Portal PIT-CNT
En entrevista con el Portal del PIT-CNT, el politólogo Oscar Bottinelli sostuvo que "el episodio en sí en grave porque revela muchas falencias. Primero que hubo una inadecuada selección de personal, no se atendió por parte de la Presidencia de la República las denuncias que ya se habían publicado hace ya uno y dos años".
El director de FACTUM y politólogo Oscar Bottinelli, afirmó que el episodio que involucra al ex jefe del Servicio de la Seguridad del Presidente de la República, "es grave" y sostuvo que llama la atención "la forma desprolija con la que el Presidente ha tratado el tema". Además, opinó que los gobiernos suelen abroquelarse a la defensiva como forma de negar sus errores.
En entrevista con el Portal del PIT-CNT, el politólogo Oscar Bottinelli sostuvo que "el episodio en sí en grave porque revela muchas falencias. Primero que hubo una inadecuada selección de personal, no se atendió por parte de la Presidencia de la República las denuncias que ya se habían publicado hace ya uno y dos años". En este sentido, se refirió a la veintena de entradas policiales que tuvo Alejandro Astesiano en dos décadas y a la información que se confirmó por estas horas que el ex jefe de la seguridad presidencial estuvo preso cuatro meses por estafa. "No se trata de una persona que tiene un antecedente pequeño y de casualidad, es algo en reiteración y acá claramente han fallado los servicios de inteligencia. Se usaba la Torre Ejecutiva, es decir la sede de las oficinas de la Presidencia de la República, para entregar los pasaportes falsos. Recordemos que en el mismo edificio funciona la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado. Se realizan actividades delictivas, graves, en el lugar donde está la propia sede de Inteligencia que ni se enteró".
Según Bottinelli, este hecho está marcando "vacíos muy importantes" del funcionamiento institucional. "Y por otro lado, llama la atención que el Presidente de la República que desde que fue elegido en el balotaje hasta el referéndum fue muy exitoso en el maneja de la comunicación y de la imagen, con mucha precisión, donde las frases eran muy estudiadas -prácticamente cada frase podía servir para un titular- sorprende la forma desprolija con la que ha tratado este tema. En realidad, ya viene sucediendo desde el tema tabaquismo, manejándolo de manera desprolija. No hubo una acción reflexiva sobre este asunto y hasta por momentos, como ignorando la gravedad de lo que ocurría". Para el analista, los hechos recientes han sorprendido al propio gobierno.
En cuanto a las respuestas que se han conocido desde el Poder Ejecutivo y de parte del entorno del presidente, Bottinelli indicó que "no salió ninguna figura de las que se pueden calificar de peso, sino que salieron los que normalmente surgen con actitudes agresivas y descalificantes". Consultado sobre las descalificaciones y disparos "defensivos" con los que el gobierno intenta justificar cada vez que una denuncia lo deja "mal parado", el politólogo dijo que en estos hechos recientes y particularmente en el caso que implica actividades delictivas en Torre Ejecutiva, "la oposición no tiene nada que ver, el que tiene que ver es el Presidente de la República con la sociedad, con la gente. No es que el Presidente de la República tiene que buscar cómo ve la oposición lo que ocurrió, sino que su preocupación debería ser la forma en la que la gente observa estos hechos". Al respecto, ahondó en la forma en la que los partidos reaccionan frente a distintas denuncias que les afectan. "Yo creo que el FA cometió un error muy grande cuando comenzó el caso Sendic, que fue manejarlo como un tema en que blancos y colorados atacaban al FA y el FA se defendía preguntando \'¿quiénes son ustedes para decirnos cosas a nosotros que hicieron cosas peores?\'. Y el problema es que se olvidaban que estaba la gente -y los frenteamplistas en particular- diciendo que lo que a ellos les importa es si las cosas se hicieron bien o mal. \'No me importa lo que dicen los otros\', era el mensaje de la gente. Y acá ¿qué importa lo que dice la oposición? Lo que importa es qué señal se le da a la gente. Si estuvo bien, mal, qué errores hubo y qué errores no hubo. Lo otro no tiene interés. Creo que el problema de todo gobierno y de toda fuerza política -y al FA esto le costó mucho- es el parapetarse en no reconocer los errores y creer que la gente lo único que va a mirar es un partido de ping pong entre uno y otro y ver dónde va la pelota. La gente mira los hechos y es la que exige y necesita respuestas", subrayó.
Blindaje y capacidad de comunicación
Bottinelli señaló en diálogo con el Portal sindical que la capacidad de comunicación del Presidente Lacalle y de la Presidencia está debilitada desde el referéndum en adelante, "con mucha sensibilidad a reaccionar con virulencia ante la menor cosa que consideran que no les gusta. Además ligado a esto, se observa particularmente en el último mes, una gran debilidad del manejo de la comunicación. Lo del tabaquismo, cuando frente al hecho que se señalaba que la resolución de cambio de las medidas sobre el empaquetado obedecía a un interés de la industria, la respuesta del presidente realmente sonó a algo que no estaba pensado. Es decir, no es un hecho aislado en estos días, sino que se está inscribiendo en una debilitación de esa comunicación pensada y eficiente que ya venía debilitada desde el referéndum, pero que ahora ya tiene un debilitamiento mayor".
En cuanto al denominado blindaje mediático, el director de FACTUM dijo que prefiere hablar de "hegemonía comunicacional", que obedece a otros hechos y "fundamentalmente a la existencia de muchas coincidencias entre la confluencia de grandes medios con la Presidencia de la República, una confluencia de puntos de vista o intereses comunes".
Caso Gabriel Pereyra
Consultado sobre la reciente denuncia del periodista Gabriel Pereyra sobre una posible orden de seguimiento e investigación dictada por un jerarca del Servicio de Inteligencia Policial, Bottinelli dijo que notoriamente el hecho no se puede manejar como un mero trámite administrativo, "diciendo que presente pruebas, porque es obvio que hay muchas cosas que no se prueban, pero que se saben, eso es lo que planteó él. Notoriamente lo que revela esto, y no olvidemos que está el episodio del pasaporte de Marset en medio de todo esto que venimos hablando, es que hay elementos tanto a la interna de Cancillería como en el Ministerio del Interior que se denotan que existen divisiones. Porque sale mucha información para afuera, lo que quiere decir que no hay una conformidad con la conducción", sentenció.