09 Set. 2016

Cuando se piensa en el mantenimiento o cambio del modelo político

Oscar A. Bottinelli – Diálogo con Fernando Vilar

Radiocero y Radio Monte Carlo

Para ver hacia dónde puede ir la gente, qué puede esperarse en materia de resultados electorales, es muy importante qué hace la oposición, cómo se articula y cómo se para en relación al oficialismo […] Ese muro que hoy es infanqueable lo será si los oponentes no logran perforarlo o derribarlo […] Cuando alguien quiere convencer al otro, debe tener claro qué es lo que piensa el otro, cuáles son las cosas que valora y cuáles rechaza. Hoy, la gran mayoría de la dirigencia política se encuentra ensimismada

OAB: En el último año se han visualizado cambios en el ciclo económico, cese o disminución del viento de cola, comienzo de algunos nubarrones con afectación de políticas salariales y sociales, dudas sobre el mantenimiento del nivel de empleo y en términos gruesos, incertidumbre sobre la continuidad del actual modelo y de la obtención de los resultados obtenidos hasta ahora.

Desde el punto de vista político, un tema relevante es si a partir de 2020 se va a mantener el actual modelo político o se va a producir un giro, más tenue o más profundo. El camino hacia el ciclo electoral nacional 2019 no es solamente un tema de interés para políticos, o no es un tema específicamente electoral, de ganancias y pérdidas de votos, sino de las posibilidades de mantenimiento de la actual orientación de gobierno o de cambio en la orientación del gobierno, o de cambio en la gestión del gobierno.

Por lo tanto, el ir mirando el camino hacia las elecciones nacionales no es solo una curiosidad para quienes gustan de ver las elecciones casi como un deporte, sino el ir atisbando para dónde va a ir o para dónde puede ir el país.

FV: ¿Y para dónde puede ir la gente?

OAB: Para ver hacia dónde puede ir la gente, qué puede esperarse en materia de resultados electorales, es muy importante qué hace la oposición, cómo se articula y cómo se para en relación al oficialismo, es decir, en relación al Frente Amplio.

Pero es tanto o más importante ver cuáles son y dónde están las fortalezas y las debilidades del Frente Amplio. La mayor fortaleza es lo que hemos llamado “ese infranqueable muro invisible”, es decir, la comprobación que la pérdida de intención de voto al Frente Amplio no se traspasa hacia el área tradicional, sino que se queda en la izquierda o se refugia en el voto en blanco, el voto anulado, el decir que no se vota a ninguno, es decir, asmir una actitud refractaria.

Ese muro que hoy es infanqueable lo será si los oponentes no logran perforarlo o derribarlo. Y será franqueado si desde el área tradicional, todos o algunos logran abrir las puertas al trasvase de los frenteamplistas enojados o desilusionados hacia opciones más tradicionales, es decir, hacia el Partido Nacional, hacia el Partido Colorado o hacia el partido en formación de Novick, o también hacia el Partido Independiente.

Al Frente Amplio lo ayuda un elemento significativo del régimen electoral uruguayo: el voto obligatorio. En España se ha observado y se observa todavía que hay un muro invisible entre las derechas y las izquierdas. El uso del plural es para hablar como hablan los españoles, aquí decimos la derecha y la izquierda. En general hay una cierta paridad entre las derechas y las izquierdas. Lo que desempata, lo que define las elecciones, es cuánta gente de derechas se queda en su casa y cuánta va a votar; y lo mismo del otro lado, cuánta gente de izquierdas se queda en su casa y cunta va a votar. En un régimem de voto voluntario importa más motivar a los propios, a la gente de uno, que preocuparse por quitarle gente al otro. Quizás lo que más importe respecto al otro, es hacerle perder entusiasmo a su gente, adormercerla, digamos, tratar de que se queden en su casa.

Un ejemplo muestra la importancia de esto. En 2004 todo conducía al mantenimiento de Partido Popular en el gobierno, tras dos periodos de José Ma. Aznar. El PSOE afrontaba una crisis interna, se encontraba en medio de un interinato a cargo de un líder provisorio, José Luis Rodríguez Zapatero; con grandes contradicciones internas y muchas cuentas a cobrar. No había podido superar la salida de la conducción de parte de Felipe González. Se enfentaba a la formidable apatía y desinteres de los ciudadanos socialistas. Y a pocos días de las elecciones ocurre el atentado de Atocha, la estación ferroviaria del centro de Madrid, y luna desafortunada reacción comunicacional del gobierno. Eso generó una formidable indignación. Esa indignación, que se expresó en oleadas de mails y mensajes de texto, provocó una concurrencia masiva de socialistas a las urnas, y además enojó a muchos “populares”, que decidieron quedarse en su casa. Y el PSOE ganó, y Rodríuez Zapatero dejó de ser provisorio y gobernó dos periodos.

FV: Pero en Uruguay no hay voto voluntario ¿Entonces?

OAB: Bueno, en Uruguay no hay voto voluntario. Entonces, si el desilusionado no es captado por otro, o vota en blanco o sin ganas vuelve a votar al partido de su desilusión. Por ahora en Uruguay el voto en blanco sigue siendo una opción poco atractiva en elecciones nacionales. Fue muy importante en las elecciones departamentales de 2010, en que la suma del voto en blanco, el voto anulado y la abstención, llegó al 10% en el conjunto del país. Y en Montevideo, particular centro de enojo de frenteamplistas, trepó al doble, al 20%.

Pero por ahora no parece repetible ese formidable nivel de lo que se llama el voto non effect, el voto sin efecto, el voto refractario. Porque una cosa es hacerlo en elecciones departamentales y otra en elecciones nacionales, donde se juega el destino del gobierno.

Con todo, no estaría mal que los oponentes al Frente Amplio pensaran si no es posible una estrategia de a los decepcionados del Frente Amplio que no puedan captar, inducirlos al voto en blanco. Es un tema que vale la pena analizar, al menos desde el punto de vista teórico. Pero lo realmente importante es cómo se posiciona para entender a los frenteamplistas desilusionados.

FV: ¿Y cómo se posicionan para entender a esos frenteamplistas desilusionados? ¿Para dónde pueden ir?

OAB: Cuando en el mundo se plantea el fin de un ciclo, hay en general dos grandes prospectivas: Una es que la gente quiera mantener las mismas ideas y la misma orientación con un fuerte cambio de gestión, es decir, que vote lo más parecido al gobierno del momento, pero con cambios de elenco, de procedimientos. La otra prospectiva es el giro de 180 grados, ir al otro extremo, como ocurrió en Gran Bretaña cuando el laborismo fue desplazado del gobierno por los conservadores con Margaret Tatcher a la cabeza, es decir, con un Partido Conservador que hizo un gran giro hacia posiciones nítidas de libre mercado.

Y aquí viene un gran desafío de la oposición ¿Por dónde va? ¿Van todos para el mismo lado o unos van para un lado y otros van para otro en esto de estar cerca de la orientación del actual gobierno o proponer todo lo contrario? Quiero aclarar que no me refiero a ser contemplativo con las figuras del gobierno o ser duro con ellos, sino el presentar soluciones parecidas a las que aplica el Frente Amplio o presentar un camino radicalmente opuesto. Todavía no es claro por dónde va a ir cada uno en cuanto a propuestas claras de gobierno, cuánto de diferencia de fondo con el gobierno actual y cuánto de diferencia de gestión.

Y hay otro dato que es fundamental. Cuando alguien quiere convencer al otro, debe tener claro qué es lo que piensa el otro, cuáles son las cosas que valora y cuáles rechaza. Hoy, la gran mayoría de la dirigencia política se encuentra ensimismada. La gran mayoría de los dirientes blancos y colorados atacan al Frente Amplio sin mirar si eso los acerca o los aleja de los frenteamplistas disconformes. Y la respuesta es que en la abrumadora mayoría de los casos las críticas que le hacen al Frente Amplio no son compartidas por los frenteamplistas desilusionados. A su vez al Frente Amplio le pasa lo mismo: habla y defiende las cosas sin atender por qué hay tantos frenteamplistas desilusionados, sin mirar por qué están desilusionados. Por ejemplo cómo ha encarado el Frente Amplio el tema Ancap y cómo ha encarado una parte de la oposición el tema Brasil o el tema Venezuela, son dos muestras de que ninguno está pensando en los que necesita captar. Ni el Frente Amplio está pensando en su gente desilusionada, ni en la oposición se está pensando en que+é puentes tender con los frenteamplistas desilusionados; le hablan a los suyos, que ya los tiene y que no necesita captarlos.

Por aquí anda la situación a dos años que se empiecen a calentar los motores para el ciclo electoral nacional 2019.