiciona a los dos. Después de ese debate vimos un Talvi en ascenso fenomenal en los últimos días, y un Andrade en ascenso fenomenal. Y por otro lado, hablando ya de Talvi en particular, donde este debate no fue nada menor, un Talvi que empieza a seducir con fuerza a la gente joven, de clase media, media alta, de 48 años para abajo, allí es donde provoca una fenomenal seducción, yo diría entusiasmo. Esto crea un fenómeno que muestra que el fenómeno de ganar el 30 de junio fue menor al efecto que produjo. Es decir, ese envión final, luego le hace pegar un salto al momento de hoy.
Se calculaba que al PC lo iban a votar 140.000 personas, y pasa los 180.000. ese crecimiento, en general, es un crecimiento de lo traído por Talvi. Diría que el PC no aumenta 40.000, aumenta 80.000, porque tiene que compensar los 35.000, 40.000 que se le van hacia Cabildo Abierto, y a su vez, llegar a 180.000. Hay un crecimiento espectacular del PC. Y el grueso abrumador de este crecimiento fue en torno a la figura de Talvi, y en torno a un electorado de clase media, media alta, y sobre todo joven. Acá viene un dato que no es nada menor, que cambia la ecuación: este electorado era mucha gente que había votado por primera vez al FA en 2014, o votante por primera vez de hogares de viejos votantes frenteamplistas. El FA encuentra, de golpe, en la figura de Ernesto Talvi, un enemigo en cuanto a disputar el mismo nicho electoral, del que carecía. La gran ventaja que el FA tenía hasta ahora era que se había creado un muro que determinaba que el que estaba disconforme con el FA tenía que pegar un salto para votar del otro lado, sobre todo a partir de que el Partido Independiente aparece mucho más duramente opositor. Ya no era un deslizamiento ir al PI, y ahora aparece Talvi que sí permite ese deslizamiento. Estamos hablando de algún frenteamplista desilusionado, del frenteamplismo moderado, frente a un Talvi que aparece visto más como batllista, como alguien de centro, que hace contacto con la centroizquierda, no hay entonces que pegar un salto.
B.R.: Mucho más natural.
O.B.: Claro. Y al ser natural es mucho más fácil el cambio. Esta es la gran amenaza que encontró el FA. Estamos viendo, en algunas encuestas de colegas de FACTUM, que insinúan que la distancia entre el PN y el PC ya no es de 15 puntos, ni de 2 a 1. Esto sugiere que empieza a haber, después se verá la magnitud, la intensidad, una segunda carrera dentro de la elección al 27 de octubre. Por ahora se venía dando, como dato cierto, que el candidato que iba a enfrentar a Daniel Martínez en el balotaje era Lacalle Pou. Ahora aparece una incógnita, lo que podemos llamar la segunda carrera, o el segundo juego dentro de la misma carrera, que es la duda sobre si efectivamente es un dato cierto que el contendor de la fórmula Daniel Martínez-Graciela Villar es Luis Lacalle Pou-Beatriz Argimón, o podría llegar a ser Ernesto Talvi-Robert Silva. Este es un cambio sustancial en el panorama. ¿Quiénes van al balotaje? Es obvio que va el FA, porque no hay ninguna duda de que es el primero de los partidos, pero ahora, dado el dato incuestionable de que Daniel Martínez-Graciela Villar es una fórmula puesta hacia el balotaje del 24 de noviembre, se abre una incógnita sobre si es tan seguro, como se venía pensando hasta ahora, que el otro contendor sería la fórmula Luis Lacalle Pou-Beatriz Argimón, o existe ahora la probabilidad de que el contendor no sea esa fórmula, sino que sea Ernesto Talvi-Robert Silva.
B.R.: Cabría aclarar qué pasaría en un balotaje entre Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou, o entre Martínez y Ernesto Talvi.
O.B.: Quiero aclarar que la posición nuestra es la de tener mucho cuidado con manejar escenarios muy adelantados. En la elección pasada, lo que llamamos ejercicios binarios, nos daba que Tabaré Vázquez tenía una ventaja no demasiado grande sobre Luis Lacalle Pou. Tanto que eso hacía ilusionar a muchos partidarios de Lacalle Pou, muchos partidarios del PN, con que la elección de noviembre iba a ser cabeza a cabeza. Sin embargo, la distancia real terminó siendo la más grande de todas las que ha habido en los balotajes. Esto ocurre porque el último domingo de octubre, no solo se recoge una opinión de la gente mediante votos, sino que ese resultado crea un nuevo hecho político. Por ejemplo, que el FA votó mucho más arriba de las expectativas, el PN más debajo de las expectativas, y el FA termina el día lunes consagrándose con mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, y la mitad de los senadores, que le aseguraba que, de ganar el balotaje, también tenía mayoría absoluta. Por lo tanto, llegó con un desnivel a su favor que es muy diferente al que se imaginaba la gente al momento de hacer el ejercicio binario previo. Por lo tanto, lo que hoy midamos de Daniel Martínez y Lacalle Pou, o Daniel Martínez y Ernesto Talvi, está muy lejos de ser realmente una visión de lo que puede ocurrir. No hay buenas mediciones de esto hasta después de que se votó el 27 de octubre, se vio el resultado de los partidos, se dibujó el hemiciclo de la Cámara de Senadores, se dibujó el hemiciclo de la Cámara de Representantes. Por lo tanto, a nosotros nos parece que la prudencia lleva a ir viendo la carrera de aquí al 27 de octubre. Ahí se abre otra carrera a partir de un nuevo escenario.