Radiocero y Radio Monte Carlo
Hoy comienza el decimotercer día de Tabaré Vázquez como presidente de la República en su segundo mandato. Sin embargo, la cantidad de acontecimientos crea la sensación de que hace mucho más tiempo que se produjo el cambio de mando.
OAB: Hoy comienza el decimotercer día de Tabaré Vázquez como presidente de la República en su segundo mandato. Sin embargo, la cantidad de acontecimientos crea la sensación de que hace mucho más tiempo que se produjo el cambio de mando.
Lo primero y más importante, más allá de cada hecho puntual en particular, es que hay un afán claro de marcar que hay un gobierno diferente, que a partir de ahora las cosas van a ser distintas, que no es más de lo mismo.
Lo curioso es que esta señal se da también en materia económica, o más exactamente en materia de gasto público ¿Por qué curioso? Porque el ministro de Economía es el mismo que estuvo al frente de la cartera durante la primera presidencia de Vázquez, y además el que condujo la economía durante los cinco años de la presidencia de Mujica. Lo hizo primero a través de Fernando Lorenzo y luego de Mario Bergara, dos hombres de su más estrecha confianza en el plano político-técnico. Es decir, que el giro que se hace respecto a los diez años anteriores es un giro que da el propio Astori en relación a su gestión de una década. Sin duda la razón es que durante estos diez años el gasto público aumentó de manera fuerte, que siempre se registró déficit fiscal y que el contexto internacional ya no es tan favorable como lo fue. Como lo dijo Enrique Iglesias, el viento de cola para las economías emergentes se terminó. Entonces, ese giro, que nada tiene que ver con un cambio de gobierno, porque hay plena continuidad de la conducción económica, es un giro que obedece a cambios en la situación económica internacional y se hubieran dado dentro de un mismo gobierno.
FV: ¿Qué otros cambios señalas?
OAB: Yo diría que desde el punto de vista conceptual son dos tipos de señales. Uno tiene que ver con la política exterior, en que hay una mayor separación de Argentina. También hay una mayor separación de Venezuela, pero en realidad todos los países cercanos a Venezuela se están alejando del gobierno de Maduro. El cambio en relación a Argentina parece claro que tiene que ver con la impronta de Vázquez, con su relación con Cristina Fernández y con la relación de Cristina Fernández con Vázquez. El cambio respecto a Venezuela más bien tiene que ver con lo que viene cambiando el propio gobierno venezolano y la situación interna del país.
También con política exterior hay una señal de fuerte acercamiento con Israel y de distanciamiento con Irán. Durante cuatro años y medio de los cinco años de la presidencia de Mujica, y en particular de la cancillería de Almagro, Uruguay se distanció claramente de Israel y tuvo señales de mayor cercanía con Irán que con Israel. Un caso paradigmático ocurrió en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, bajo la presidencia de Uruguay, que el país vota en contra de Israel y se abstiene de condenar a Irán.
Ya con Almagro, en forma concomitante con su candidatura a la Secretaría General de la OEA, de la Organización de Estados Americanos, el gobierno de Mujica inició un acelerado distanciamiento de Irán y además un también acelerado acercamiento a Israel. Estos cambios en política exterior, respecto a Argentina, Venezuela, Israel e Irán, han generado gran conformidad y entusiasmo en la oposición. Lo mismo que el anuncio de una política de austeridad y contención del gasto.
FV: Tú decías que desde el punto de vista conceptual son dos tipos de señales. Marcaste uno, la política exterior ¿Cuál es el otro?
OAB: Lo otro tiene que ver con lo que podemos llamar el giro conservador, o el alto a las reformas que se impulsó en el gobierno de Mujica en el plano de los valores. Y aquí es donde Vázquez aparece dando pasos hacia adelante y hacia atrás.
Por un lado fue el intento de suspender la venta legal de marihuana y restringir la política de liberalización al autocultivo. Ese anuncio tuvo marcha atrás en pocos días. Luego viene la señal, el Día Internacional de la Mujer, de bajar el perfil de la violencia de género y valorar con mayor énfasis los impactos del tabaquismo sobre la mujer. Esto último generó un malestar formidable de las organizaciones feministas y de mujeres dirigentes frenteamplistas, aún de las más incondicionales tabarecistas. La marcha atrás aparece en declaraciones, no del presidente, sino de la ministra de Educación y Cultura en cuanto a la necesidad de endurecer la legislación sobre violencia de género.
El tema de la educación es otro en que no todo el mundo las tiene consigo en el oficialismo. En campaña electoral Vázquez insinuó una línea de debilitamiento del concepto de la educación pública como elemento central del sistema educativo y el único receptor de fondos públicos, e insinuó la apertura de un sistema más abierto al financiamiento estatal de la educación privada. Luego vino una fuerte marcha atrás. Ahora la ministra de Educación y Cultura ataca a Mujica, y luego pide disculpas, atribuyéndole precisamente el impulsar iniciativas privadas, por la escuela de UTU que se instaló en un predio de su chacra.
FV: ¿Y algún otro tema de cambio de frente?
OAB: Sin duda el freno a la Ley de Medios es uno de los más fuertes enfrentamientos a la administración Mujica, ley que contó con el apoyo de casi todo el Frente Amplio, aunque con una actitud muy reticente del astorismo. Apoyo no solo del mujiquismo, sino también de los socialistas.
FV: Tú señalabas que la oposición ha manifestado gran conformidad y entusiasmo en algunos aspectos
OAB: Sí, lo cual es lógico en política exterior, contención del gasto y ley de medios. Lo curioso es que manifestó entusiasmo en cuanto al relacionamiento, al punto de que algún dirigente dijo que ahora se abría una relación fluida como no existió con Mujica. Llama la atención. Cuando se analiza la relación de la oposición con la primera presidencia de Vázquez y se compara con Mujica, hay una diferencia bastante fuerte de ver una relación más fluida con Mujica que con Vázquez.
Pero lo más relevante es que en el primer gobierno de Vázquez la oposición fue excluida de la administración autónoma y descentralizada, mientras que en la administración Mujica tuvo una participación similar a la que blancos y colorados distribuían entre sí. Y ahora Vázquez ofreció un número de cargos que es alrededor de un tercio inferior al que la oposición tuvo en el gobierno anterior. Y queda en principio excluida de la educación, la salud y la previsión social. Quizás falta que los líderes opositores aclaren algo más los fundamentos de sostener que ahora hay una relación más fluida, porque por ahora eso no queda claro para un analista.
Lo que no cabe duda que es un arranque de gobierno bien movido.