El Observador
La mayor fortaleza de Liber Seregni fue su visión estratégica y su capacidad de conducción estratégica. Sus mayores logros: uno, haber incidido decisivamente en una transición de la dictadura a la democracia [...] y dos, haber hecho sobrevivir al Frente Amplio contra todos los embates internos y externos, al punto que recién se consolidó como tal a un año largo de su muerte, a los 35 años de vida. Su mayor debilidad: la conducción táctica
La mayor fortaleza de Liber Seregni fue su visión estratégica y su capacidad de conducción estratégica. Sus mayores logros: uno, haber incidido decisivamente en una transición de la dictadura a la democracia en los tiempos y en las formas más rápidos y menos dolorosos, hecho con sacrificio propio y sin mezquindades, sin perderse en las trampas de la táctica; y dos, haber hecho sobrevivir al Frente Amplio contra todos los embates internos y externos, al punto que recién se consolidó como tal a un año largo de su muerte, a los 35 años de vida. Su mayor debilidad: la conducción táctica. Su mayor problema como líder: la permanente incompatibilidad entre su papel de conductor y su papel de elaborador de síntesis entre corrientes diversas, en que uno y otro rol se saboteaban mutuamente. Su mayor fracaso: no haber logrado la “Concertación” , ni haber sido entendido en su propósito; “Concertación” concebida no solo como un programa para hacer restaurar la vida en democracia, sino como modelo estratégico de país al estilo del pacto sueco de 1937 entre la socialdemocracia, la burguesía y los sindicatos, que supuso el basamento del modelo de desarrollo de Suecia por más de medio siglo largo. Su mayor dolor: cuando su Frente Amplio, al cumplir los 30 años de vida, le niega nada menos que a él el derecho a estar en el estrado; cuando el Frente Amplio le niega su papel histórico, el que reconocerá recién en los meses previos a su muerte y le vuelve a negar en la noche del pasado 26 de octubre. Su mayor sabiduría, la mayor valentía existencial: al cumplir 87 años tomar conciencia que se avecinaba un deterioro físico terminal y procesar con dignidad su retiro de la vida pública. Su mayor legado, el “discurso del balcón”, el 19 de marzo de 1984, apenas salido de la Cárcel Central tras 10 años de prisión: “fuimos, somos y seremos una fuerza constructora, obreros de la construcción de la Patria del futuro que queremos […] ni una palabra negativa, ni una consigna negativa […] tenemos que bregar para alcanzar la pacificación de los espíritus, la pacificación nacional”.
1 Secretario Político de Liber Seregni entre 1971 y 1987. Analista politico independiente desde 1989 a la fecha.