12 Ago. 2019

El crecimiento del Partido Colorado como consecuencia de la victoria de Ernesto Talvi en las internas

Oscar A. Bottinelli - Diálogo con Berch Rupenian

Concierto Urbana FM – Después de Hora

“Dado el dato cierto, incuestionable, de que Martínez-Villar es una fórmula puesta hacia el balotaje, se abre la incógnita de si es tan seguro como se venía pensando hasta ahora, que el otro contendor será Lacalle Pou-Argimón, o si existe la probabilidad de que sea Talvi-Silva”.

B.R.: Desde hace mucho tiempo las principales empresas consultoras han hablado de un posible balotaje en noviembre entre el Frente Amplio y el Partido Nacional. Lo sucedido en las primarias, hablando sobre todo del resonante Triunfo de Ernesto Talvi en las internas coloradas, y su importante aumento en la intención de voto de las últimas encuestas, están poniendo en condiciones al partido Colorado de competir ajustadamente con el Partido Nacional para enfrentar en el balotaje al Frente Amplio.

O.B.: Quizás conviene referirse un poco a la historia de Ernesto Talvi para verlo en contexto. Talvi es un hombre que, hace unos 22 años, empezó a dirigir el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), que puede definirse como un “think tank”, una institución de fabricación o elaboración de pensamiento, concentrado en lo económico, que habitualmente realizaba exposiciones ante empresarios y dirigentes, diagnósticos y prospectivas económicas. Posteriormente pasa también a agregar el componente político, y en los últimos tres años sale todo un proyecto de reforma educativa, o de cómo encarar la educación en distintos ángulos. Empieza a recorrer el país con el apoyo logístico de la Cámara de Comercio y Servicios, de los centros comerciales e industriales del interior, exponiendo ante públicos calificados ese proyecto educativo.

Recordemos, por otro lado, que el partido Colorado, desde abril de 2016 quedó un poco a la deriva. Bordaberry se retira cuando el partido Colorado está en el entorno del 7% al 6% e inmediatamente después de su retiro se registra el 6%. El PC queda como un bote que no tiene ni remos, ni timón, ni vela, y ahí aparece la figura de Talvi como una figura de posible candidato presidencial, cosa que ya era vista como tal. Yo diría que actúa como tal desde comienzo del 2018, y de ese 6% que tenía el Partido Colorado aparece claramente reteniendo el 4%. En ese momento el problema era retener, que no se extinguiera lo que le quedaba. Aparece Sanguinetti, que levanta mucho al Partido Colorado, y este año Talvi, ya oficializada su candidatura, hace un giro en su campaña, en su presentación, y empieza a crecer. Finalmente llega al triunfo el 30 de junio. En esto, como pasa todo en la vida, hay elementos de contexto que a uno lo ayudan, y lo que uno mismo logra aprovechar de ese contexto. Estar adecuadamente preparado para el momento que aparece la oportunidad; cuando alguien no está preparado, fuera de contexto, muchas veces le cuesta más, más allá de los méritos realizados, y cuando el contexto aparece y no está la persona preparada tampoco sirve. Tienen que juntarse los dos elementos. Ocurre con Talvi que logra, el último mes, básicamente, lo que es un gran sprint, una gran aceleración, velocidad de crecimiento muy fuerte. Segunda cosa es que su gran competidor, que eran los batllismos, no se juntan y aparecen divididos. Sanguinetti por un lado, y Amorín Batlle por el otro.

Al estar divididos, el triunfo de Talvi adquiere una magnitud mayor, porque se mira a Talvi contra Sanguinetti. Eso es muy importante porque las imágenes juegan mucho en la generación de efectos políticos. Un tercer elemento es la aparición, en el mes de abril, de la candidatura de Manini Ríos, que succiona muchísimo voto colorado. Manini tiene unos 50.000 votos, y probablemente las tres cuartas partes, cerca del 80%, son de origen Colorado y se los extrae directamente a la candidatura de Sanguinetti .

Por último, Talvi logra dos cosas, un hecho puntual y un hecho genérico. El puntual es el debate Andrade-Talvi, de altísimo nivel, que posiciona a los dos. Después de ese debate vimos a los dos precandidatos en un ascenso fenomenal. Por otro lado, vemos a un Talvi que empieza a seducir con fuerza a la gente joven, de clase media, media-alta, de 48 años para abajo. Provoca entusiasmo. No solo es el “menos malo”, sino que gusta, es un buen candidato, puede ser un buen presidente. Así, ganar el 30 de junio genera un fenómeno menor al efecto que produjo. Ese envión final, luego de las internas le hace pegar un salto al momento de hoy. Se observa que esta gente, que vota a Talvi, y ese crecimiento que experimenta el PC, se debe a lo traído por Talvi. Diría que el PC aumenta no 40.000, sino 80.000 votos, porque tiene que compensar los 35.000 votos que se le van a Cabildo Abierto, y a la vez llegar a 180.000. Hay un crecimiento espectacular del PC. Y el grueso abrumador de este crecimiento fue en torno a la figura de Talvi, y en torno a un electorado de clase media, media-alta, y sobre todo joven. Acá viene un dato que no es menor, y que cambia la ecuación. De este electorado , muchos habían votado por primera vez al FA en 2014, o votantes, por primera vez, provenientes de hogares de viejos votantes frenteamplistas. El FA encuentra, de golpe, en la figura de Ernesto Talvi, un enemigo en cuando a disputar la misma pecera, el mismo nicho electoral, del que carecía. Talvi aparece como un batllista, como alguien de centro, que hace contacto con la centro-izquierda. Esta es la gran amenaza que encontró el FA.

Estamos viendo, ya hay algunas encuestas de colegas de Factum, que todo insinúa que la distancia entre el PN y el PC ya no es ni de 15 puntos, ni de dos a uno. Esto sugiere que empieza a haber, después se verá la magnitud, una segunda carrera dentro de la elección al 27 de octubre. Hay múltiples carreras, cabe aclarar, dentro de los partidos en 19 departamentos por las bancas a la Cámara de Diputados, tenemos carreras en los tres principales partidos por bancas al Senado, tenemos la disputa de otros ocho partidos por ingresar o mantenerse en Diputados o Senadores, y, entre todas esas carreras, está la carrera presidencial. En esa carrera, la número 1 era entre el FA contra uno de la oposición, que iría al balotaje, y que, por ahora, se venía dando como dato cierto que fuera Lacalle Pou, del PN. Ahora aparece una incógnita, que podríamos llamar segunda carrera, segundo juego dentro de la misma carrera. Está la duda de, si efectivamente, es un dato cierto que el contendor de la fórmula Daniel Martínez-Graciela Villar, es Luis Lacalle Pou-Beatriz Argimón, o el contendor puede ser Ernesto Talvi-Robert Silva. Porque no hay ninguna duda de que el FA es el primero de los partidos, pero ahora, dado el dato cierto, incuestionable, de que Martínez-Villar es una fórmula puesta hacia el balotaje, se abre la incógnita de si es tan seguro como se venía pensando hasta ahora, que el otro contendor será Lacalle Pou-Argimón, o si existe la probabilidad de que sea Talvi-Silva. Es un cambio sustancial en el panorama político-electoral de aquí a octubre y noviembre.