El Observador
Cuando se observan las que parecen extrañas alianzas, es posible que pudiere haber conjunciones por mera necesidad táctica o conveniencia de momento. Pero sustancialmente corresponde observar en cuál o cuáles ejes se producen los puntos de contacto entre los aliados. Y, por sobre todo, no buscar juegos tácticos cuando hay aproximaciones sustanciales.
Hay que ver los ejes en lo institucional, político, económico, social.
La política, como la propia vida, tiene muchos más matices de los que se ve a simple vista. Por eso, cuando se ve en blanco y negro, sorprenden algunos juegos en el tablero que para un observador simple parecen contra natura.
Es que en una visión macro, el sistema político expresado a nivel parlamentario se compone de dos bloques y un partido no alineado. Un bloque, al que se le llama “Coalición Multicolor”, compuesto por el Partido Nacional (PN), el Partido Colorado (PC), Cabildo Abierto (CA), el Partido Independiente (PI) y el diputado electo por el Partido de la Gente; del otro lado, el Frente Amplio (FA); y en forma no alineada, que se inclina para un lado o para el otro según el tema, el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI). De donde lo normal es que sea previsible normalmente el voto para un lado del pentapartito multicolor y para el otro lado del FA, con la lógica oscilación del PERI. Esta es la descripción simple de la arquitectura política presente, en que la línea divisoria pasa más o menos por el eje derecha-izquierda.
Sin embargo, para consternación de muchos no avisados, se han dado votaciones parlamentarias llamativas, que generaron reacciones diversas. Algunas de las combinaciones habidas expresadas en votaciones parlamentarias:
Uno. De un lado PN+FA+Batllistas. Del otro lado CA+Ciudadanos+PI+PERI
Dos. De un lado PN+CA+Batllistas. Del otro lado FA+Ciudadanos (al ser en el Senado, PI y PERI no jugaron)
Tres. De un lado FA+CA+PERI. Del otro lado PN+PC+PI
Cuatro. Alineaciones normales, salvo voto del PI en disidencia con el resto de la Coalición Multicolor.
En una lectura en el eje derecha-izquierda y una clasificación apriorística de en qué lugar se ubica a cada quién, es que las alianzas circunstanciales se consideran contra natura. El punto esencial es que no solo hay que afinar mucho la clasificación de cada cual en ese eje, sino analizar detenidamente el tema de los ejes.
Primero ¿Qué es un eje en ciencias sociales? La definición de eje no es muy diferente a la geometría euclidiana: es una recta, una línea que se extiende en una misma dirección; por tanto, tiene una sola dimensión y contiene un número infinito de puntos. O una línea definida por dos puntos en el espacio, en torno a la cual cabe disponer formas y espacios.
Frente a ello hay dos posturas negacionistas. Una es la negación pura y simple de la existencia del eje, lo que choca con dos problemas: el primero, que el uso de ejes (y en particular derecha-izquierda) es ampliamente dominante en los estudios sociológicos y politológicos; el segundo, que para el caso del Uruguay, entre el 90% y el 92% de la población adulta se ubica en algún punto entre la extrema izquierda y la extrema derecha, es decir, utiliza el eje y se autoposiciona en el mismo.
La otra postura es la que se expresa en la frase “los extremos se tocan”. Si un eje es una línea recta definida por dos puntos en el espacio, los extremos son los puntos más separados entre sí. Si se tocan, no se está ante una recta sino ante una circunferencia, de donde no se está ante un eje sino ante una rueda. Entonces, esto lleva de otra forma al negacionismo, que no es aceptado al menos aquí por 9 de cada 10 personas.
Lo que ocurre y entorpece el análisis es no tomar en cuenta que hay múltiples ejes y no uno solo. En principio, de valor universal, caben cinco ejes:
Uno, derecha-izquierda, en relación al Estado, a la autoridad pública, a la historia, a la defensa del pasado (o de un pasado ideal) y la defensa del futuro (de un futuro imaginario)
Dos, conservador-liberal, en el orden ético-cultural, de los valores, entre el seguimiento de los valores tradicionales y la adhesión a nuevos valores, transgresores o rupturistas con los valores tradicionales. A su vez es una contraposición entre la regulación del individuo por las instituciones dominantes en lo cultural (desde el punto de vista antropológico) y la mayor libertad del individuo-
Tres, liberalista-dirigista, en el plano económico. Que es la contraposición entre la plena libertad del individuo en el plano económico (la mayor libertad de mercado, la mayor libertad de empresa) y el máximo estatismo, ya fuere mediante el dominio de la propiedad por el Estado o por la mayor regulación e intervención.
Cuatro, autoritario-libertario, en el plano político. Que es la contraposición entre el mayor peso del Estado y la mayor libertad del individuo.
Cinco, colectivismo-individualismo. Entre la primacía de lo colectivo o la primacía de lo individual. La sociedad por encima del individuo o el individuo por encima del conjunto.
Como puede observarse, la libertad aparece en lugares distintos según se trate de lo político, lo valorativo-cultural, lo económico, la organización del Estado y la sociedad. Y hay más ejes, según el tiempo y el lugar: en muchas partes del mundo la contraposición entre lo nacional y lo extranjero, entre lo metropolitano y lo rural, entre la adhesión a un conjunto nacional o la adhesión a un particularismo regional.
Cuando se observan las que parecen extrañas alianzas, es posible que pudiere haber conjunciones por mera necesidad táctica o conveniencia de momento. Pero sustancialmente corresponde observar en cuál o cuáles ejes se producen los puntos de contacto entre los aliados. Y, por sobre todo, no buscar juegos tácticos cuando hay aproximaciones sustanciales.
Si se toma como punto de análisis el Frente Amplio, es posible observar como sus mayores aproximaciones son diferentes según el eje. Y entonces se podrá observar cómo por ejemplo en el rol económico del Estado está más cerca de Cabildo Abierto y luego del Partido Colorado, mientras su mayor lejanía es con el Partido Nacional. O en el tema del papel de la laicidad (en la concepción dominante en Uruguay del término) su mayor cercanía es con el Partido Colorado (y especialmente con los batllistas) y su mayor lejanía con la mayoría del Partido Nacional y con Cabildo Abierto.