La República
Criticó el proceso de negociación política, tras dos meses y medio no hubo acuerdo […] “No voy a ir a la Corte Electoral para flotar” […] Enfatizó que el actual sistema electoral es confiable pero lento … la Corte Electoral está atrasada y se vislumbra el fin de un sistema […] con el tiempo perdido es preferible que continúe la actual integración de la Corte, que tiene un presidente con capacidad de gestión, aunque la elección de 2019 sea similar a las del 2014.
El politólogo y encuestador Oscar Bottinelli, en diálogo con LA REPÚBLICA, explicó que su decisión de desistir al ofrecimiento de los partidos políticos para ser el próximo presidente de la Corte Electoral obedece a la demora del proceso de negociación para cubrir las vacantes de los organismos de contralor (Corte Electoral y Tribunal de Cuentas) y organismos del Poder Judicial (Suprema Corte de Justicia y Tribunal de los Contencioso Administrativo).
La negociación se había tomado como un paquete, explicó el referente de la consultora Factum, y pasaron más de dos meses y medio del inicio de las negociaciones, “pero parece que se trabaron y que van camino a un fracaso.”
Bottinelli informó a los partidos políticos de su propuesta de modernizar y transformar el sistema electoral, pero para ello requiere de tiempo para la aprobación de determinadas leyes. Consideró que al ritmo de discusión política será imposible instrumentar cambios de importancia.
“No voy a ir a la Corte Electoral para flotar”, advirtió el politólogo. Enfatizó que el actual sistema electoral es confiable pero lento. Dijo que la Corte Electoral está atrasada y que se vislumbra el fin de un sistema. Bottinelli señaló que por el tiempo perdido es preferible que continúe la actual integración de la Corte, aunque “la elección de 2019 sea similar a las del 2014.”
MB: ¿Por qué decidió entregar ahora la carta desestimando el ofrecimiento para presidir la Corte Electoral?
OAB: Durante 10 años me estuvieron ofreciendo que aceptara presidir la Corte Electoral y siempre dije que no. Apenas llegué de Italia, el pasado 9 de diciembre, gente de todos los partidos políticos me lo pidió, y afirmaron que tenía el apoyo para que presidiera la Corte Electoral. Llevo varias décadas dedicadas de catedrático del sistema electoral. He actuado con equidistancia de los partidos políticos.
El tema de que iba a ser un nombramiento a diciembre se fue postergando. Ya lleva dos meses y medio y se enredó además con la designación de la Suprema Corte de Justicia porque decidieron (los partidos políticos) manejarlo como paquete. Si fuera a la presidencia de la Corte Electoral no tendría ninguna limitación para desarrollar mi actividad en el ámbito privado desde el punto de vista jurídico, pero éticamente es incompatible con Factum.
MB: ¿En caso de haber sido designado como presidente de la Corte Electoral, qué hubiera hecho con su actividad profesional?
OAB:Yo estaba procesando desvincularme de Factum si iba a la presidencia de la Corte Electoral y me estaba limitando en los análisis políticos. Perdí dos meses y medio. Pero estas negociaciones, lo más seguro es que terminen en nada, por lo menos ahora, con un gran fracaso del sistema político. La Corte Electoral está muy mal y es muy importante…
MB:¿Por qué dice que la Corte Electoral está muy mal?
OAB: Está muy anticuada. Seguimos con la credencial cívica separada de la cédula de identidad, la gente tiene que ir a inscribirse a último momento, generándose malestares, o la gente vota lejos de su domicilio, muchas veces. Los resultados electorales de los países políticamente desarrollados, en el que Uruguay está al tope, en pocas horas está el resultado oficial, no más de una, dos o tres horas.
MB: Ahora se está hablando de las demoras en el resultado electoral de Ecuador…
OAB: Pero Ecuador no es un país electoralmente desarrollado como Uruguay.
MB: ¿Pero en las últimas elecciones nacionales en Uruguay también se demoró algunos días en tener el resultado electoral oficial?
OAB: Bueno, la diferencia es que tenemos un nivel de garantías probadas durante casi un siglo. Pero la ciudadanía, la gente requiere de resultados oficiales. Estuve en Italia el 2 de diciembre cuando se desarrolló el referéndum. ¡En una hora estaba el resultado!
En Gran Bretaña, que es muy lento, en cinco horas estuvieron los resultados. Nosotros tardamos no menos de 24 horas. Todo esto requiere una reforma profunda. Si bien no están cuestionadas las garantías electorales en Uruguay, tenemos la vieja costumbre que los números de las mesas no cierran.
MB: ¿Eso por qué ocurre?
OAB: Puede ser que haya mala instrucción de las mesas o estén mal los procedimientos. Incluso en las últimas elecciones departamentales, hubo 77 mil votos de los cuales no hubo explicación qué pasó con ellos. Se supone que se trató de gente que votó solo a los municipios y no a las departamentales.
Pero eso tiene que estar contabilizado. Es como si en un banco faltan 77 mil dólares y la respuesta es “creo que”. La democracia no es solo votar, pero empieza con elecciones confiables. La Corte Electoral se está acercando al fin de un sistema. Basta ver el sitio web de la Corte Electoral para darse cuenta que está muy atrasada.
MB: ¿Pero entonces no era un buen desafío para usted encabezar un proceso de cambios en el organismo electoral?
OAB: Está bien, pero hay tiempos para esto. El puntapié es que se requiere que se aprueben cambios en la Ley de Registro Cívico y en la Ley de Elecciones. Con este ritmo del sistema político, en cuatro meses no se va a aprobar una ley. Entonces si no se aprueban, las elecciones de 2019 serán iguales a las del 2014.
MB: ¿Usted dice que por más que proyecte una reforma en el funcionamiento de la Corte Electoral, si se demora la aprobación de determinadas leyes, sería imposible instrumentar las reformas antes de las elecciones de 2019?
OAB: No es problema de falta de voluntad, es un problema de que hay que hacer mucho esfuerzo para concretar los cambios.
MB: ¿Estas advertencias se las hizo a los partidos políticos que lo proponían para presidir la Corte Electoral?
OAB: Sí… Se podrá estar de acuerdo cómo se hizo la transición desde la dictadura a la democracia, pero, los partidos que participaron de la negociación con las fuerzas armadas demoraron menos de un mes y medio. Era salir de una dictadura a una democracia. Acá, para nombrar tres organismos, no hay acuerdo en tres meses y medio. Con este ritmo no hay modificaciones de fondo para hacer.
Cuando me convencen de aceptar (la presidencia de la Corte Electoral) -estaba muy reacio- todos me decían que se necesita gente para dar un cambio fuerte a la Corte Electoral y el régimen electoral nacional, por eso la necesidad de leyes. Querían una transformación radical, estaban en conocimiento de las ideas que tengo, que se requerían leyes. Esto requiere cierta velocidad.
“Lo mejor es que continúe la actual Corte”
MB: ¿Su renuncia no se puede interpretar como una suerte de presión para que los partidos políticos se pongan de acuerdo?
OAB: No, yo ya desistí, no hago renuncia con amagues. Esto venía muy lento y tomé la decisión porque veo que esto (las designaciones) va a camino a trabarse. Además, están los tiempos que no dan para hacer ninguna transformación, y por otro lado, tengo que ponerme todas las pilas en Factum, si bien la conducción ejecutiva la tiene Eduardo Bottinelli, no es lo mismo estar flotando.
Supongamos que la nueva Corte Electoral se reúna en mayo o junio, quedará un año y medio para comenzar el período electoral. ¿Qué se puede hacer en este tiempo? No voy a ir para flotar.
Ahora estoy convencido que lo mejor que puede pasar, visto esta pérdida de tiempo es que continúe la actual Corte, que tiene un presidente (José Arocena) con capacidad de gestión. Tampoco se puede decir que esta Corte fracasó; no, es un periodo de deterioro, de atraso tecnológico y leyes muy antiguas.