TV Ciudad - Informe Capital
“Creo que ninguno de los dos cerró de la mejor forma. Ese minuto, que podía ser un mensaje contundente, no lo fue en ninguno de los dos casos”.
P.T.: Es momento de pasar raya, más distanciados de lo que pasó ayer. ¿Te parece que los candidatos llevaron “ideas fuerza”, estrategia clara de qué es lo que querían decir?
E.B.: Sí, creo que sí. Quizás no es lo que se esperaba, lo que algunos esperaban. Sí, había una estrategia clara. Para empezar, todo el discurso, sobre todo el de Daniel Martínez, aparece estructurado claramente en una lógica de defender al Frente Amplio, de apropiarse de los 15 años del Gobierno del Frente Amplio, que no había sido tan claro en otros momentos . Sin embargo, ahora la estrategia es la construcción de un proyecto político, el final lo termina así. Y también la estrategia de posicionar a Lacalle Pou en el pasado y la inexperiencia. Y del otro lado, Lacalle Pou con la estrategia de descalificar al FA en términos de las mentiras o los incumplimientos que ha tenido, y reafirmar el concepto, que viene desde hace mucho tiempo, de hacerse cargo, en contraposición a que el FA, lo que ha hecho hasta ahora, es responsabilizar de los problemas a otros, y no hacerse cargo. Parecen cosas menores en los términos estratégicos de propuestas, pero son elementos estratégicos para marcar el posicionamiento propio y del rival.
M.R.: ¿Eso lo notás con coherencia en las alocuciones de los dos a lo largo de todos los ejes, o lo focalizás según el caso, en algunos momentos del debate más que en otros?
E.B.: Estos ejes estratégicos estuvieron a lo largo del debate. En algunos con más énfasis, y en otros menos. En el caso de Lacalle Pou fue constante y recurrente en cada uno de los bloques el repetir los conceptos. En el caso de Daniel Martínez no era así, pero hizo referencias, en distintos bloques, o al pasado, o a la inexperiencia, o a la década del 90, para posicionar al otro, y marcando constantemente esas falencias que quería hacer ver en el caso de Lacalle Pou.
P.T.: ¿Era previsible esto o podría haber habido una estrategia que le hubiera resultado más favorable a uno o a otro?
E.B.: Desde el lado de los frenteamplistas critican a Lacalle Pou la falta de propuestas. Quizás, y esto es lo que se ha visto, es que hubo falta de propuestas en los dos lados. En términos de debate hay posicionamientos claros y tácticas distintas. Acá se eligió la de tomar ejes muy gruesos, dos grandes posicionamientos a lo largo de todo el debate, y no hubo demasiadas propuestas. En lo único que hubo un punteo de propuestas fue en el tema de la Seguridad. Sin embargo, si viene un extraterrestre y mira las propuestas, por lo que dijeron ayer, son muy parecidas. Nombraron las comisarías, uno nombró el abigeato, el otro la Policía Rural. Hubo un montón de coincidencias, porque en el debate hay muy poco tiempo y se presentaron así. En el caso de Daniel Martínez, lo que hizo en ese eje, que era el más complejo para la defensa del propio gobierno del FA, porque la Economía es según el año que se tome, y en Seguridad no hay año que se tome que pueda serle favorable, y ahí es donde entra la jugada de nombrar a Gustavo Leal como posible ministro. Opaca las propuestas pero, además, mueve el eje de discusión. Se empezaron a centrar los titulares, y lo que surge del segundo bloque del debate, es el nombre de Gustavo Leal. No hay eco posterior a otros elementos.
M.R.: ¿Cómo evaluás la respuesta de Lacalle Pou ante eso? Anticipar que, si es Gobierno, un ministro será Fulano de Tal.
E.B.: No hubo respuesta. Se siguió con la misma línea. Claramente ya tenían previsto atacar a Leal, porque estaban los números y las citas. Quizá lo que desacomodó fue que ya lo nombrar como ministro del Interior, y ahí sí estuvo bien, en la dinámica del debate, en buscar asimilar rápidamente a Leal con Bonomi. Lo que Martínez busca es diferenciarse, y en seguida Lacalle Pou pega a uno con el otro.
M.R.: Pensaba qué desafío grande debe ser, para alguien que se prepara para un debate, tener claro el mapa, la hoja de ruta trabajada durante mucho tiempo, pero también la suficiente cintura como para dejar de lado algo de lo libretado y poder salirse y responder estas cuestiones que la otra persona va a plantear, que no se pueden adivinar de antemano.
E.B.: Ese es el arte de los debatientes. En eso hay una ventaja de Lacalle Pou sobre Daniel Martínez. En términos de debatientes tiene más experiencia, y se vio mucho más manejo del debate, de la discusión, incluso de cámaras y televisivo. Hijo de presidente y 20 años de parlamentario, con un montón de entrevistas encima, con una campaña electoral como presidenciable.
P.T.: Martínez también tiene una vasta trayectoria como jerarca de gobierno, y un período como senador.
E.B.: Sí, pero el ejercicio del debate se da mucho más a nivel parlamentario que Ejecutivo.
P.T.: ¿Qué pasa con los últimos dos bloques? Me da la sensación que no fueron tan claros en propuestas. ¿Cómo viste la estrategia en Desarrollo Humano, que eran temas más candentes, como Educación. Poco se habló de Salud, poco se habló de Vivienda.
E.B.: No se mencionó Deportes, no se mencionó Futuro. De algunos se habló poco y de otros no se habló. Estaban enumerados, pero no se habló. Se habló poco y hubo pocas propuestas. Creo que hay un esbozo de propuestas de Lacalle Pou, poniendo el eje en el tema elección de horas, permanencia, pero no hay novedad. Lo que se hizo fue mencionar, rápidamente, algunos de los elementos que se vienen planteando desde hace varios años. Para que el debate funcione en términos de impacto tiene que tener novedad, y en este caso no hubo. La vivienda apareció lateralmente, y el enfoque de las políticas sociales, que fue un tema de debate muy fuerte hace dos, tres semanas, ayer no se tocó. Eso tiene un componente ideológico fuerte, sobre cuál es el rol del Estado, cuál es la función del Ministerio de Desarrollo Social.
P.T.: Si mal no recuerdo, Lacalle Pou había dicho que no iba a tocar nada de lo avanzado en políticas sociales.
E.B.: Sí, pero la discusión pasaba por la focalización y los programas. Ahí entra un poco lo del primer bloque, sobre la eficiencia del gasto. En los debates previos, no simultáneos, en los cruces de declaraciones, ese había sido un elemento sustantivo, y no apareció ayer en esos términos.
M.R.: En ese bloque nos había llamado la atención, sobre todo del lado de Martínez, la no mención de los logros en materia de Agenda de Derechos.
E.B.: Eso ha llamado la atención, incluso de forma posterior, cuando se analiza por distintos actores. La Agenda de Derechos sin duda es un logro del Frente Amplio para el propio FA, es un logro para el proyecto de Gobierno, o los gobiernos, independientemente de la fuerza política, y además es un tema que ha posicionado a Uruguay en términos mundiales. Algunos criticando, pero ha puesto a Uruguay en la agenda, como un país que va haciendo transformaciones, al ritmo o por encima del ritmo de Europa. Es raro que no lo haya posicionado como uno de los grandes logros. Pensábamos que podía ser parte del cierre; que en el minuto final hablara de las cosas que se pueden perder. Y no lo hizo así. Presentó cómo era el país antes. Y podía haber puesto en un lugar incómodo a Lacalle Pou, que hace poco hizo una declaración respecto a despenalización del aborto, diciendo que iba a hacer una Agenda Pro Vida. En ese debate podría haber estado el cuestionamiento de a qué se refiere cuando habla de la Agenda Pro Vida, y buscar un intercambio. No tenía mucho para perder, y podía poner en un lugar más incómodo a Lacalle Pou, quitarlo del libreto.
P.T.: ¿Qué te parecieron los minutos finales? Pienso en Martínez pidiendo que lo voten por un proyecto, y a Lacalle Pou mencionando lo de la alternancia. ¿Fueron poco contundentes? ¿Fueron buenos mensajes?
E.B.: En el balance entre lo construido en términos de discurso y la espontaneidad en función de lo que haya sido el debate, podía haber sido un diferencial importante. Creo que ninguno de los dos cerró de la mejor forma. Ese minuto, que podía ser un mensaje contundente, en ninguno de los dos casos terminó siendo contundente. Daniel Martínez empezó hablándole a los jóvenes, como uno de los lugares de referencia, para hablar sobre cómo era el país antes. Habló de la Policía, de los hospitales, de la pobreza, las ollas populares, habló de no retroceder en los logros, pero no avanzó en qué logros, que quizá era más importante que lo otro.
P.T.: Y cuando hace mención a que voten el proyecto, ¿Es porque no se ve cómo líder, porque no tiene ese liderazgo potente que tenían otros antes?
E.B.: Ahí hay una falencia de Martínez. Inicialmente, el proyecto Daniel Martínez presidente es un proyecto personalista; toda su construcción fue bastante personalista. Y da un vuelco ahora en el proyecto Frente Amplio. Eso es lo que quiere remarcar. Es verdad que su figura, como candidatura presidencial potente, no tiene la fuerza que podía tener Danilo Astori, José Mujica o Tabaré Vázquez. Es un proceso de renovación que el FA está experimentando, muy fuerte, y cuesta. Y como cuesta, había que dejar de lado el personalismo y subirlo más al proyecto político. En el caso de Lacalle Pou habló de la alternancia, del hacerse cargo, y apeló, de alguna forma, a una cosa más emocional, buscando confianza. Lo hizo hablando del tema políticas sociales, cuando se refirió a las personas en situación de calle y de quienes viven en asentamientos, humanizándose, quitando el foco de los números, y cerró buscando la confianza personal para hacerse cargo.
M.R.: Es muy probable que en un mes se vuelvan a ver en un debate obligatorio por ley. ¿Te imaginás que mucho de lo guardado, o algunas de las cosas no mencionadas puedan aparecer? ¿Qué se puede esperar?
E.B.: Uno de los elementos centrales va a ser a quién represente Lacalle Pou, y en qué situación llegue Daniel Martínez. Eso ya traza los posicionamientos. Si el enfrentamiento de Martínez es con un Lacalle Pou fuerte, con una coalición fuerte y consolidada, o con una coalición todavía débil y sin cerrar. Y por otro lado, si Daniel Martínez llega con una votación favorable dentro de los márgenes que estamos viendo en las encuestas, más cercano al 45% que por debajo del 40%; son escenarios totalmente distintos para cómo se encara eso. Y hay otros temas que seguro se van a tratar ahí, que no se trataron ayer.
P.T.: Cuando Lacalle Pou habló de alternancia me sugirió que dejó la puerta abierta para votar a una coalición, y me hizo acordar a su padre, que también hablaba de ejercer la autoridad.
E.B.: Sí. La mención del ejercicio de la autoridad también la usó Lacalle Pou en la elección anterior. El ejercicio de la autoridad y el hacerse cargo son dos conceptos que viene trabajando hace tiempo. Lo que le ataca al FA es no hacerse cargo y no tomar el sartén por el mango.