Radiocero y Radio Monte Carlo
En una democracia fuertemente basada en los partidos, como en Uruguay, se tiende a considerar que la banca es del partido y no de la persona. Y si la persona se va del partido, debería abandonar la banca. Sin embargo, la historia demuestra lo contrario. En 90 años, 9 senadores abandonaron el lema por el que fueron elegidos y todos se llevaron la banca. Veintiocho diputados abandonaron el lema por el que fueron elegidos y en solo dos casos el lema retuvo la banca, abandonadas por sus titulares. Es decir, en 90 años, en 37 defecciones, en solo 2 el lema logró retener la banca parlamentaria y en 35 las perdió
FV: Tú dijiste “casi” todos, quiere decir que hay alguna excepción.
OAB: Exacto. La excepción lo fue cuando se rompe el nacionalismo independiente. Cabe recordar que el Partido Nacional estuvo fracturado en varios partidos separados, principalmente dos, entre 1932 y 1958. Las dos ramas principales fueron el Herrerismo, en vida de Luis Alberto de Herrera, que tenía la titularidad del lema Partido Nacional propiamente dicho. Y sus opositores nucleados en el Partido Nacional Independiente. La unificación se produce en dos etapas. La primera etapa fue la ruptura dentro del nacionalismo independiente, entre quienes se mantuvieron por otros cuatro años fuera del lema histórico, y los que –con el nombre de Reconstrucción Blanca- retornaron al viejo lema. Esta ruptura del Partido Nacional Independiente de 1954 determinó que este partido perdiese una de las bancas al Senado (Eduardo Rodríguez Larreta) y cuatro de sus siete bancas de diputados (los nombres más conocidos, Washington y Enrique Beltrán). Si bien los hermanos Beltrán renunciaron, los suplentes que los sustituyeron también se fueron del nacionalismo independiente. Uno de ellos fue nada menos que Wilson Ferreira Aldunate. Este episodio deja como saldo que el Partido titular de las bancas perdió la mayoría de ellas, cinco en nueve, quienes se fueron lo hicieron junto con la banca, ya fuesen los propios titulares o sus suplentes.
FV: ¿Cuándo se puede registrar el primer caso de cambio de partido de un legislador?
OAB: Considerando el último siglo, cuando se puede hablar de un Estado moderno, el primer caso de cambio de partido, en forma muy original, ocurrió en 1921 que origina la renuncia de Emilio Frugoni. El Partido Socialista opta en abril por adherir a los llamados 21 puntos de la III Internacional y, como consecuencia de ello, cambia su nombre por Partido Comunista. Frugoni abandona ese Partido Socialista devenido en Partido Comunista y renuncia a la banca, la cual sigue en manos del partido titular de la misma, ese viejo Partido Socialista que cambia su nombre por Partido Comunista. Tras renunciar a la banca, Frugoni impulsa la fundación de un nuevo partido y, como estaba libre el nombre originario, al nuevo partido le llama Partido Socialista, igual que al anterior.
FV: Luego viene la etapa de cambios desde los partidos tradicionales hacia la izquierda y en los procesos de izquierdización.
OAB: De ida hacia la izquierda desde los partidos tradicionales hay dos casos antes del Frente Amplio, ambos hacia las elecciones de 1962. Son los de Enrique Erro y Ariel Collazo, ambos del Partido Nacional. Erro abandona el partido blanco para formar junto a las socialistas la efímera y fracasada alianza llamada Unión Popular, y Collazo para formar el Frente Izquierda de Liberación, FIDEL, que nace con el número 1001, vigente hasta hoy. Ambos legisladores mantuvieron su banca y el Partido Nacional pasó de 51 diputados a 49, con lo que perdió la mayoría parlamentaria que entonces tenía. En el camino hacia la izquierda hay otros dos episodios. En el periodo 1963-66 el Partido Demócrata Cristiano, en proceso de izquierdización, se rompe y pierde a su senador, Venancio Flores que pasa a conducir el Movimiento Cívico Cristiano. En la Legislatura siguiente, a fines de 1970, sobreviene otra ruptura y pierde a uno de sus tres diputados, Humberto Ciganda. Estese une con el anterior Movimiento Cívico Cristiano y funda la Unión Radical Cristiana, que en 1982 pasa a denominarse Unión Cívica.
FV: Y viene el nacimiento del Frente Amplio.
OAB: Es el fenómeno más importante de los últimos 100 años en cuanto a transformación del sistema de partidos. Y aquí en 1971 es ocurre el mayor cambio simultáneo de partido, la mayor cantidad de legisladores que abandonan el lema por el cual fueron elegidos. Son en total seis; cinco los legisladores colorados que abandonan el partido, dos senadores y tres diputados; los más connotados: Zelmar Michelini, Alba Roballo y Hugo Batalla. Otro senador, Rodríguez Camusso, abandona el Partido Nacional. Todos conservan su banca. Posteriormente – casi dos décadas después, a posteriori del periodo de facto- se produce otra pérdida de banca nacionalista, cuando el diputado Carlos Pita se pasa al Frente Amplio y también se lleva la banca.
FV: El Frente Amplio nace recibiendo bancas de los partidos tradicionales. Pero a mitad de su vida sufre el fenómeno inverso.
OAB: Efectivamente. Casi a las dos décadas de vida se da la primera gran ida del Frente Amplio, cuando lo abandonan el Partido por el Gobierno del Pueblo (más conocido como La 99) y el Partido Demócrata Cristiano. La mayoría de la Lista 99 abandona el Frente Amplio, con Hugo Batalla a su frente, junto a un senador y 9 diputados. Uno de ellos, Tabaré Caputi de Canelones, renuncia y permite al Frente Amplio retener esa banca. Los demás se llevan la banca. Lo mismo pasa con el abandono del Frente Amplio por el Partido Demócrata Cristiano, con un diputado, el actual ministro Héctor Lescano.
La Lista 99, formalmente el Partido por el Gobierno del Pueblo, después de irse del Frente Amplio, vota por su cuenta en 1989 y cinco años después camina hacia el Partido Colorado, con el cual primero se alía y luego se integra. Al inclinarse hacia el coloradismo, el PGP sufre la pérdida de dos bancas de diputado: Rafael Michelini que forma el Partido del Nuevo Espacio y Daniel Díaz Maynard, que se acerca nuevamente al Frente Amplio para construir el desaparecido Encuentro Progresista.
La última ruptura, previa a esta ida de Jorge Saravia del Frente Amplio, se da en el Partido del Nuevo Espacio. Cuando este partido con Michelini a su frente resuelve aliarse con el Frente Amplio, sufre la pérdida de tres diputados, que forman el Partido Independiente. Dos de ellos son el actual presidente del Partido Pablo Mieres y el actual diputado Iván Posada. Quizás haya algún otro episodio que no hemos logrado registrar. Pero en principio nos parece que estos son todos los habidos en el último siglo
FV: Luego de todos estos detalles ¿quién es el dueño de la banca? ¿El lema, el parlamentario?
OAB: Desde el punto de vista de la Constitución y la lógica constitucional, la banca es de quien fue elegido por la ciudadanía: es un cargo personal. Y sobre eso no hay discusión. Desde el punto de vista de la lógica de los partidos, en una democracia fuertemente basada en los partidos, como en Uruguay, se tiende a considerar que la banca es del partido y no de la persona. Y si la persona se va del partido, debería abandonar la banca. Sin embargo, la historia que hemos contado demuestra lo contrario. En 90 años, 9 senadores abandonaron el lema por el que fueron elegidos y todos se llevaron la banca. Veintiocho diputados abandonaron el lema por el que fueron elegidos y en solo dos casos el lema retuvo la banca, abandonadas por sus titulares. Es decir, en 90 años, en 37 defecciones, en solo 2 el lema logró retener la banca parlamentaria y en 35 las perdió.
En el caso particular del Frente Amplio, que ahora padece la pérdida de un asiento en el Senado, su historia es de ida y vuelta; en sus 40 años de vida recibió 7 bancas ajenas y perdió 12, contando la actual.
Como se ve, entre la teoría y la práctica hay una gran distancia. La costumbre determina que el que deja un lema se va casi siempre con su banca. Quedan cosas en el tintero. Una es cuando todo un sector abandona el lema, y se plantea la duda si la banca es del lema o del sector. Otra situación, mucho más frecuente, es qué pasa cuando el legislador cambia de sector.