17 Oct. 2019

Intención de voto para el plebiscito “Vivir sin miedo”

Eduardo Bottinelli - Diálogo con Fernando Blanco

TNU

El 40% de los uruguayos apoyará “Seguro” el Plebiscito “Vivir sin miedo”, y el 16% está “Dudoso”. La amplia mayoría de los votantes del Partido Nacional, Partido Colorado y Cabildo Abierto se inclina por acompañar la iniciativa.

De acuerdo a la Encuesta Nacional FACTUM de octubre de 2019, en cuanto al Plebiscito Vivir sin Miedo, que se desarrollará el 27 de este mes, el 40% de los consultados afirma que lo votará “Seguro”, y el 16% tiene dudas de hacerlo. La suma de “Seguros” y “Dudosos” alcanza el 56%.

En abril de 2019, el 46% decía que lo votaría “Seguro”, y el 12% “Dudoso”; en mayo, el 44% votaría “Seguro” y el 15% “Dudoso”; en abril, quienes lo votarían “Seguro” eran el 47%, mientras que los “Dudosos” constituían el 13%; en el bimestre julio/agosto, los “Seguros” eran el 41%, y los “Dudosos” el 14%; en agosto/setiembre los “Seguros” se ubicaban en el 40% y los “Dudosos” en el 19%, y en la última medición los “Seguros” vuelven a estar en el 40%, pero los “Dudosos” bajan al 16%.

Entre los votantes del Frente Amplio, un 15% lo votará “Seguro” y un 10% “Dudoso”. De los votantes del Partido Nacional, un 61% lo votará “Seguro” y un 20% “Dudoso”. Entre los votantes del Partido Colorado, los guarismos se ubican en 52% para los “Seguros” y 19% para los “Dudosos”, y entre los votantes de Cabildo Abierto se sitúan en 67% y 17%, respectivamente.

FICHA TÉCNICA
EMPRESAFactum
FECHA DE REALIZACIÓN2 al 8 de octubre de 2019
TAMAÑO MUESTRAL1004 casos (502 por telefonía fija y 502 por telefonía celular)
UNIVERSO REPRESENTADO POR LA MUESTRAHombres y mujeres, residentes en el país, urbano y rural, en condiciones de votar el 27 de octubre de 2019.
MARCO MUESTRALCenso de Personas 2011 – Instituto Nacional de Estadística
TIPO DE MUESTREOAleatorio estratificado en primer lugar a los respectivos departamentos y en segundo lugar a las localidades en interior y a los barrios en Montevideo. Se aplicaron cuotas de Sexo y Edad proporcionales a la distribución poblacional.
METODO DE SELECCIÓN DE ENTREVISTADOSSelección inicial de individuo en forma aleatoria hasta completar cada cuota preestablecida.
TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE DATOSMultimétodo: telefonía fija a domicilio y telefonía celular a los titulares de los respectivos servicios
MARGEN DE ERROR ESTADÍSTICO MÁXIMO DEL TOTAL DE LA MUESTRA Y NIVEL DE CONFIANZAEl máximo margen de error para el total de la muestra y para la hipótesis más desfavorable (p.q=0,5) es de ± 1,6% en el nivel de confianza de 1 sigma y de ± 3.2% en el de dos sigmas
PREGUNTAS UTILIZADASCuestionario estructurado con prevalencia de preguntas cerradas (opciones de respuesta preconfiguradas). En algunas preguntas se abre la posibilidad de que el encuestado señale otra categoría no preconfigurada.
VARIABLES DE PONDERACIÓN UTILIZADASEn esta encuesta no se consideró necesario la utilización de ponderadores
FINANCIACIÓNLa Encuesta Nacional Factum es financiada por medios de comunicación, partidos políticos, instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales, fundaciones extranjeras y suscripciones de particulares
Análisis de Eduardo Bottinelli

F.B.: Hoy nos vas a contar el resultado de la encuesta referida al Plebiscito Constitucional propuesto por Jorge Larrañaga.

E.B.: Hasta el momento no habíamos publicado ninguna encuesta relativa al plebiscito, esta es la primera vez que lo hacemos, y la idea es ver cuál es la posición que la población tiene con respecto al Plebiscito Vivir sin Miedo que se va a estar votando junto con las elecciones nacionales. Es importante marcar que el voto es solamente por el Sí, el que no vota no deposita ninguna papeleta. No existe el voto por el No.

En el primer gráfico, del lado izquierdo, tenemos a los que dicen que Sí Seguro votarán la reforma constitucional impulsada, inicialmente, por el sector de Larrañaga, y que ahora está siendo apoyada por otros candidatos y no apoyada por otros.

F.B.: Aparecieron actores nuevos vinculados a la reforma, hablando con insistencia, como por ejemplo Sanguinetti, que al principio había estado bastante silencioso sobre el tema, pero ahora está planteándolo todos los días.

E.B.: Exactamente. Eso todavía no está recogido, porque la encuesta es de principios de octubre. Pero lo que tenemos es un 40% que dice que Sí, Seguro, votará la reforma constitucional, y tenemos otro 16% de voto Dudoso. Si juntamos los dos tenemos un potencial del 56%. La línea roja marca la barrera que tiene que superar el plebiscito para ser aprobado, que es el 50%. Si miramos cómo se ha comportado habitualmente el electorado, entre las encuestas y lo que efectivamente vota en un plebiscito, lo que sabemos es que no todo el Dudoso termina votándolo, no ha pasado en ninguna de las dos elecciones anteriores donde hemos tenido plebiscitos, sino más bien en el entorno de la mitad de los Dudosos que terminan volcándose al voto. Entonces, en estos casos, es fundamental el ensobre, y que quienes están con dudas y deciden votar busquen la papeleta. Si no, es mucho más proclive el voto seguro que el voto dudoso a llevarse adelante.

F.B.: Si se da lo que acabás de plantear, que más o menos la mitad de los Dudosos va para un lado y la otra mitad para el otro, la reforma no saldría.

E.B.: Quedaría en un lugar, como ha pasado en los últimos plebiscitos, en el entorno del 48%. Esto no es un pronóstico. Tenemos que, a principios de octubre, el 40% es Seguro. El potencial son 16 puntos más. El comportamiento habitual ha sido que la mitad de los Dudosos voten. Eso no quiere decir que sea el comportamiento de lo que se viene dando. Lo que sí es claro es que está en un nivel que queda en un grado cercano al 50%. Esos puntos que le faltan o le sobran van a depender de la actitud proactiva del ensobre, o de la búsqueda de la papeleta. Es un escenario bastante cercano al 50%, que, inicialmente, por el comportamiento anterior, quedaría por debajo.

F.B.: Vamos a ver ahora cómo se espera la repercusión de la aparición de Sanguinetti en este asunto. Pero primero veamos la gráfica que nos muestra la evolución de la intención de voto del plebiscito constitucional.

E.B.: Lo que vemos en el gráfico es cómo, hasta junio, el Sí Seguro estaba por encima de lo que está ahora. Osciló entre el 44% y el 47%, y el Sí Seguro más el Sí Probable, estuvo, más o menos, en 60%, algún punto por debajo, algún punto por encima, pero más consolidado que lo que sucede después de las elecciones internas, cuando hay un efecto del resultado de esas elecciones, que pega sobre el plebiscito, además de la propia campaña que se desarrolla en contra de la reforma constitucional. Eso, lo que muestra, es una caída del voto Seguro a la reforma, que lo ubica en el 40%, 41% que registramos en las últimas tres mediciones, y el Probable, que ha tenido un poco más de variaciones. En julio/agosto era del 14%, y la suma del voto Seguro y el potencial llegaba a 45%, en agosto/setiembre el potencial estuvo más arriba, llegando en la suma al 59%, y ahora vuelve al 56%. Pero, de nuevo, con esa salvedad. Tenemos un voto Seguro del 40%, y un voto Dudoso que acumula otros 16 puntos.

F.B.: La caída se produce en junio. El 30 de junio fueron las elecciones internas, y el promotor de esta reforma constitucional, hasta esa fecha, era precandidato, y perdió. ¿Esa derrota en la interna pudo haber influido, arrastrado a la baja a aquellos que estaban más decididos a votar la reforma antes de junio?

E.B.: Sí. Probablemente hay un efecto del resultado de la elección interna, del principal impulsor que termina en tercer lugar en la interna del Partido Nacional, y por lo tanto pierde fuerza de protagonismo. Al mismo tiempo, se da que el escenario se limpia un poco. Veníamos hablando de elecciones internas, y esto era absolutamente secundario, por más que Larrañaga lo ponía en primer término. Se despeja el escenario, hay menos candidaturas, se conforma el escenario preelectoral hacia la primera vuelta, y este tema empieza a tomar una dimensión distinta, tanto en la opinión pública como en el sistema político, tanto por posiciones favorables como por posiciones contrarias. Empieza a tomar fuerza también no solo el movimiento a favor de la reforma, sino también el movimiento en contra. El conjunto de elementos se puede entender como factores que influyen sobre el comportamiento.

F.B.: Esta gráfica desvela el comportamiento desglosado por partidos políticos, hablando de los mayoritarios en cuanto a la intención de voto.

E.B.: Vamos a ver cuál es la intención de voto al plebiscito según cuál es la intención de voto por partido. Vemos que, entre los que hoy eligen al Frente Amplio, el 15% dice que Seguro votará la reforma constitucional, y hay otro 10% que tiene dudas en votar. Esto puede llamar la atención, pero es un comportamiento similar a lo que pasó con el plebiscito de la baja de la edad de imputabilidad. Casi la quinta parte de los votantes del FA en 2014 votaron la reforma constitucional. Sorprende un poco, pero también es esperable en función del comportamiento anterior.

F.B.: Es sorpresivo aún si dejamos afuera el 10% dudoso, porque, si intentamos colocarle un título llamativo, es decir que el 25% de los frenteamplistas va a votar la reforma. Eso estaría un poco inflado, pero, así y todo, si decimos el 15%, más allá de que hablás de los antecedentes, es llamativo igual. ¿Puede haber alguna explicación del comportamiento de ese 15% de electores del FA que dice que va a votar?

E.B.: Sí. Básicamente hay un reflejo de la población, que se acompañan un montón de medidas del FA, pero no todo. El electorado discierne una cosa de la otra, y este tema está vinculado, al igual que el que se plebiscitó hace cinco años, a temas de seguridad. Y es el principal tema de preocupación de la población. La gente tiende a buscar algún tipo de solución, más allá de que estén o no de acuerdo los dirigentes políticos de su partido.

F.B.: Esto no tiene base científica, pero, si en este paquete que armó Larrañaga, no estuviese la creación de una Guardia Nacional Militarizada, si estuviese solamente el cumplimiento total de las penas, la cadena perpetua revisable a los 30 años, y los allanamientos nocturnos, capaz que tenía más cantidad de votos. Porque da la sensación de que el mayor rechazo está en las fuerzas militares desarrollando tareas de seguridad. ¿Le podés encontrar alguna base científica?

E.B.: Probablemente, entre los votantes del FA, sí. Quizás también en algunos votantes de los partidos tradicionales. Y quizás ese mismo razonamiento aplica a los votantes de Cabildo Abierto. En el gráfico tenemos que, en los votantes del Partido Nacional, un 61% dice que Sí Seguro lo votará, y un 20% que tiene dudas. En los votantes del Partido Colorado es el 52% que Seguro vota la reforma, y un 19% que aparece con un voto dudoso. Y los votantes de CA, un 67% Sí Seguro la votaría, y un 17% que tiene dudas en votarla. Haciendo el paralelismo con lo que decías, claramente, los votantes de CA no ven, hoy, un problema vinculado a la militarización. Lo extraño es que, justamente, CA y su candidato a presidente, se oponen a la reforma. Ahí empiezan algunas hipótesis sobre cuáles son los elementos que la gente está poniendo arriba de la mesa a la hora de poner su voto, tanto como partido como por la reforma constitucional. En este caso, con la reforma constitucional, en el sector de la oposición, se está buscando algún tipo de solución al principal problema de preocupación.

F.B.: Te pido una especulación. Sanguinetti irrumpió en este asunto a partir del lunes, hoy estamos a jueves. Empezó a estar presente en los medios, diciendo que, al principio, la miraba con respeto, pero que no estaba convencido, que no estaba muy de acuerdo, pero que ahora estaba empezando a mirarla con simpatía, y dijo que hay muchos sectores del PC que están ensobrando la papeleta para que sus votantes la introduzcan en la urna. Se espera que algo produzca.

E.B.: Sí. Probablemente tenga un efecto. No sabemos si es un efecto de crecimiento del apoyo a la reforma, o un reordenamiento más vinculado al voto que a la reforma. Es decir, buscar captar votos hacia el PC de personas que ya están a favor de la reforma. No necesariamente implica un aumento de la intención de voto a la reforma, sino un realineamiento de los partidos.