Caras y Caretas
La verdad sobre las perspectivas electorales. La izquierda y la derecha tienen problemas consigo mismas. Para ganar, el Frente tiene que dialogar con sus 200.000 desencantados y convencer a los 100.000 indecisos ¿Qué desenamora a los desencantados? ¿Qué los desilusiona? ¿Dónde está el enojo?
ADVERTENCIA.: En el titular de la portada de la revista Caras y Caretas se desliza un error de imprenta, cuando dice: “Oscar Bottinelli. El Frente aventaja a la oposición”. Como ello no surge de la entrevista, probablemente se haya querido poner "El Frente aventaja a los blancos"
Como todos sabemos, Oscar Bottinelli es uno de nuestros más destacados politólogos y encuestadores. Fue cronista parlamentario del diario El País y el semanario MARCHA y luego actuó en política, desempeñándose entre 1971 y 1987 como secretario político del líder frenteamplista general Liber Seregni. Vivió en Argentina entre 1976 y 1982, exiliado de la dictadura uruguaya. Es Director General de la consultora Factum desde abril de 1989, que realiza análisis político, opinión pública e investigación de mercado. Difundió numerosas encuestas en Canal 4 Monte Carlo TV, desde 1989 hasta 2016, en particular en años electorales; y también desde entonces viene difundiendo encuestas y análisis político en diversas radios, por largo tiempo en El Espectador, Montecarlo, Radiocero, Radio Uruguay. También es columnista en El Observador.
Ejerce la docencia en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, donde es profesor titular de Sistema Electoral, Régimen Electoral Nacional y Comportamiento Electoral.
En abril de 2017, Bottinelli recibió la condecoración de Commendattore dell´ Ordine della Stella D´Italia. Fundó en 2006 el Gruppo Amici D´Italia in Uruguay junto con Carlos Maggi, Ricardo Pascale, Sergio Puglia, Juan Raso, los parlamentarios Washington Abdala, Daniel Bianchi, Jorge Gandini, Luis Alberto Heber, Iván Posada, Mónica Xavier, los magistrados Eduardo Lombardi, José Bonavota y Luis Tosi y otras destacadas personalidades de origen italiano.
Es autor de varios libros, entre los que se destaca "Los juegos de poder. Dos décadas de análisis político (1994-2014)", con prólogo del entonces presidente José Mujica, y "La comarca, el vecindario y el mundo", con prólogo del ex presidente Dr. Julio María Sanguinetti.Su padre Eduardo Bottinelli fue diputado y senador por el Partido Nacional. Su hijo, Eduardo Bottinelli, es sociólogo y también Director en Factum.
¿Cuáles son las conclusiones centrales que pueden tomarse de la más reciente encuesta de FACTUM?
Las conclusiones principales son cuatro: la primera es que el Frente Amplio está en dificultades consigo mismo y no con adversarios externos. La segunda es que el Partido Nacional está relativamente bien situado en el rango de las pasadas elecciones, y por ahora con poca elasticidad. Tercero, que con la aparición de Sanguinetti, el Partido Colorado da un gran salto: del 6 – 7% que venía registrando en los últimos dos años, marca ahora un 12% con empuje hacia el 13%, lo cual significa un cambio sustantivo del panorama global. Y cuarto, que los otros partidos (Partido de la Gente, Partido Independiente, Unidad Popular), en conjunto suman un 15%, o sea que exhiben una fuerza desacostumbrada en el Uruguay para cuartos espacios.
¿Qué implica esto a nivel de Frente Amplio?
El Frente Amplio obtuvo un 48% en las dos últimas elecciones nacionales (octubre de 2009 y 2014). Un segundo dato, es que exactamente hace cinco años, en la Encuesta Nacional Factum, el Frente Amplio obtenía una intención de voto del 42% y hoy registra un 34%. La baja del 48% al 42% es lo normal en la diferencia entre una votación real y una encuesta de un tiempo antes. Pero la diferencia entre un 42% de encuesta y un 34% de encuesta, con la misma metodología, marca claramente que hay ese volumen de 8% frenteamplistas que no están explícitamente otorgando el voto al Frente Amplio. Tampoco se lo están dando a ningún otro partido.
Entonces el problema central del Frente Amplio es su diálogo con esa cantidad de frenteamplistas desencantados. Es decir, el Frente tiene un doble trabajo: con ese 8% y con el otro 6% que normalmente no se manifiesta hasta muy sobre la elección.
Por lo tanto, más allá de que todo dirigente político tiene que estar bien informado, que le debe interesar lo que digan los líderes de todos los partidos, lo que realmente le debe interesar desde el punto de vista de la próxima elección es qué piensa ese 14% que votó al Frente Amplio en 2014 y seguramente antes. Entonces, debe preguntarse ¿Por qué están desencantados? ¿Qué los desilusionó? ¿Dónde está el enojo?.
Mientras no se respondan esas preguntas, el Frente Amplio carece de diagnóstico sobre su situación: no sabe dónde está parado.
¿Y qué implica para la oposición?
En la oposición hay dos estrategias diferentes. Una estrategia parte del diagnóstico de que el FA no pierde por sí mismo las elecciones (Sanguinetti y Larrañaga), por tanto la oposición necesitaría un proyecto común que pretenda crear una ilusión, y asegurar gobernabilidad.
El otro diagnóstico es que el FA pierde indefectiblemente las elecciones de 2019, y además que se va hacia una competencia cabeza a cabeza entre Frente Amplio y Partido Nacional, y por tanto que conduce inevitablemente al triunfo del PN. Esta tesis es la que más o menos surge de muchos mensajes de quienes sustentan la candidatura de Lacalle Pou.
Entonces el principal problema de la oposición es a cuál diagnóstico se afilia. Luego, una vez hecha esa opción, podrá construir su camino.
Por lo tanto, al igual que el FA, también tiene un problema consigo misma.
¿Le parece que el FA está en camino de resolver esa problemática que tiene consigo mismo?
Mientras no acepte el diagnóstico y busque respuestas, no.
¿Le parece que la oposición está en camino de resolver su problemática, en el caso de que la tenga, es decir, está en vías de elaborar un proyecto común, e incluso aceptar un liderazgo común?
Se puede decir que recién empieza el debate sobre la elaboración de un proyecto común, por lo tanto hay que dar el beneficio de la duda por unas semanas o meses. A fin de año, se verá.
Si hay proyecto común, hay liderazgo común, porque ese liderazgo es colectivo.
Esto nos retrotrae al Frente Amplio. ¿No cree Usted que el Frente Amplio, al decidir su candidatura en el próximo Congreso a realizarse en diciembre, resolvería o se pondría en camino a resolver el problema que tiene con sus desencantados?
Una candidatura no necesariamente resuelve los desencantos. Ahí depende de lo que exponga el candidato e incluso del programa que apruebe el Frente Amplio. En definitiva, si lo que surge es un programa claro que atienda las necesidades y las desilusiones de la gente o por el contrario es un catálogo de ochocientas medidas de distinto porte y tamaño, como lo ha hecho en los últimos tiempos. Pero además, tanto el candidato, como los lideres sectoriales, como el programa, deben responder las preguntas: ¿Por qué están desencantados los frenteamplistas? ¿Qué los ha desilusionado? ¿Dónde está el enojo?
Puede darse que el Frente Amplio como la oposición apuesten a que, ilusionados o desilusionados, la gente vote igual. Eso es una apuesta arriesgada.
Lo primero que hay que entender es que el 27 de octubre es una elección nacional que elige presidente, senadores y diputados. Entonces, guste mucho o poco el candidato presidencial de su partido –hablando de los tres grandes partidos- todas sus corrientes van a la elección en busca de bancas parlamentarias. Entonces van a trabajar para que se vote a su partido y a su candidato a presidente, aunque hasta el 30 de junio ese candidato no les guste. Esa es la lógica de octubre.
Terminada la elección de octubre se generan nuevos hechos políticos.
No es automático que lo que pasa en octubre se repita en noviembre. Hasta ahora, en los tres balotajes habidos -no es una regla de necesario cumplimiento- el candidato frenteamplista obtuvo más votos que el FA en octubre y el candidato tradicional (colorado o blanco) obtuvo menos votos que la suma de ambos partidos tradicionales. Por tanto, hay que esperar. Por las dudas, que nadie sume lo que se ha demostrado que no es sumable automáticamente. Ya se sumó lo no sumable en el período pasado, y esa suma no sumó.
¿Cómo cree que afectan al Frente Amplio los problemas de desempleo y los provocados por el contexto económico y la inseguridad?
El desempleo y los problemas económicos son dos temas que, de darse en términos agudos, pueden afectar electoralmente al Frente Amplio. Allí tiene una amenaza sobre la cual debe actuar con medidas urgentes de alto impacto.
Sobre la seguridad -insistimos- no mueve la aguja entre los bloques políticos. La gente de izquierda cree que la inseguridad es un fenómeno de largo aliento, creciente, donde hay responsabilidad de todos los gobiernos y todos los partidos, y los países vecinos están peor. Sí puede mover la aguja al interior del bloque opositor, porque allí una mayoría está convencida que la responsabilidad es del Frente Amplio, y entonces puede inclinarse por el que tenga propuestas más atractivas. Sin duda a esto apuestan sobre todo Novick y Larrañaga.
¿Los problemas de corrupción que han sufrido tanto el Frente Amplio como los Partidos Colorado y Nacional, tendrán efecto significativo en el voto?
Los problemas éticos y de clientelismo afectan sobremanera al Frente Amplio, porque los frenteamplistas creían que la corrupción política, la lucha cruda por posiciones personales, el clientelismo, el amiguismo y el nepotismo eran males exclusivos de los partidos tradicionales. Cuando algunos frenteamplistas creen que ello se da en el Frente Amplio, ahí afecta.
¿Hasta dónde llega la influencia de las redes sociales en Uruguay, y cuál podría ser su mayor incidencia en la próxima elección?
Es muy importante y creciente. Para campañas electorales aquí hay más expertisse en el manejo de los medios tradicionales que en las redes sociales, pero ya hay know how y tecnología suficiente. Las redes sociales tienen el peligro de las fake news (las noticias falsas) y de los robots, pero por otro lado permiten un acceso a bajo o nulo costo a todos los actores políticos y a los ciudadanos.
Por otra parte Uruguay es un país líder en respeto a la libertad de prensa pero retrasado en asegurar a los ciudadanos el derecho a la libre información, a un información amplia, equilibrada y completa. Y en particular no asegura a los actores políticos acceso equitativo a los grandes medios de comunicación (la par conditio)
Asistimos a una época de fin de liderazgos y aparición de otros nuevos. Me gustaría proponerle nombres y que Usted me dé su respuesta a la luz del impacto posible que puedan tener:
José Pepe Mujica - Julio María Sanguinetti0. Tienen en común haber cumplido su ciclo de ambiciones políticas, demostrar gran relieve internacional (en planos muy diferentes) y significarles un gran sacrificio personal el asumir candidaturas de relieve. También tienen en común que ninguno de los dos es dueño de su propio destino y se deben a su gente, cada uno a un sector de pueblo distinto y opuesto que confía y se entusiasma con cada quien. Mujica en particular acaba de demostrar una gran sintonía con los jóvenes y los nuevos tiempos, como se evidenció estos días en el Festival de Cine de Venecia y en España.
Ernesto Talvi . Es una figura nueva en política, de larga trayectoria técnica, que se apoya en clásicos aparatos políticos, particularmente en una parte del bordaberrismo
Verónica Alonso: Hace más de un año que es percibida por la gente como aspirante presidencial, luego de su ruptura con Larrañaga. El perfil de ambos claramente era poco compatible y el de ella se acerca más al de Lacalle Pou.