La Red21
La última encuesta de FACTUM (enero 2021), le da al Presidente y al gobierno niveles de adhesión altos, sin embargo, cuando se desagregan los números se nota una “disconformidad muy fuerte” de la sociedad en los temas económicos y sociales, empleo, precios, pobreza “que se ve o se sufre”, subrayó Bottinelli.
Tu evaluación de lo que ha sido este primer año de gobierno del Presidente Luis Lacalle Pou y de la coalición multicolor
Si bien es obvio hay que marcarlo, este es un año atípico, no se puede comparar con otro gobierno. Es como si alguien asume el gobierno y a los 15 días le estalla una guerra. No se puede comparar con un periodo normal. Los 12 meses han estado dominados por la Pandemia, desde el punto de vista sanitario y de las consecuencias económico – sociales de la Pandemia. Y también con la experiencia del diseño de esta coalición. Entorno al gobierno de coalición hay algunos mitos: “la primera vez que hay una coalición de 5 partidos”.
Esta es una coalición de 3 partidos relevantes. La coalición tiene 56 diputados, entre el Partido Nacional, Partido Colorado y Cabildo Abierto son 54, el Partido Independiente y el Partido de la Gente tienen uno diputado cada uno, pueden abrirse y la coalición casi no se entera. A su vez, en el Senado están solo los tres partidos, cualquiera de los tres que se abra, deja al gobierno sin mayoría parlamentaria. Hoy los partidos están funcionando como partidos, básicamente el Frente Amplio, el Partido Nacional y Cabildo Abierto. El Partido Colorado también, pero hay momentos que funciona Batllistas de un lado y Ciudadanos del otro. En estos días, vimos una declaración propia de Ciudadanos referida a medidas en relación a la Pandemia y una votación donde los Batllistas votan por un lado y Ciudadanos por otro.
En un pasado no muy lejano, hemos tenido más de dos sujetos políticos. En el gobierno de Luis Alberto Lacalle (Herrera) (1990 – 1995) estaba el lacallismo, el grupo encabezado por el (vicepresidente) Gonzalo Aguirre (Renovación y Victoria), y el de Carlos Julio Pereira (Movimiento Nacional de Rocha). Actuaban como Partido Nacional, pero también actuaban con autonomía del gobierno. En la oposición estaba el grupo de Jorge Batlle, el grupo de (Jorge) Pacheco Areco, y el de (Julio María) Sanguinetti. El grupo de Sanguinetti al empezar el segundo año de gobierno, abandona la coalición, que en aquel entonces se llamaba Coincidencia, el grupo de Jorge Batlle se queda hasta comienzos del último año, y Pacheco Areco se queda hasta el final. El “juego” no era Partido Nacional, Partido Colorado, como sí ocurrió en el segundo gobierno de Sanguinetti (1995 – 2000), que se juntaba, Sanguinetti “cabeza” del Partido Colorado y Presidente de la República y Alberto Volonté Presidente del Partido Nacional. Es decir, entre el gobierno de Lacalle Herrera y el de Jorge Batlle hubo por lo menos 3 o 6 sujetos políticos “jugando” en la coalición. Desde ese punto de vista, no es tan diferente al actual gobierno de coalición. Por eso cuando se dice “esta experiencia única”, digo lo más común en Uruguay son coaliciones con 3 sujetos políticos. Si vamos al año 1943, nos encontramos al Partido Colorado con el batllismo, con el riverismo, el baldomirismo, con el blancoacevedismo, actuando cada uno por su lado y el Partido Nacional Independiente, 5 sujetos (políticos).
"La forma de conducción de Lacalle Pou es hiperpresidencialista. Con Tabaré Vázquez en el último gobierno, hubo una tendencia a la presidencialización, y ahora vemos una hiperpresidencialización."
¿Lo original es la forma de funcionar de la coalición multicolor?
En la arquitectura del gobierno hay varios elementos relevantes. El primero no hace a la coalición, sino a la concepción del Presidente y del Partido Nacional. Es de un esquema como si el Uruguay fuera un país estrictamente presidencial y no semi – parlamentario como lo es. La forma de conducción de Lacalle Pou es hiperpresidencialista. Con Tabaré Vázquez en el último gobierno, hubo una tendencia a la presidencialización, y ahora vemos una hiperpresidencialización. Lacalle Pou ha logrado un dominio absoluto sobre el Partido Nacional. El Presidente actúa como un líder dominante del Partido, eso simplifica, no cabe hablar de qué hace el Presidente y que hace el Partido Nacional, es claramente una unidad. En el gobierno de Lacalle Herrera, en el segundo gobierno de Sanguinetti y en el de Jorge Batlle operaban coaliciones. El de Sanguinetti fue muy claro, el diálogo Sanguinetti – Volonté. En el caso del gobierno de Jorge Batlle, hay un dato significativo, se juntan Batlle y Sanguinetti las dos alas del Partido Colorado con Lacalle Herrera en ese entonces líder del Partido Nacional y allí surge el planteo del Partido Nacional de “hay que cambiar al Ministro de Economía” (Alberto Bensión) y entre los tres diseñan el cambio en el equipo económico, se cambia también al Presidente del Banco Central (César Rodríguez Batlle) y del Banco República.
Es una decisión conjunta el cambio y los nombres que van a conformar el nuevo equipo económico. Es decir, no fue únicamente el Presidente (Jorge Batlle) el que decide y nombra, sino que es la coalición la que designa al Ministro clave al frente de economía (Alejandro Atchugarry). Incluso en el gobierno de Lacalle (Herrera), que tenía un énfasis más personalista, sin embargo había un diálogo permanente con Pacheco Areco y Jorge Batlle. Dentro del Partido Nacional, el juego político era más ríspido hacia adentro que hacia fuera, con Gonzalo Aguirre Ramírez y su grupo Renovación y Victoria, y con el Movimiento de Rocha de Carlos Julio Pereyra. Actualmente no existe una coalición de gobierno, sí existe una muy fuerte, sólida y eficiente coalición legislativa. Hay una coalición con 18 senadores y 56 diputados, en instancias tanto de la Ley de Urgente Consideración (LUC) como del Presupuesto, se reunían los coordinadores de los distintos grupos, incluso hicieron un trabajo bicameral. Entre el proyecto que envía el Poder Ejecutivo el 23 de abril y la ley que se promulga el 6 de julio hay cambios muy importantes. El funcionamiento de la coalición determinó que salió de la ley el capítulo referido a internet, y a la transmisión de datos, que irá en la Ley de Medios, también salió el proyecto de desmonopolización de ANCAP, y se aprobó un artículo de fijación de precios de los combustibles con énfasis en el gasoil, también hubo cambios muy importantes en el ordenamiento territorial. Y cambios tanto en la LUC como en el Presupuesto.
Para dar un ejemplo, entre lo que propone el Poder Ejecutivo para la Universidad de la República y lo que sale aprobado, hay un cambio sustantivo. La explicación está en los socios de la coalición. En el caso de la UDELAR, fue Cabildo Abierto que propone un aumento muy fuerte para investigación. A nivel de Poder Ejecutivo, lo que serían decisiones típicas de gobierno, las toma el Presidente de la República con los respectivos ministros y sin consultar a nadie. Los socios tienen una participación en algunas áreas de gobierno como puede ser, vivienda, turismo, salud pública, ambiente, ganadería, o viceministros. Hay momentos que han sido claves para demostrar que no hay una coalición de gobierno.
El hecho más trascendente en política exterior fue el voto de Uruguay para la elección del Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que significó votar al candidato del ex presidente Donald Trump (Mauricio Claver – Carone) (1) y es la primera vez en la historia del BID que el presidente no sale de América Latina sino de EEUU. Esa intención de Trump levantó la oposición de ex presidentes de América Latina y el manifiesto lo encabeza Julio María Sanguinetti, socio de la coalición, Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile), Ernesto Sumper (Colombia) entre otros, y a pesar de una oposición que se extiende en todo el continente, el Presidente (Lacalle Pou) decide votar al candidato de Trump, esto marca que estamos ante un gobierno presidencial, o del Partido Nacional. El Partido Colorado y el FA fueron los principales opositores a esta decisión, y esta decisión es muy importante para comprender la arquitectura del gobierno.
"Hay una disconformidad muy fuerte en la sociedad con los temas económicos y sociales, que son lo que golpea a la gente. El empleo, los precios, lo que entra de dinero en la casa, y la pobreza que se ve o se sufre. Es muy importante marcar este tema porque se reduce todo a un solo titular sin mirar abajo que son temas que vienen en la agenda."
Las encuestadoras indican que el gobierno tiene apoyo y popularidad ¿Se puede decir que se inicia en el país una era de una coalición de centro derecha?
Hay que tener cuidado con los resultados de opinión pública. A FACTUM a mediados del año pasado (adhesión al gobierno) le dio 56% y en este trimestre 54%. Lo que hemos hecho es la desagregación de la aprobación, y vemos que cuando se habla en términos globales 54%, cuando consultamos sobre combate a la Pandemia ahora 57% a mediados del año pasado estaba en 83%, hubo variantes, en materia de seguridad el apoyo está en un 54% igual que el global, a mediados del año pasado estaba alrededor del 40%, es decir el gobierno mejoró. Pero cuando hablamos de empleo, aumento de precios, de ingreso a los hogares que incluye salarios, o de pobreza, el nivel de aprobación está entre 30 y 40% y el nivel de desaprobación anda en niveles del 60%. Hay una disconformidad muy fuerte en la sociedad con los temas económicos y sociales, que son lo que golpea a la gente. El empleo, los precios, lo que entra de dinero en la casa, y la pobreza que se ve o se sufre. Es muy importante marcar este tema, porque se reduce todo a un solo titular sin mirar abajo que son temas que vienen en la agenda. Estos son los temas que se vienen cuando pasen los casos y el susto provocado por la Pandemia.
La historia enseña, y esto es negativo para el FA, que cada vez que hay un cambio de ciclo, el que pierde, hasta ahora tarda más de un gobierno en recuperarse.
Respecto a tu consulta de si estamos ante el inicio de una Era de gobiernos de centro derecha. Una mala gestión de gobierno puede continuar si la alternativa es peor y un buen gobierno puede perder si la alternativa es mejor. La cuestión es cómo juega cada uno. En este momento, el gobierno de Lacalle Pou si pierde es como aquel que corre solo una carrera y sale segundo, en este momento el gobierno corre solo, no hay una buena oposición articulada. El FA tiene muchos problemas, todavía no ha logrado ni hacer un diagnóstico claro, no un “mea culpa” sino un diagnóstico, de cuáles son las causas que lo llevaron a perder el gobierno. Tampoco ha podido conformar una conducción, no estoy hablando de la presidencia del FA, sino una conducción que puede ser sin que existan autoridades, conducción es cuando hay personas que fijan la estrategia y la táctica. No hacerlo, beneficia a la coalición multicolor. La historia enseña, y esto es negativo para el FA, que cada vez que hay un cambio de ciclo, el que pierde, hasta ahora tarda más de un gobierno en recuperarse.
Cuando el Partido Colorado pierde luego de 93 años, tardó dos gobiernos hasta que ganó con Oscar Gestido. Cuando los Partidos Tradicionales culminan su ciclo, tardaron 3 gobiernos consecutivos para poder volver. Hay que ver si el FA “rompe la regla” y con solo un gobierno afuera, logra volver o necesita más de un periodo. Los Partidos tradicionales en el periodo 2005 – 2015, el Partido Colorado entre 1959 – 1963 como el FA ahora, recibieron “un ladrillazo” en la cabeza. Cuando se pierde es porque perdés sintonía con una parte del país. El FA perdió sintonía con 400.000 personas. Personas que alguna vez lo votaron entre 2004 y 2014, y no lo hicieron en 2019.
Podemos hablar de un ciclo, una era ya es mucho más, va a depender de la coalición. Habrá que ver si funciona como coalición. A solo un año, vemos un nivel de rispideces menores. La mayor fractura desde el punto de vista conceptual, tuvo que ver con la elección del Presidente del BID, los otros son “fuegos artificiales” que no son una fractura, como el proyecto de ley forestal o la ley de aeropuertos (FA) (Dar en concesión a privados varios aeropuertos del interior). La coalición legislativa fue eficiente con estas dos excepciones, una es una ley del FA, es el último proyecto que el Presidente Vázquez envía al Parlamento, sale aprobada con los votos del FA, del Partido Nacional y de Batllistas, se oponen Cabildo Abierto, Ciudadanos, Partido Independiente y el PERI. El otro caso es la ley forestal que es de Cabildo Abierto y que apoya el FA y el PERI, con lo que se conforma mayoría y se aprueba en la Cámara de Diputados. Se oponen Partido Nacional, el Partido Colorado y el Partido Independiente. Hubo estos dos momentos de fractura, pero en lo demás funcionó muy bien.
Los “choques” más importantes se dan a nivel del Poder Ejecutivo, o de organismos públicos, ahora por ejemplo, entre el Partido Nacional y Partido Colorado en AFE, también lo que ocurrió en ASSE entre Cabildo Abierto y Partido Nacional. Esto último es de menor entidad porque es producto de la publicación periodística (Búsqueda) de la grabación de una conversación privada de un particular, en el caso de AFE es el representante del Partido Colorado (Gustavo Osta) que sale públicamente a denunciar lo que considera malos manejos del Presidente (Miguel Vaczy) que pertenece al Partido Nacional.
Si estas disfuncionalidades impiden funcionar, la coalición puede llegar a perder la mayoría legislativa. También en los éxitos y fracasos desde el punto de vista económico. Si el gobierno mantiene la línea de que el déficit fiscal y el grado inversor hay que cuidarlos, y sigue con la decisión de derramar poco dinero, tendrá un conjunto de consecuencias y después se verá si con esta decisión le va bien o le va mal. Seguramente tendrá menos posibilidades que aquellos que abrieron el “grifo” como ocurrió en Chile, Europa, EEUU, ni hablar Argentina. La idea es que la gente pueda confinarse más, porque tiene al Estado asistiéndolo en sus necesidades básicas.
En el tema de la LUC, el FA terminó siendo un tomador de decisiones ajenas, al punto que sale a buscar firmas para derogar artículos que el propio FA votó en el Parlamento.
¿Cómo ves la iniciativa contra la LUC encabezada por el PIT CNT, otras organizaciones sociales y apoyados por el FA?
En Uruguay ha habido un cambio histórico en la izquierda. Hasta hace un tiempo, vayamos entre 15 y 30 años atrás, las organizaciones sociales eran partido – dependiente. Fuera de lo sindical no había muchas organizaciones sociales. Los grupos políticos marcaban la línea, los que decían no interferir en la autonomía social, eran aquellos que tenían el dominio y no querían perderlo. Pensemos la confrontación previa al golpe de Estado entre el “ala comunista” y la “tendencia revolucionaria”. En los últimos tiempos se han formado organizaciones, por ejemplo los distintos feminismos, la diversidad, los derechos humanos, la población trans como un tema específico. Los que dirigen estas organizaciones, en su mayoría son frenteamplistas, votan al FA, militan en el FA e intentan imponer la agenda, su estructura de sociedad civil en el partido político.
En la LUC lo vimos, la iniciativa parte de esa sociedad civil, y en gran medida arrastra al PIT CNT y al FA. En el tema de la LUC, el FA terminó siendo un tomador de decisiones ajenas, al punto que sale a buscar firmas para derogar artículos que el propio FA votó en el Parlamento. El pasado 27 de setiembre, en las elecciones departamentales, era una oportunidad para juntar firmas, pero en ese momento todavía se discutía como hacerlo. Hubo una pérdida de casi un semestre en salir a la recolección de firmas, justo en el momento que viene la “ola del coronavirus” y se suma que comienza el verano. Los que impugnan la ley crearon sus propias dificultades. La cifra de firmas recolectadas son bajas en relación a otras instancias exitosas como las firmas contra la Caducidad, la ley de empresas públicas en el año 92, la de ANTEL ANCEL en 2003. En 30 días se conseguía el mismo número de firmas que consiguieron hoy. Contra la LUC arrancaron con mucha lentitud, al punto que cuando se está a cuatro meses y poco de culminar el plazo, se obtuvieron no más de la tercera parte de las firmas necesarias. Alrededor del 40% de las firmas necesarias.
La LUC tiene muchos temas que pueden ser considerados cómo negativos, pero no hay uno que conmocione de forma global, como en el pasado fue el intento de privatizar ANTEL en el año 1992 o el desmontaje de las empresas públicas o lo que sucedía con ANCAP, en aquellos tiempos era prestigiosa, hoy ya no lo es. ANCAP era una “nave insignia” del Estado o ANTEL en el 2003 o la Ley de Caducidad. En el caso de la LUC falta una idea fuerza.
¿Describís un escenario complicado para los impulsores de la iniciativa de derogar 135 artículos de la LUC?
La LUC tiene muchos temas que pueden ser considerados cómo negativos, pero no hay uno que conmocione de forma global, como en el pasado fue el intento de privatizar ANTEL en el año 1992 o el desmontaje de las empresas públicas o lo que sucedía con ANCAP, en aquellos tiempos era prestigiosa, hoy ya no lo es. ANCAP era una “nave insignia” del Estado o ANTEL en el 2003 o la Ley de Caducidad. En el caso de la LUC falta una idea fuerza, hay muchos temas fuertes para un colectivo, pero falta una idea para convocar de forma global. Pueden ser los temas económicos y sociales, que hoy hay una opinión negativa, pero cuando esa opinión negativa sea mayor se va a estar muy sobre el fin del plazo de recolección (junio – julio). El gran obstáculo no es el referéndum, eso después se verá, sino obtener las firmas.