El Observador
En el ejercicio del poder hay que tener en cuenta que no siempre lo que se hace es producto de impronta ideológica, sino también tiene mucho que ver con la estructura de personalidad. Así es como en el mundo hay figuras de gobierno que buscan remar en aguas serenas, hay otras que mejor navegan en aguas embravecidas. Y si las aguas no se embravecen por sí solas, se las embravece.
La Presidencia retoma la iniciativa y desafía a diestra y siniestra
Un mes atrás, al cabo de veinte o veintiún meses, el oficialismo perdió la iniciativa a manos de la oposición, cuando quedó planteado el recurso de referéndum contra la Ley de Urgente Consideración (LUC)1 En un mes la situación se revirtió y lo fue, como ocurre bastantes veces, en parte por mérito propio y en parte por demérito ajeno. Primero fue el Frente Amplio que se enredó en su propio ovillo y perdió la iniciativa, y ahora es el oficialismo presidencial que retoma esa iniciativa. Lo hace de manera fuerte: desafía a amigos y adversarios. Lo hace según los casos, la Presidencia, o figuras del oficialismo presidencial, o comunicadores inspirados en la Torre Ejecutiva.
El desafío a la oposición es una constante desde el cambio de gobierno, con mayores o menores decibeles, y se puede decir que en materia de resultados ha sido bastante exitoso. En estos días cabe anotar dos, de diferente calado. El más significativo en términos de manejo del poder es la obstaculización de la creación de un fideicomiso del gobierno departamental de Canelones, en directo ataque a uno de los dos posibles contendores presidenciales por el Frente Amplio. Podrá discutirse si a la larga los efectos son positivos para el oficialismo o positivos para el desafiado, y eso se sabrá con el paso del tiempo; hoy por hoy hay señales en ambos sentidos, en planos diferentes: el del poder y el desarrollo de gestión, y en el de la opinión pública.
El otro desafío es de menor cuantía aunque de mayor sonoridad en el plano de la opinión pública, como las denuncias contra un senador oficialista, ex candidato presidencial y dirigente sindical, por incumplimiento de obligaciones previsionales y tributarias. El resultado quizás es mayor por el demérito ajeno, por el manejo hecho por el involucrado y por el Frente Amplio, que recuerda mucho los errores cometidos cinco años atrás, al antes que nada defender la conducta cuestionada y al cuestionado y después ver qué hacer.
Al realizar un tercer aumento del precio de los combustibles en menos de dos meses, aprovecha para trasladar culpas: esto es producto de no haber desmonopolizado Ancap, de no haber permitido la libre importación. Los culpables, los dos socios de la coalición que se opusieron a ello en la LUC: el Partido Colorado y Cabildo Abierto. También el desafío es riesgoso. Porque empezó el contra ataque, especialmente del lado de Cabildo Abierto sobre los efectos de desmonopolizar Ancap sin quitarle los sobrecostos, el riesgo de pasar de un monopolio público a un monopolio privado, la contradicción de pretender eliminar esos sobrecostos y a la vez asegurar la continuidad de la producción de etanol, plantación asociada de caña en Bella Unión.
Pero quizás lo más riesgoso es que los aumentos se fundamentan en la LUC, en la Paridad de Precios de Importación, con lo que entrega una idea fuerza al movimiento abrogacionista, como los es la defensa de la refinación nacional del petróleo, y permite en forma genérica la defensa de las empresas públicas, al asociar esto con las propuestas de debilitamiento del Banco República en la Rendición de Cuentas y de Antel en la Ley de Medios.
A todo ello se agrega un desafío bifurcado: la forma en que se fundamenta la destitución del general de Ejército Daniel Castellá de la presidencia del Supremo Tribunal Militar. En esa fundamentación oficial o periodística, se lo vincula al caso Vladimir Roslik (el último muerto por tortura directa durante la dictadura) Se asocia Castellá a José Mujica, Tabaré Vázquez y Guido Manini Ríos, se involucra a los segmentos centrales del Frente Amplio y a Cabildo Abierto. De paso, se introduce una cuña en la Izquierda entre los que tienen su centralidad de lucha en los derechos humanos del periodo dictatorial y quienes ejercieron el manejo del gobierno y de las Fuerzas Armadas en los tres lustros frenteamplistas.
En una expresión política y militar, lo hecho es una huida hacia adelante. Hace recordar una anécdota de la Guerra de Corea, cuando -en el peor momento para las tropas norteamericanas- el general Douglas Mc Arthur dice: “Tenemos el enemigo al frente y a nuestras espaldas, nos rodean por el flanco derecho y el flanco izquierda ¡Ahora sí, no escaparán!” Y arremete.
Con esta huida hacia adelante pone media docena de temas encima de la mesa, asuntos de diferente entidad y de distintas categorías, promueve debates, aplausos y enojos por doquier, y logra el silencio sobre los puntos débiles, los que se centran en el día a día de los uruguayos, especialmente ingreso económico de los hogares, precio de los alimentos y de la canasta familiar en general, pobreza.
En el ejercicio del poder hay que tener en cuenta que no siempre lo que se hace es producto de impronta ideológica, sino también tiene mucho que ver con la estructura de personalidad. Así es como en el mundo hay figuras de gobierno que buscan remar en aguas serenas, hay otras que mejor navegan en aguas embravecidas. Y si las aguas no se embravecen por sí solas, se las embravece.
Cuando se juega fuerte las posibilidades de perder son mayores y los costos más altos. Pero en caso de ganar, los éxitos son inconmensurables. Más o menos en unos siete meses, cuando se realice el referéndum, se producirá un fuerte cambio en el destino del gobierno por los dos años siguientes e impactará en el ciclo electoral nacional 2024. Un triunfo del NO es un voto popular de confianza al gobierno y potenciaría a Luis Lacalle Pou como hiperpresidente y líder político de la mayoría del país. Un triunfo del SI supondría un golpe tremendo para el presidente de la República y dañaría a la Coalición Multicolor. Todos los juegos y las movidas de unos y otros se canalizan, o deberían canalizarse, hacia ese momento; y para todos será el momento de la verdad.
1 Ver “Un giro profundo e inesperado” y también “Y la iniciativa no se retiene”, El Observador, julio 10 y 31 de 2021