El Observador
Los partidos protagónicos (en particular el FA), en relación al bloque adversario, pueden tener dos juegos: Uno, el reforzar la divisoria de aguas y la bipolarización, y cohesionar el bloque adversario. Dos, el tratar de dividir o al menos erosionar o debilitar el bloque adversario, a efectos de transformar la competencia bipolar en un juego multipolar.
Tiene ante sí la divisoria de aguas o hurgar en fisuras del oficialismo
El actual sistema de partidos parlamentarios presenta un juego de tres escalones: dos partidos protagónicos (Frente Amplio, Nacional), dos actores complementarios (Colorado, Cabildo Abierto) y tres actores uninominales1. Esos partidos protagónicos, en relación al bloque adversario, pueden a su vez tener dos juegos:
Uno, el reforzar la divisoria de aguas y la bipolarización, y cohesionar el bloque adversario
Dos, el tratar de dividir o al menos erosionar o debilitar el bloque adversario, a efectos de transformar la competencia bipolar en un juego multipolar.
Esto es más claro en relación al Frente Amplio, que es el único actor partidario en su bloque y confronta a un bloque plural, compuesto por un partido dominante y dos partidos complementarios.
Una de las estrategias del Frente Amplio es el de la divisoria de aguas, también denominable de las familias ideológicas, en base a un supuesto: el Frente Amplio representa una cosmovisión propia y opuesta a la del bloque compuesto por la llamada Coalición Multicolor, es decir, por el conjunto de los partidos Nacional, Colorado y Cabildo Abierto, para mencionar el juego de los cuatro partidos relevantes. Entre uno y otro campo puede haber diálogo, incluso la posibilidad de realizar grandes acuerdos nacionales, pero hay una confrontación en términos conceptuales e históricos. De donde, para presentar con absoluta nitidez esa línea divisoria, el Frente Amplio debe golpear a todos y cada uno de los integrantes del otro bloque, oponerse a todo lo que no fuere producto de un diálogo o acuerdo nacional y evitar cualquier tipo de acto confuso en cuanto a actuaciones conjuntas con algunos de los componentes del bloque contrario. Es la estrategia que supone una táctica de oposición nítida y persistente; es una estrategia que genera que la táctica esté dada por sí sola y no requiriere de grandes elaboraciones.
La otra estrategia parte de la base de la existencia de puntos en común con todos y cada uno de los integrantes del bloque opuesto, aunque esos puntos en común no son los mismos con cada uno de los partidos del actual oficialismo, así como los puntos de disidencia tampoco son los mismos con cada uno de los partidos del actual oficialismo. Esta estrategia supone un afinamiento táctico muy filigranático, pues debe identificarse con precisión los puntos de confrontación y los puntos de entendimiento no solo con cada partido, sino inclusive con cada sector del banco adversario. Y tiene tres grandes riesgos:
Uno, la confusión que puede generar en la base política propia, cuando ésta percibe que no hay aliados ni enemigos permanentes, por lo que no hay un dios y un diablo identificables a simple vista.
Dos, que hay filias y fobias viscerales en los propios, que hace difícil el trago del voto en forma conjunta con unos o con otros de los adversarios; por tanto, que el nivel afectivo predomine y oculte al nivel lógico.
Tres, que como el Frente Amplio no es un partido monolítico, el juego de filigrana hacia el adversario hiciere aflorar las diferencias sustantivas existentes a su propio interior.
Conviene ver algunas de las coincidencias totales o parciales habidas en el correr del primer año y cuarto de Legislatura:
Uno. Ley Forestal: limitación del área forestable a los suelos de prioridad forestal. En la cámara baja el FA votó el proyecto de Cabildo Abierto (CA), aunque no resulta claro si a nivel senatorial todo el FA tiene la misma postura, o existe un ala que no comparte la sustancia de la iniciativa. La oposición al proyecto estuvo representada por el Partido Nacional (PN) y el Partido Colorado (PC) todo.
Dos. Ley de Aeropuertos. La última iniciativa legislativa del gobierno de Tabaré Vázquez fue apoyada por PN y Batllistas, además del FA. La oposición fue de CA y Ciudadanos
Tres. Desmonopolización de los combustibles. Hoy por hoy la defensa de la plena desestatización la defiende el PN y no se sustanció en la LUC por la oposición de todo el PC, CA y el FA.
Cuatro. Internet y trasmisión de datos. Hay una clara confrontación entre PN y PC de un lado, FA del otro y postura aun no del todo aterrizada de CA
Cinco. Interpelación del FA a la ministra Arbeleche. Más allá del episodio puntual de las exoneraciones tributarias a Isaac Alfie, el tema sustantivo de las exoneraciones tributarias dejó enfrentados a CA con el PN y PC; la posición del FA no quedó clara, pero los sectores ligados a los anteriores equipos económicos parecen tener mayor coincidencia con los dos partidos tradicionales, mientras que MPP y 90 parecen tener alguna cercanía al planteo de CA (no quedó sugerida la opinión de la 1001)
Seis. Temas de diversidad y de género. Allí aparece una línea de cierta proximidad entre todo el FA, PC y una parte trasversal del PN. Y aparece otra línea de mucha distancia de parte de CA y un degradé del resto del PN.
Siete. Laicidad en el sentido clásico dado en Uruguay. En principio la mayor proximidad ocurre entre el FA, PC y algo en el PN. Y en una línea opuesta el grueso del PN y CA
Octavo. Hechos sobrevinientes del periodo de facto, o tema Derechos Humanos del Pasado Reciente. Hay una postura más cercana del FA con Ciudadanos y una parte del PN, y en sentido más lejano u opuesto las posturas de otra parte del PN, Batllistas y CA
Noveno. Regulación laboral. Aquí es probable que la línea corte con más nitidez la frontera oficialismo (PN, PC, CA) y oposición (FA)
Décimo. Exoneraciones tributarias a las grandes empresas y las inversiones extranjeras. En principio aparece una línea de amplia coincidencia entre PN, PC y la línea seguida por el FA en sus 15 años de gobierno, y una línea opuesta de CA. En el FA subyacen movimientos (especialmente en MPP, 1001 y 90) que pueden conducir a una discrepancia con la línea seguida en sus tres gobiernos.
Hay mucha más tela para cortar. El tema es si al FA le interesa diluir la línea de divisoria de aguas a costa de incidir poco o nada en las decisiones trascendentes, o incidir en todo lo posible en las decisiones trascendentes a costa de diluir la divisoria de aguas.
1Ver “La divisoria de aguas”, El Observador, mayo 29 de 2021.